Valladolid lidera ocho proyectos para investigar el cáncer

Óscar Fraile
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El Río Hortega impulsa cinco, el Clínico uno y la Gerencia de Atención Primaria Valladolid Este, dos más, que se suman a once ensayos clínicos sobre tumores en vejiga, pulmón y sangre, entre otros

Valladolid lidera ocho proyectos para investigar el cáncer

La reina Letizia se sumó hace poco menos de un mes a la petición de la Asociación Española contra el Cáncer para que el Gobierno impulse un plan nacional de investigación del cáncer. Aunque sea un camino largo, costoso y con resultados inciertos, la investigación es el único camino para hacer frente a una enfermedad que el año pasado segó la vida de casi 7.500 personas en Castilla y León.
Actualmente la Gerencia Regional de Salud financia ocho proyectos de investigación que se desarrollan en centros vallisoletanos. Cinco en el Hospital Universitario Río Hortega, uno en el Hospital Clínico Universitario y dos en la Gerencia de Atención Primaria Valladolid Este. En total, 85.242 euros.
Los proyectos son muy variados y van desde el análisis de los efectos del uso de determinados medicamentos a la utilización de técnicas novedosas, importadas de Japón, pasando por la prescripción de ejercicio físico para pacientes con cáncer de mama.
Marina Revilla es una cardióloga responsable del proyecto denominado ‘Análisis de biomarcadores de daño miocárdico e insuficiencia cardiaca en la detección precoz de cardiotoxicidad inducida por quimioterápicos’. Detrás de esta compleja definición técnica se esconde un trabajo que trata de impulsar nuevos métodos diagnósticos que permitan detectar precozmente y tratar la toxicidad que provocan en el corazón los medicamentos vinculados a la quimioterapia. Una toxicidad que ha aumentado como consecuencia de los avancen en los procesos oncológico y, por ende, en la supervivencia de los pacientes. «Se ha observado que estos tratamientos, indispensables para evitar la progresión tumoral, pueden provocar a corto, medio y largo plazo efectos sobre el corazón, de modo que pueden aparecer síntomas como fatiga y dolor torácico debido al desarrollo de insuficiencia cardiaca o cardiopatía isquémica», explica la cardióloga responsable de la investigación, Marina Revilla. «En algunos casos, el diagnóstico de cardiopatía inducida por quimioterápicos se realiza meses o años después, cuando el daño es irreversible», añade.
Actualmente esta toxicidad se detecta mediante una ecografía transtorácica en dos dimensiones. Sin embargo, este método «detecta el daño miocárdico cuando este ya está establecido». Este grupo de trabajo estudia métodos «que permitan la detección precoz del daño cardiaco antes de observarse en un ecocardiograma convencional y, sobre todo, antes de que se desarrollen los síntomas y el daño sea irreversible».  
Otro de los proyectos está liderado por el cirujano general Martín Bailón y se denomina ‘Influencia de la utilización de la videofluorescencia con verde de indocianina en la linfadenectomía del cáncer gástrico’. Y así lo explica el propio Bailón: «Cuando hay un tumor gástrico, no solo hay que quitar la parte correspondiente del estómago, también hay que eliminar los ganglios que lo rodean para estadificar correctamente cuál es el nivel de gravedad».
El problema es que, por la localización anatómica del estómago, en ocasiones resulta difícil identificar esos ganglios entre la grasa intraabdominal. La investigación de Bailón, que tiene que ver con una técnica que observó en Japón, consiste en «inyectar un colorante en el tumor» que, pasadas unas horas, se distribuye por los ganglios linfáticos a los que drena el propio tumor. Así, mediante una cámara especial de videofluorescencia, recientemente adquirida por el Hospital Universitario Río Hortega, se consigue ver ese colorante y, por lo tanto, distinguir los ganglios. «Es algo esencial para una correcta valoración del tumor», señala. Y eso incide en una mejora de la supervivencia de los pacientes.
Hasta ahora esta técnica ya se ha utilizado de forma experimental en «unos cuantos casos», uno de los cuales se envió a un congreso europeo de cirugía. «Ahora empezaremos a hacerlo de forma más estandarizada en nuestro servicio», explica Bailón, que está al frente de un equipo formado por nueve personas.


