Trece mil setecientas diez personas faltan cada día a su puesto de trabajo sin ninguna justificación en Castilla y León. Una cifra que supone la pérdida del 1,6 por ciento de las horas pactadas por convenio sin parte de baja médica y que sitúan a la Comunidad con la tercera tasa más alta de todo el país, superando en dos décimas la media estatal (1,4%). Junto a estos, otros 47.130 tampoco van a trabajar, aunque estos sí que cuentan con justificante médico, lo que eleva por encima de las 60.000 la cifra de empleados que cada día no acuden a sus empleos en Castilla y León.

En total, la cifra de absentismo laboral autonómico durante el primer trimestre del año ascendió hasta el 7,1 por ciento de las horas pactadas por convenio, mismo porcentaje que a nivel estatal, y que supone una variación interanual de 0,9 puntos, según se desprende del Informe Trimestral sobre el Absentismo Laboral publicado por Randstad.

Por sectores, la industria y los servicios son los que presentan las tasas más elevadas de absentismo en Castilla y León, con unas tasas del 7,4 y 7,2 por ciento, superiores en ambos casos a la media regional. Igualmente, también comparten una cifra muy similar de faltas de trabajo sin justificar (1,7 y 1,6 respectivamente).

15.000 personas faltan cada día a su trabajo sin justificación

Muy por detrás, y tirando hacia abajo de la tasa autonómica se encuentra la construcción, donde el absentismo alcanzó durante los primeros tres meses del año el 4,8 por ciento, de las que solo el 0,4 no presentaban baja médica que las amparase.

Unos datos que se enmarcan entre los meses de enero y marzo de este año, cuando la sexta ola de la pandemia tuvo un impacto muy importante en la Comunidad, anotando durante varias jornadas récords de contagios por coronavirus. En cualquier caso, desde Randstad reconocen que el absentismo laboral «se configura como un problema grave para las empresas españolas, con un impacto directo sobre la productividad y los costes empresariales, lastrando asimismo su competitividad».  

Por su parte, el director del Adecco Group Institute, Javier Blasco, reconoce que «no todo el absentismo laboral puede eliminarse», ya que una parte de él es consecuencia de que la gente enferma. «Las ausencias laborales también influyen enormemente en la motivación de las personas y en la cultura de las organizaciones», matiza, y advierte de la necesidad de que las empresas favorezcan los espacios de trabajo «de inclusión y diversidad», sobre todo en un entorno pospandemia, marcado por «los desafíos de la salud mental» y «el envejecimiento de la población».

53,15 días de baja

Durante el primer cuatrimestre de este año, la duración media de las bajas por incapacidad temporal por contingencias comunes enCastilla y León rondaron los 53 días, según el XI Informe Adecco sobre Empresa Saludable y Gestión del Absentismo. Un documento en el que se refleja que entre enero y abril la Comunidad se iniciaron 65.921 procesos de bajas por este motivo, que tuvieron un coste de 121,3 millones de euros para las mutuas y de 96,6 millones para las propias empresas.

 Unas variables que durante el 2021 alcanzaron los 160.787 casos de baja, por valor de casi 600 millones de euros para mutuas y empresas. Por otra parte, el absentismo durante el pasado año supuso que enCastilla y León se dejaran de trabajar, de media, 93 horas, la onceava a nivel nacional (106 horas).Esto, a grandes rasgos, supone casi doce jornadas laborales perdidas por los trabajadores de la Comunidad. 
Estadística que el ejercicio pasado volvió a liderar el País Vasco, donde el tiempo perdido por absentismo es más grande, escalando hasta las 132 horas de trabajo por asalariado, seguido por Cataluña (117) y Asturias (107).