Sucesión de parques y dotaciones

Jesús Anta
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Jesús Anta nos adentra en los entresijos del Paseo de Juan Carlos I en la sección Callejeando

Sucesión de parques y dotaciones - Foto: Jonathan Tajes

En el pasado era una carretera de circunvalación (y tal era el nombre que tuvo hasta no hace tanto), que bordeaba la ciudad ciñendo barrios de Delicias, Pajarillos, Pilarica y Belén. Algo más de una quincena de servicios y dotaciones van pespunteando sus cinco kilómetros de longitud.

Comienza el recorrido allí donde el paseo del Arco de Ladrillo pierde su nombre para dar paso a la carretera de Madrid. Junto a la conocida torre de FASA, edificio recientemente restaurado para revestir fachadas y cubierta de medios medioambientalmente eficientes que permiten darle una nueva y confortable vida.

El recorrido del paseo sirve para hacerse una idea de cómo Valladolid rompió sus costuras históricas  durante los años  del desarrollismo industrial: los barrios que bordea -ahora realmente los atraviesa-  fueron creciendo para acoger a las remesas de emigrantes procedentes sobre todo de los pueblos de la provincia, colmatando todo el suelo con viviendas, sin dejar resquicio alguno para centros escolares, dotaciones deportivas, salas culturales o parques. Por eso la mayoría de todas estas imprescindibles construcciones se han ido levantando en la acera de la derecha. Es decir, en las parcelas al otro lado del paseo que las viviendas no llegaron a ocupar. Eso hace que centros médicos, residencias, colegios, institutos, polideportivos, etc. estén ordenados linealmente uno a continuación del otro.

También los parques y jardines que Delicias o Pajarillos disfrutan se encuentran en la misma alineación que el resto de servicios. 

En definitiva, pareciera que existe un diálogo entre los portales consignados con la numeración impar y el borde del otro lado del paseo, en el que pasan parte de su día escolares, personas mayores y  gente haciendo ejercicio en las verdes laderas de Canterac, Fuente de la Salud o parque Patricia.

Ahora la verdad es que el crecimiento de la ciudad de los noventa ha saltado el paseo y se han construido barriadas enteras al otro lado: son un buen ejemplo tanto el conocido como plan parcial Canterac (inmediato al hospital Pío del Río Hortega),  como  Los Santos- Pilarica (donde aún quedan extensas parcelas en espera de ocupación). Por eso, el paseo Juan Carlos I ha dejado de ser una circunvalación para convertirse en otra calle más de la ciudad.

De entre todas las dotaciones que acotan el paseo, en las que abundan los centros docentes,  hay algunas que tienen cierta singularidad.  

El Centro de Menores Zambrana, un lugar de internamiento de menores que cumplen condena por algún acto delictivo; el Centro Cívico Delicias, el primero que se construyó en la ciudad (año 1983), tras las elecciones municipales democráticas de 1979,  con un teatro municipal anexo de 450 butacas; el Espacio Creativo García Benito (1891-1981) que rinde homenaje a uno de los pintores más reputados de Valladolid; el centro de Formación Profesional Ocupacional sito en la carretera de Villabáñez;   el complejo dotacional que aprovechó el espacio y naves del antiguo mercado central del barrio de Pajarillos y que se nuclea en torno a la plaza del biólogo José Antonio Valverde, conocido como ‘el padre de Doñana’... amén del parque del Servicio de Extinción de Incendios o el Centro Hospitalario Padre Benito Menni.

Mas, el que este paseo estuviera, digamos, extramuros de la ciudad consolidada no significa que carezca de referencias importantes que tienen un hueco en las crónicas de la historia de Valladolid, de entre la que podemos señalar la fuente de la Salud, que hunde sus raíces y aprecio ciudadano en el siglo XVI; o el puente de la tía Juliana inmediato al camino que conducía al puente de la Reina, ambos ligados a la Esgueva, el entrañable río de discutido nombre femenino que Juan Carlos I atraviesa.

No obstante, también debe señalarse que al paseo asoma el último reducto de chabolismo de Valladolid: justo en su primer tramo aún perviven en espera de una solución definitiva las infraviviendas del camino de Juana Jugán. 

Llega un momento en que Juan Carlos I discurre en paralelo a la línea ferroviaria Madrid-Irún. Al otro lado de la vía está el barrio Belén y el Campus Universitario Miguel Delibes. Y junto al apeadero que presta servicio al Campus, termina su recorrido esta antigua carretera de circunvalación elevada a la categoría de paseo.