Identificados 70 pisos en los que se ejerce la prostitución

A. G. Mozo
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La pandemia y la presión policial sobre los clubes de alterne provocan un traslado de la prostitución hacia viviendas particulares que suelen estar controladas por los mismos grupos de proxenetas. Los pisos sexuales se reparten por toda la ciudad

Pisos dedicados a la prostitución en Valladolid tras ser desmantelados por la Brigada de Extranjería. - Foto: Policía

Más pisos, menos clubes de alterne y nada de prostitución callejera. La pandemia también ha provocado un profundo cambio en el negocio del sexo, terminando de sacarlo de la calle, reduciendo su presencia en locales y concentrando el grueso de la actividad en viviendas repartidas por toda la ciudad y que irrumpen con la misma facilidad con la que se esfuman rumbo a otro barrio. La Policía identifica cada año unos 70 pisos, negocios en los que ejercen «dos o tres mujeres» y en los que los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería solo actúan cuando se tiene constancia de la comisión de un delito, bien porque las chicas son víctimas de trata, bien porque son obligadas a prostituirse.

«Cada mes conocemos de la existencia de cinco o diez pisos, que son sobre los que trabajamos, con lo que al año hablaríamos de unos 70. Una vez que nos llega la información de una vivienda en que puede haber prostitución, ya empezamos a movernos con el fin de saber quién es el propietario, si está alquilado, cuánta gente hay dentro, quiénes son, qué grado de actividad hay y si ejercen de modo voluntario u obligadas», explica la inspectora jefa de la Brigada de Extranjería y Documentación de la Policía, Dolores Pérez Iribarne, a El Día de Valladolid. «En uno de los últimos casos, la víctima era un transexual y se pudo arrestar a dos personas que, presuntamente, le obligaban a ejercer la prostitución en un piso». Había delito, se pudo demostrar y llegaron las siempre complejas detenciones.

LOS MOTIVOS

La pandemia está entre los motivos que ha provocado el traslado de la prostitución a pisos particulares, pero también es una práctica que pretende eludir la acción policial: «No se pueden hacer inspecciones rutinarias, no se puede entrar con la facilidad que en un local público y eso les permite trabajar con más libertad. Por ello, tanto a los grupos que trabajan la prostitución como a las mujeres que la ejercen de modo voluntario les resulta mucho más tranquilo trabajar en un piso, que en un lugar abierto al público», argumenta la inspectora jefe Pérez Iribarne, que explica que la Brigada cuenta con equipo encargado de la investigación de estos asuntos: la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales).

«Un domicilio está protegido por la Constitución, haya lo que haya dentro. Solo podemos entrar después de una investigación y con la pertinente autorización judicial», recuerda la jefa de la Brigada. «Los locales abiertos al público se han reducido, pero aún puede haber unos 15-16 establecimientos en la ciudad, si bien hay que tener en cuenta que son locales con una intensa rotación; hoy se cierran y mañana llega otro empresario del sector y se reabren».

Pisos dedicados a la prostitución en Valladolid tras ser desmantelados por la Brigada de Extranjería.Pisos dedicados a la prostitución en Valladolid tras ser desmantelados por la Brigada de Extranjería. - Foto: PolicíaEl último club clausurado, hace ocho meses, fue el emblemático Latino (en la avenida de Burgos), que cayó en el marco de un gran golpe policial a la prostitución y al tráfico de estupefacientes.

«La UCRIF efectúa inspecciones rutinarias solo en establecimientos abiertos al público, en locales de alterne y otros en los que se pueda ejercer la prostitución. Cosa bien distinta es lo que se ha retirado a pisos, puesto que ahí no podemos efectuar controles rutinarios y la investigación se vuelve mucho más compleja», apostilla la inspectora jefa.

LA ORGANIZACIÓN

Entonces llega el momento de la investigación e intentar averiguar  qué ocurre en esas casas, que en muchos casos cuentan con una organización muy similar a la de los clubes: «Suele haber una estructura de mando, personas con diferentes funciones: el cabecilla, el que da la orden, el que obliga a ejercer la prostitución... Y todo eso hay que determinarlo también durante la investigación a la hora de llevar a cabo los arrestos», detalla Pérez Iribarne.

La UCRIF no ha detectado en Valladolid «estructuras demasiado sofisticadas», sino que lo habitual es que estén formadas por «dos o tres personas». «En muchos casos, los proxenetas son parejas y hay uno que lleva la voz cantante, sea hombre o mujer, que ha trabajado en la prostitución muchos años, que conoce el ambiente, que sabe cómo traer mujeres de otros países y que es el que manda. Esa persona siempre tendrá alguien de mano derecha para, por ejemplo, recoger a esas mujeres que vienen de fuera y llevarlas a un local o un piso donde habría una tercera persona que las recibe y se encarga de transmitir instrucciones a las chicas; que lo normal es que haya dos o tres por vivienda».

Pisos dedicados a la prostitución en Valladolid tras ser desmantelados por la Brigada de Extranjería.Pisos dedicados a la prostitución en Valladolid tras ser desmantelados por la Brigada de Extranjería. - Foto: Policía«Hay proxenetas que manejan más de un piso y que trasladan a las chicas de unos a otros», añade la jefa de la Brigada de Extranjería, quien apunta que «la movilidad es muy elevada» y «no están mucho tiempo en las mismas viviendas», debido a las quejas de los vecinos y la presión policial. 

«En Valladolid no existen zonas concretas de pisos de prostitución. Están repartidos por toda la ciudad y lo hacen en función del precio, porque lo que buscan es obtener el máximo beneficio. Cosa distinta es que se quiera buscar ya una cierta exclusividad, por el tipo de chicas, que ahí se van a chalés y viviendas en zonas más exclusivas», detalla Pérez Iribarne, que reconoce que en esa lista de 70 viviendas no hay ninguna exclusiva: «Nosotros no hemos dado con ningún piso de prostitución de lujo, aunque no quiere decir que no lo haya. En lo que nosotros conocemos, este tipo de prostitución elitista no existe en Valladolid».

ITINERANCIA

Lo que la UCRIF de Valladolid sí que ha detectado son «pisos en los que hay dos o tres mujeres que se instalan durante unos meses en Valladolid y que ejercen la prostitución de manera voluntaria y después se van a otra ciudad, mujeres que alquilan, se publicitan en internet y ejercen de un modo voluntario».

Los precios del servicio sexual no varían independientemente de si se efectúe en una vivienda o en un club: «No hay mucha diferencia entre el precio del servicio en un piso o en un local de alterne, ya que suele estar en los 50 euros, aunque depende de la oferta y la demanda, y sabemos que va oscilando en muchas ocasiones. Porque, no nos engañemos, la prostitución existe porque la gente demanda servicios sexuales; si no, esto no existiría», concluye la jefa de la Brigada de Extranjería.