La Palloza será un chiringuito con un huerto urbano

M.Rodríguez
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Los nuevos propietarios del solar donde se ubicaba el conocido restaurante optan por poner en marcha un negocio similar al de Simancas. Se ajardinará y plantarán árboles en la parcela

La Palloza será en un chiringuito con un huerto urbano - Foto: Jonathan Tajes

El barrio de Fuente el Sol estrenará en unos meses un chiringuito con un concepto similar al que hay junto al río Duero en Simancas o el de la propia playa de las Moreras. El edificio del emblemático restaurante La Palloza conocido por sus cocido maragato y su cecina leonesa ya es historia. El edificio se ha demolido y el nuevo proyecto previsto allí ya tiene licencia para  la construcción de un bar-chiringuito con un huerto y una zona ajardinada con abundante arbolado. Un cambio radical en un espacio, muy cercano al canal de Castilla  y el parque forestal de Fuente el Sol, que completará la oferta de ocio que se está generando en la zona desde la apertura de dos nuevos restaurantes en dos edificios de la sin uso de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en  la Dársena.

La empresa La Palloza Eventos SL invertirá más de 160.000 euros en una parcela de 8.705 metros cuadrados en la carretera de Fuensaldaña. En ella construirá un bar-chiringuito con una superficie de 274 metros cuadrados, que se especifica que será de uso estacional, aunque la construcción tendrá carácter fijo. «Se proyecta un elemento construido, pero ligero y de sencilla remoción», se apunta.

Este nuevo proyecto hostelero se justifica como de «interés público» porque pondrá en uso un amplio terreno baldío y sin uso.  Los propietarios argumentan que la repoblación forestal, en más de 6.500 metros cuadrados, conllevará importantes beneficios para la zona.  Además han diseñado una superficie, de casi 500 metros cuadrados, de huerto y plantaciones de bajo porte.

La nueva oferta de ocio se plantea sobre dos parcelas sin uso, que se encuentran en el límite edificio de la capital. De hecho, la actuación se dividirá en dos partes muy diferentes. Por un lado, se plantea la zona del chiringuito, con aparcamiento y zona ajardinada para el ocio. El nuevo negocio no tiene previsto servir comidas y por eso ni tan siquiera contará con cocina. Contará con una amplia barra abierta y una zona cubierta exterior.

Por otro lado, en el diseño del nuevo espacio se da importancia a la reforestación de la parcela generando lo que denominan un «espacio de calidad» para evitar la degradación del terreno. En este sentido, se apunta que las escorrentias de agua en época de lluvias se evitarán con la futura plantación de seis especies de árboles (abeto de Normandia, sauce llorón, liquidambar, abedul blanco, alcornoque y arce). Esta elección se ha decidido para que «en un corto espacio de tiempo se forme un espacio natural». 

Para la zona de jardín se optará por plantas decorativas como la abelia y la adelfa. Y aromáticas como lavandas y romero. 

Nuevos accesos. El proyecto del nuevo chiringuito también redefine los accesos actuales desde la carretera de Fuensaldaña, que califica de conflictivos porque «hay que realizar un giro brusco que puede entrañar situaciones de riesgo». En la nueva opción se busca la  «seguridad» de los usuarios, aunque ya hay una regulación semafórica muy próxima.