Las aguas parecen calmarse de momento en Lingotes Especiales gracias al acuerdo al que llegaron hace unos días en el Servicio de Relaciones Laborales (Serla) la Dirección de la empresa y los sindicatos. El origen de esta reunión es la intención de la compañía de dejar de aplicar el convenio colectivo por las dificultades económicas que atraviesa, ya que el 1 de enero tendría que haber actualizado los salarios con la subida del IPC real más medio punto. Es decir, cerca de un siete por ciento. Eso se suma, tal y como señalan desde la empresa, a que los costes de la materia prima se han duplicado y los de la energía se han cuadruplicado. De este modo, Lingotes pretende acogerse al artículo 82.3 del Estatuto de los Trabajadores para dejar de aplicar el convenio. Esta norma dice, entre otras cosas, que una empresa puede hacerlo si tiene pérdidas o previsión de tenerlas durante dos trimestres consecutivos en relación al mismo periodo del año pasado.

Lingotes decidió aplicar este artículo al inicio del año, lo que provocó la movilización de los empleados, que consideran que esta medida, así como la de solicitar un ERTE no están justificadas porque en las instalaciones de la carretera de Fuensaldaña se sigue trabajando a buen ritmo. Fuentes de los trabajadores alertan de la gravedad de esta decisión para ellos, puesto que supone un descenso en sus retribuciones de en torno al 25 por ciento. Además, critican la «indefensión» en la que se encuentran por el hecho de que una de las dos partes decidiera, de forma unilateral, dejar de cumplir unas condiciones de trabajo que ella misma había firmado años atrás. Desde el Comité de Empresa recuerdan que Lingotes «ha llevado a la comisión consultiva la inaplicación de todas las condiciones de trabajo que le permite el Estatuto de los Trabajadores», lo que implica rebajar un 17,9 por ciento todos los conceptos salariales. A este porcentaje habría que sumar el siete por ciento que se dejaría de subir el sueldo este año.

Las primeras concentraciones de la plantilla fueron subiendo de tono hasta llegar a la amenaza de huelga. Pero todo ha quedado paralizado, de momento, tras la reunión en el Serla, en la que la empresa se comprometió a seguir aplicando el convenio hasta que se pronuncie la Comisión de Convenios de Castilla y León, entidad a la que ha solicitado esta inaplicación. Este supone que Lingotes actualizará las tablas salariales con efecto 1 de enero de 2022 y abonará los atrasos de lo no pagado en enero. Eso sí, esto no significa que renuncie a su solicitud ante la Comisión. Si este órgano da el visto bueno,, dejará de aplicar el convenio.

Por su parte, los trabajadores se comprometieron a no convocar ninguna huelga hasta que la Comisión emita un laudo que es vinculante para las dos partes. Los sindicatos esperan que la Comisión decida «de manera justa e imparcial» e impida a la firma dejar de aplicar un convenio colectivo cuyo periodo de aplicación finaliza el 31 de diciembre de este año.