Cáncer de tiroides. El oncólogo Joaquín Fra también trabaja en otro proyecto de investigación en el que colaboran el Río Hortega y el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), con un equipo liderado por la investigadora Ginesa García-Rostán. Se trata de un estudio que trata de definir si existen  diferencias en el número de copias de dos genes que se localizan en los cromosomas 3 y 21 entre los tumores de tiroides más habituales, con un mejor pronóstico en la mayoría de los casos, y tumores de tiroides menos frecuentes pero muy agresivos, que se incluyen en las denominadas « enfermedades oncológicas huérfanas». Para estos tumores, que entrañan un pronóstico muy malo para los pacientes, con bajas tasas de supervivencia por su comportamiento agresivo y la falta de tratamientos eficaces, no se destinan tantos fondos para investigar como en otro tipo de patologías. Fra puntualiza que se va a comparar los ADN extraídos de muestras de tumores de pacientes con un curso clínico favorable y otros que evolucionan mal y fallecen a causa del tumor.
Hay otras investigaciones en marcha que tienen que ver, por ejemplo, con la respuesta del uso del medicamento Sorafenib en pacientes con carcinomas papilares de tiroides de curso clínico agresivo, o con los beneficios del ejercicio físico en pacientes de cáncer de mama. U otro denominado ‘Salud mental, autoeficacia y otras variables intervinientes como predictores de la recuperación en pacientes oncológicos tratados con radiofármacos’.


Ensayos clínicos. A estos ocho proyectos hay que añadir once ensayos clínicos relacionados con el cáncer, ocho de ellos en el Hospital Clínico Universitario y tres en el Hospital Universitario Río Hortega. Un ensayo clínico es una investigación médica que se lleva a cabo de forma experimental en personas o grupos de personas que previamente han dado su consentimiento para ello. Es una forma de evaluar si un medicamento, sustancia o procedimiento médico son los suficientemente eficaces y seguros antes de proceder a su comercialización o utilización de forma estandarizada.
Por ejemplo, uno de ellos tiene que ver con la evaluación de la eficacia de la combinación de tres fármacos (Atezolizumab, Carboplatino y Pemetrexed) en pacientes con cáncer de pulmón con metástasis cerebrales asintomáticas. Otro estudia la quimioterapia e inmunoterapia en pacientes con cáncer de pulmón confinado en el tórax y que son candidatos a ser operados y otro se encarga de comparar la eficacia y seguridad del tratamiento con quimioterapia más el inhibidor Quizartinib con el tratamiento con quimioterapia más placebo en pacientes con leucemia mieloide aguda.

 

Los ocho proyectos


Carcinoma papilar de tiroides

Análisis de las mutaciones implicadas en la respuesta o resistencia al tratamiento con  el medicamento Sorafenib en pacientes que tienen carcinomas papilares de tiroides de curso clínico agresivo y metastásicos.

Pruebas para el cáncer de próstata

La Gerencia de Atención Primaria Valladolid Este es objeto de investigación de la variabilidad del uso de la PSA (prueba que se usa para detectar el cáncer de próstata) entre los médicos de atención primaria.


Toxicidad del uso de los quimioterápicos

Detección precoz de la toxicidad que provoca en el corazón el uso de medicamentos quimioterápicos para el tratamiento del cáncer. La investigación busca la detección precoz y el tratamiento de la toxicidad.


Ejercicio físico para el cáncer de mama

Otro de los proyectos está relacionado con la prescripción de ejercicio físico para pacientes con cáncer de mama y la evaluación de un programa de trabajo mixto aeróbicomuscular.

Videofluorescencia en cáncer gástrico

Consiste en la utilización de una sustancia fluorescente en pacientes con cáncer de estómago que permite identificar mejor los ganglios que hay que eliminar y que a veces se confunden con grasa abdominal.

Genes en el cáncer de tiroides

La investigación trata de determinar si hay variación de genes en las enfermedades oncológicas de tiroides, que son menos frecuentes y más agresivas, frente a las más habituales, y que tienen un mejor diagnóstico.


Pacientes tratados con radiofármacos

La investigación estudia hasta qué punto influyen variables, como la salud mental, para predecir la recuperación de pacientes oncológicos que han sido tratados con radiofármacos.

Metaplasia intestinal

El proyecto de investigación consiste en evaluar la curva de aprendizaje del diagnóstico óptico de la metaplasia intestinal en el estómago y un estudio prospectivo en varios centros.