Rolls-Royce ha celebrado el 100 aniversario del legendario 20 HP, o Twenty, un vehículo que supuso un gran salto tecnológico hacia adelante, estableció la plantilla para los motores y automóviles para las siguientes tres décadas.
Diseñado por Sir Henry Royce, se encuentra entre los modelos más importantes e influyentes jamás producidos por la marca y es un antepasado directo de los actuales Ghost, Wraith, Dawn y Cullinan. Y al establecer la plantilla mecánica para las generaciones de Rolls-Royce que le siguieron, el Twenty también tiene paralelos históricos con el futuro Spectre.
En 1906, Rolls-Royce presentó el 40/50 HP, más conocido como Silver Ghost. Gracias a la fuerza de su motor casi silencioso, su fiabilidad impecable y sus grandes hazañas de resistencia, se ganó el título del mejor automóvil del mundo. También estableció una nueva política de modelo único en lugar de la práctica anterior de la empresa de ofrecer varios modelos al mismo tiempo. Esto resultó ser una estrategia financieramente prudente hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Los 100 años del mítico TwentyIncluso antes del Armisticio de 1918, Henry Royce previó la necesidad de un coche más pequeño para contrarrestar la probable reducción de las ventas del chasis más grande de 40/50 CV. Como visionario que era, anticipó que muchos propietarios se verían incapaces de contratar, retener o pagar al personal doméstico que habían empleado antes de la guerra.
En octubre de 1922, Rolls-Royce presentó su nuevo automóvil de pequeña potencia. Su motor de seis cilindros en línea y 3,1 litros tenía menos de la mitad del tamaño de la unidad de 7,5 litros del Silver Ghost. Sin embargo, el nuevo modelo también pesaba alrededor de un 30% menos que su hermano mayor. Esto, combinado con otros avances en el diseño de ingeniería desde el debut del Silver Ghost en 1906, significó que la brecha de rendimiento entre ellos era más estrecha de lo que podrían sugerir los números brutos.
De hecho, se hizo evidente de inmediato que el nuevo 20 HP, o simplemente el Twenty, representaba un gran avance técnico. La ligereza de sus controles y el rendimiento de sus sistemas de dirección, frenos y suspensión hicieron que el Silver Ghost, aunque todavía superior a sus competidores directos, pareciera anticuado en comparación.
Los 100 años del mítico TwentySe fabricó como un chasis rodante, en el que los propietarios encargaron una carrocería a medida a un carrocero independiente. Royce tenía la intención de que fuera principalmente un automóvil con conductor propietario y esperaba que los carroceros mantuvieran el tamaño y el peso de sus creaciones lo más bajo posible.
En 1929, el Twenty fue reemplazado por el 20/25 HP, propulsado por un motor de mayor capacidad. Incluso esto no resolvió completamente el problema y en 1935, Royce produjo el 25/30 HP con un motor de 4,25 litros. La era de los pequeños caballos de fuerza llegó a su fin con el Wraith de 1938. Estas iteraciones posteriores fueron todas desarrollos directos del Twenty, y hoy agregan más brillo a su historial.
El modelo tuvo una profunda influencia en la marca mucho después de que cesara la producción en 1929, momento en el que se habían construido no menos de 2.940 ejemplares. En particular, el motor de seis cilindros en línea, con culata desmontable y válvulas en cabeza, proporcionaría la plantilla para los motores Rolls-Royce durante los próximos 30 años.
Hasta el último Phantom VI en 1992, Rolls-Royce mantuvo la política de dos modelos que había introducido con el lanzamiento del Twenty 70 años antes. Permitió satisfacer las necesidades de dos grupos de clientes: aquellos que optaron por disfrutar del paseo en alfombra mágica desde el asiento trasero; y los que preferían conducir ellos mismos su automóvil.
También hay paralelismos con el nuevo eléctrico de batería, el Spectre. Ambos demuestran la voluntad y la capacidad de la marca para responder a un mundo cambiante, en el que los clientes tienen nuevos y requisitos y las viejas normas ya no se aplican. Cada uno representa un cambio radical en la tecnología que dará forma a la familia de Rolls-Royce en las próximas décadas. Sobre todo, encarnan el dicho más famoso de Henry Royce: «Toma lo mejor que existe y hazlo mejor».