El cáncer de mama se dispara con más de 400 casos este año

Óscar Fraile
-

Los casos en los últimos nueve meses ya son más que en todo 2018 en Valladolid. La cifra de mujeres afectadas alcanza las 403 en 2019, una incidencia más alta que en cualquier de los siete años anteriores completos

Una mujer sometiéndose a una mamografía. - Foto: Rubén Serrallé

En lo que va de año, a 403 vallisoletanas se les ha diagnosticado un cáncer de mama. Se trata de una cifra más alta que en cualquiera de los últimos siete ejercicios completos y que confirma la tendencia alcista de los últimos años. Entre 2012 y 2018 la aparición de nuevos casos se ha ido incrementado muy poco a poco: 379, 383, 386, 390, 392, 396 y 399. Pero esto no significa que el sistema sanitario esté perdiendo la batalla contra esta enfermedad. Hay dos razones que explican esta tendencia. La primera, el envejecimiento de la población. «La expectativa de vida cada vez es mayor y, por lo tanto, cada vez hay más personas susceptibles de contraer la enfermedad», explica el presidente de la delegación provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Javier Arroyo. Y más si se tiene en cuenta que es más frecuente que el cáncer de mama aparezca a partir de los 45 años. De hecho, según los datos facilitados por la asociación, de los 403 nuevos casos de este año, en 353 las mujeres superaban esa franja de edad.

Otra de las razones que explica este incremento de la incidencia de los nuevos casos es la mayor concienciación social que ha adquirido la población femenina, que se está traduciendo en que más mujeres acuden a hacerse mamografías. «Es un tipo de cáncer que hoy en día se diagnostica más y mejor, porque tenemos signos que nos permiten detectarlo muy precozmente, y eso hace que el índice de supervivencia también haya aumentado», explica el presidente de la AECC.

Y así es. Si hace unas dos décadas el índice de supervivencia estaba en torno al 70 por ciento, actualmente supera el 90 por ciento. Este índice hace referencia al porcentaje de afectados que siguen con vida cinco años después de que se les diagnostique la enfermedad.

Es un porcentaje «muy bueno» si se tiene en cuenta que el índice de supervivencia para el cáncer en general está en torno al 60 por ciento.

Las campañas de concienciación han sido un factor fundamental en la lucha contra el cáncer de mama. La relevancia mediática del lazo rosa ha conseguido algo que en otro tipo de cánceres todavía es una asignatura pendiente. Por ejemplo, el colorrectal. Pese a ser el más frecuente, el porcentaje se personas que se someten a sistemas de detección precoz, como el cribado, está muy alejado de los objetivos que persigue la AECC. Según Arroyo, apenas el 36 por ciento de las personas susceptibles de someterse a estas pruebas responden a la llamada de Sanidad. «En el cáncer de mama lo estamos consiguiendo porque las campañas tienen un arraigo y las mujeres son responsables y acuden a los controles periódicos cada dos años, pero en el cáncer de colon, que es el más frecuente, todavía no hemos conseguido que la gente se conciencie para hacerse un test de cribado, que es una prueba sencilla y gratuita, y esto es tremendo, porque, detectado a tiempo, el cáncer de colon tiene un índice de supervivencia superior al 90 por ciento», explica.

Por otro lado, el aumento de la aparición de nuevos casos coincide con el ligero incremento del número de fallecidos. Si en 2017 murieron 83 personas por esta enfermedad y en 2018 fueron 84, en lo que va de año ya son 85, a la espera de cerrarse los dos últimos meses y medio.

La investigación. Ante este panorama, Arroyo asegura que el único camino para acorralar a esta enfermedad es la investigación, por eso reclama la puesta en marcha de un «plan nacional de investigación del cáncer» porque «está demostrado que con los recursos que destina ahora la Administración a la investigación del cáncer tenemos un índice de supervivencia de en torno al 55 por ciento, y que si se consiguen duplicar esos recursos, en diez años la supervivencia llegaría al 70 por ciento».

Arroyo recuerda que incluso la reina Letizia, presidenta de honor de la AECC, respaldó esta a finales del mes pasado. «Es importante seguir vertebrando la sociedad alrededor de ese valor tan importante como es la investigación científica y oncológica», dijo durante la celebración del Día Mundial de la Investigación del Cáncer.

Arroyo considera que la investigación «es la gran olvidada del progreso de la nación», y lamenta que en los últimos tiempos se haya reducido el dinero que se dedica a esta labor. «Yo he visto que desde la Consejería de Sanidad han incrementado recursos para cuestiones vitales de los enfermos oncológicos, como el transporte y la manutención, pero si queremos hacer frente al mayor enemigo sociosanitario que tiene la población, que es el cáncer, tenemos que destinar el dinero a la investigación, porque es el único camino», enfatiza.

El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres occidentales. El año pasado se diagnosticaron 33.307 nuevos casos en España. Desde la AECC destacan la importancia de luchar una enfermedad que, según sus previsiones, afectará a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida. Y en este sentido es muy importante la prevención, puesto que las posibilidades de curación son casi del cien por cien cuando el tumor se detecta en su etapa inicial.

De este modo, la mamografía es el método más eficaz. Aunque la AECC asegura que lo ideal es hacer estas pruebas a partir de los 40 años, al menos una vez cada dos años, el Programa de Detección Precoz de la Consejería de Sanidad realiza estas pruebas cada dos años a las mujeres de entre 45 y 69 años.