El comercio carga contra la «imposición» del plan energético

David Alonso
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El presidente de Conferco, Adolfo Sainz, critica una medida «sacada de la noche a la mañana» y lamenta que «no se ha contado con el sector», mientras que el de ATA, Domiciano Curiel, pide que «den ejemplo ellos primero»

Imagen de una tienda de ropa con las puertas abiertas. - Foto: Javier Pozo

El comercio autonómico está que echa chispas con el plan de ahorro energético aprobado este lunes por el Gobierno central que recoge medidas como  limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, apagar los escaparates a las diez de la noche o instalar puertas automáticas para evitar que se desperdicie la temperatura interior. «Es una auténtica locura», resume visiblemente enfadado el presidente de la Confederación Empresarial Regional de Comercio de Castilla y León (Conferco), Adolfo Sainz, que no oculta que al sector le parece «muy mal» las medidas adoptadas por el Ejecutivo central, al que acusan de «volver a imponernos decisiones». «Es una imposición que se han sacado de la noche a la mañana sin contar con nosotros», continúa Sainz, que sostiene que «somos los propios comerciantes los que llevamos desde enero aplicando medidas de ahorro». 

En este sentido, asegura que desde que a principios de año comenzó el alza de los precios de la luz y los carburantes, los comerciantes de Castilla y León apagan las luces cuando no es necesario, al igual que ocurre con la calefacción o el aire acondicionado. «No es lo mismo un comercio en Soria que en Sevilla. No pueden aplicar el mismo baremo para la calefacción o el aire en zonas tan distintas», ejemplifica Sainz.

Sobre otra de las medidas más polémicas, la instalación de puertas automáticas en las zonas de acceso para impedir que se queden abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior, el presidente de Conferco se pregunta si el Gobierno va a subvencionarlo. «No nos pueden imponer algo así sin ayudarnos económicamente», critica, al tiempo que arremete igualmente contra el apagado de luces. «¿Cómo vamos a apagarlas a las diez de la noche ahora en verano, o en navidades, cuando son épocas de máximo consumo?», se pregunta el dirigente regional. 

Igualmente duros con el plan de ahorro energético, que en principio tendrá de vigencia hasta finales de 2023, se muestran desde la Asociación de Trabajadores Autónomos de Castilla y León. «Somos los primeros en intentar ahorrar, pero tenemos que conjugar también que los clientes estén a gusto», apunta su presidente, Domiciano Curiel, que reclama a las administraciones públicas que «empiecen por dar ejemplo antes de imponernos».

En este sentido, muestra su malestar con una decisión que, a su parecer, produciría «incomodidades entre los clientes». «No puedes tener el aire a 27 grados si en la calle hace 40, porque no entraría nadie», al tiempo que reta al Ejecutivo central a explicar que ocurrirá con aquellos establecimientos que necesitan tener las cámaras frigoríficas encendidas todo el tiempo. «¿La inspección de Trabajo va a ir a las pescaderías a ver si apagan las cámaras?», se pregunta el dirigente autonómico de ATA.