Los accidentes laborales repuntan en el inicio del año

D. V.
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Valladolid registró 2.098 incidentes en los dos primeros meses, un 0,29 por ciento más que el año pasado. El incremento más pronunciado se produjo en el campo

Un tractor en el campo vallisoletano.

Los accidentes laborales registraron un pequeño incremento en Valladolid en los dos primeros meses del año, al situarse en 2.098, un 0,29 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Una cifra que recoge la suma de accidente con y sin baja, aunque si se analizan estos últimos, la bajada fue del 2,6 por ciento, según los datos facilitados por CCOO.

Por sectores, el agrrario fue el que registró un aumento más brusco, con 61 casos, un 52,5 por ciento más. También subieron los accidentes en la construcción (23,1 por ciento), en la construcción (11,6 por ciento) y en los servicios (10,4 por ciento). Por el contrario, bajaron un 7,4 por ciento en la industria.

En lo que se refiere a las enfermedades profesionales, se duplicaron los casos al pasar de 13 a 27 en ese periodo.

Valoración de CCOO

Comisiones Obreras Castilla y León ha exigido a las administraciones que destinen más recursos en materia de prevención con el objetivo de reducir la siniestralidad laboral y además de lamentar el reciente fallecimiento de un trabajador de 38 años en una empresa vallisoletana, califica de dramático el balance de lo que va de año, con once personas muertas en accidentes laborales

El secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de Comisiones Obreras de Castilla y León, Fernando Frail, hizo un llamamiento para poner coto a esta sangría. "Se trata de cifras vergonzosas, que ponen de manifiesto una cruda realidad laboral en la que se favorece las cadenas de subcontratación, la precariedad laboral y la permisividad administrativa. Todo ello favorece que los empresarios opten más por sortear la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que cumplirla", afirmó

Además, en un comunicado de CCOO recogido por Ical, el sindicato argumenta que la mayoría de los siniestros mortales se hubieran podido prevenir, ya que cinco corresponden a lesiones no traumáticas como infartos e ictus, daños relacionados directamente con la organización del trabajo y el estrés.