La Policía halló al asesino tumbado junto a la víctima

A. G. Mozo
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Los investigadores se encontraron a David M.L. semiinconsciente y tendido en el suelo de la cocina al lado de su novia muerta, Paloma P.R. En un sofá del salón, tumbada y acuchillada en la espalda, apareció India, la hija de ocho años de ella

Crimen machista en el paseo de Zorrilla. - Foto: EFE

«He hecho algo malo, he matado a Paloma». Esa fue la frase que la hermana de David no quiso escuchar y que el presunto doble asesino del paseo de Zorrilla le espetó a su cuñado minutos después de las tres de la madrugada del domingo al lunes 23 de enero, instantes antes de intentar autolesionarse mortalmente con un cuchillo para poner punto y final a su macabra deriva. Los familiares del ahora detenido alertaron al 1-1-2 y se activaba entonces un dispositivo policial que culminaba minutos más tarde cuando se conseguía acceder un quinto piso del número 66 del paseo de Zorrilla convertido en una «dantesca» escena de un doble crimen sobre el que el Grupo de Homicidios de la UDEV de la Brigada Provincial de Policía Judicial trabaja, aunque ya con el presunto asesino detenido e ingresado en el módulo penitenciario del Hospital Clínico.

El hombre de 44 años no ha podido prestar declaración todavía, ya que tuvo que ser intervenido de varias lesiones de arma blanca, la más grave, una en el tórax con la que pretendió quitarse la vida después de que, presuntamente, hiciera lo propio con su novia Paloma, de 45 años, y la hija de esta, India, de solo 8. Tal como ha podido confirmar El Día de Valladolid, la Policía le encontró tumbado en el suelo de la cocina junto a su víctima, en medio de «un baño de sangre» y en estado semiinconsciente.

La mujer presentaba «varias» heridas de arma blanca que deberán ser cuantificadas en la autopsia que tendrá lugar este martes, mientras que la niña tenía también diversas lesiones, pero «menos que la madre». A priori, en ninguno de los casos parece haber un número tan excesivo como para hablarse de ensañamiento.

¿Primero la madre y luego la hija?

En todo caso, las fuentes consultadas por este periódico recuerdan que la investigación todavía está en una fase muy inicial, si bien las primeras pesquisas apuntan a que David M.L. pudo matar primero a Paloma y que luego habría hecho lo mismo con India, quien fue encontrada tumbada en un sofá del salón, acuchillada en la espalda.

En igual sentido, las dos primeras inspecciones oculares llevadas a cabo en el domicilio de la víctima parecen descartar la existencia de una pelea previa entre la pareja, sino que pudo ser un ataque sorpresivo y letal en la cocina, tanto que Paloma no habría conseguido ni pedir auxilio, ni siquiera alertar a su hija. La Policía, que intervino dos cuchillos de cocina como teóricas armas homicidas, solo encontró restos evidentes de sangre en la cocina y en el salón, por lo que se trabaja en esa incipiente idea de una secuencia de hechos que se habría iniciado con el asesinato a cuchilladas de la vallisoletana de 45 años, el posterior ataque a la niña que quizá podía estar dormida boca abajo en el sofá y, finalmente, la llamada de alerta a su hermana y su cuñado, antes de intentar quitarse la vida tumbándose junto a su novia.

Un antecedente por violencia de género

La investigación tampoco ha podido profundizar todavía en el perfil del presunto doble asesino, del que ni sus familiares sabían exactamente a qué se dedicaba ni dónde vivía. Lo que sí se ha descartado es que hubiera denuncias previas de Paloma sobre David, quien sí tenía un antecedente, datado en 2017, por un delito de violencia de género sobre otra pareja. Un caso de vejaciones que fue denunciado por aquella mujer y por el que el detenido no llegó a ser condenado, ya que la víctima no ratificó la denuncia y el proceso tuvo que ser archivado.