Esto podría parecer una carta a los Reyes Magos, nada más lejos de mi intención. Es una invitación. Una exhortación, a un hombre de bien, a un empresario de acreditado prestigio, conocido por sus compromisos éticos y profesionales en defensa del medio ambiente y la responsabilidad social. Castellano de pura cepa, salvaguarda de lo nuestro.
El edificio sede primigenia de lo que fue el inicio de la acreditada empresa que hoy preside, Iberdrola. Me refiero al magnífico edificio de principios del siglo XX, que albergó a la Electra Popular Vallisoletana desde 1907 hasta 1973. Obra del ingeniero Isidro Rodríguez Zarracina, ampliado en 1928 su parte de la calle Veinte de Febrero por el arquitecto Jerónimo Arroyo.
Situado en el alfoz, o más correcto, en el área de influencia, de Madrid. En el Paseo de Isabel La Católica. Por cierto ¿Dónde yace el grupo escultórico de los Reyes Católicos, que se encontraba en la Rosaleda?
Volviendo al tema y 'aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid' este singular edificio que se asoma a su orilla izquierda, bien podría participar de esa idea tan en boga de la descentralización institucional y llegar también a la empresa privada.
Motivos haylos: se encuentra en la mejor zona de la capital de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, así lo atestiguan las importantes operaciones inmobiliarias en él planteadas.
El magnífico material con el que se erige, el ladrillo prensa, ya casi olvidado del paisaje urbano vallisoletano, su factura y singularidad como objeto único representante de una prestigiosa empres local Electra Popular Vallisoletana construido para dar luz a Valladolid a partir del 'Salto del Porvenir' o San Román, situado en el Duero en el término municipal de Pereruela (Zamora), allí su alfarería da forma a los hornos y cazuelas para nuestros mejores manjares, y también a nuestra energía hoy tan determinante. Paradojas del devenir. Luego los enjarjes empresariales Hidroeléctrica Ibérica + Saltos del Duero, dan Iberduero que con Hidroeléctrica Española nace Iberdrola, con sede en el hito urbano de su torre bilbaína de 41 pisos obra del arquitecto César Pelli. Una vez más el valor añadido emigro.
Ahora se trata de incitar a nuestro Galán castellano a recuperar sus raíces, provenientes de Villavieja de Yeltes (Salamanca), y también las de la empresa que hoy preside.La maqueta está construida a escala real. Me atrevo a llenarla de contenido. Su plan funcional.Quiero imaginarme que todavía en venta cuando esta invitación llegue a oídos del Galán a seducir. Edificio de Formación Iberdrola. Situado a menos de una hora de Madrid, en el medio de trasporte más sostenible y rápido el AVE. Formidable situación a ocho minutos, en agradable paseo por la Acera de Recoletos, soleada en los nueve meses de invierno, o por el Campo Grande a través del frescor del bosque urbano en los tres meses de infierno. Relación calidad precio frente a la Castellana o cualquier otra zona destacable de Madrid, sin parangón.Excelente hostelería a través de los mejores restaurantes de nuestra ciudad o de su escuela de cocina, regada con los mejores caldos. Ribera de Duero, Cigales, Rueda ustedes eligen el color. Amplias naves diáfanas soporte de cualquier tipo de actividad que requiera de grandes espacios y generosa altura. Cubiertas con posibilidad de ser soporte de energías alternativas. Proximidad del rio para incorporar el agua en energía hidráulica. Zona de oficinas o alojamiento en esquina a calle Veinte de Febrero. Así fue ya concedida su licencia como hotel de lujo y después desistida o caducada, para ser objeto de atesorar trasferencias de edificabilidades, otro motivo más de interés empresarial.
Todo para hacer capaz el sueño de esta ciudad, no perder otra seña de identidad y convertirse en un referente de su gran empresa que de alguna forma tuvo en este magnífico edificio su nacimiento. En definitiva el buque insignia de su empresa luz de nuestra ciudad y comunidad y ahora carente de la energía, que esta invitación nos puede dar.
La ceremonia de inauguración corre de cuenta de los vallisoletanos. Le esperamos para unir su nombre al de otros ilustres que hicieron posible esta obra como fueron Santiago Alba, Julio Guillén o José Muro.