«La población bielorrusa no es partícipe, no apoya esto»

M.B
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Dani Gordo, a sus 40 años, y tras pasar por los banquillos del Ademar, del Kyndil (Islas Feroe), del BM Nava o de la selección de Brasil, se encontraba hasta hace una semana dirigiendo al Meshkov Brest bielorruso

Dani Gordo, en Bielorrusia.

El 24 de febrero, el vallisoletano Dani Gordo se encontraba en Szeged (Hungría) jugando con su equipo, el HC Meshkov Brest, ante el conjunto de Juan Carlos Pastor. Ese mismo día, Rusia comenzaba la invasión de Ucrania. Dani regresó a Brest, a unos 40 kilómetros de la frontera con Ucrania, aunque alguno de sus jugadores ya no volvieron a sus casas. Una semana después, por consejo de la Embajada española, decidió salir de Bielorrusia, vía Polonia para llegar a Valladolid.

¿Cómo se encuentra?

Resignado, creo que es la palabra. Por una parte, ves que los tuyos están tranquilos porque te ven en casa. Pero no es menos cierto que dejas allí gente, amigos, un club, jugadores... es duro porque es una sensación de que les abandonas. Pero la decisión es muy meditada y hemos hecho lo que teníamos hacer. El no acertar hubiera sido la peor decisión de mi vida. Me llegaron a decir incluso que no dejaba de tener una oportunidad que los de allí no van a tener. Es duro, pero es una guerra y lo prudente era volver a casa y si todo se normaliza, volver.

¿Cómo están ahora en Brest?

Bien, bien. De momento, en lo que se está notando es en la economía, al cambio con el rublo (que cada vez es más caro), que está afectando a los bolsillos. El cierre de negocios, de fábricas, las visas... a ver cómo queda. 

¿Y en el día a día?

No se nota. Es verdad que cuando volvimos de navidades vimos movilizarse tanques, camiones militares... pero supuestamente eran ejercicios entre Rusia y Bielorrusia, en territorio bielorruso, no le dimos más importancia. Brest está a 40 kilómetros de la frontera con Ucrania y no vimos, no palpamos nada, pero eso cambia de la noche a la mañana.

Tuvo que salir casi con lo puesto...

Estábamos en Szeged jugando contra Pastor cuando empezó todo. Hubo jugadores que se quedaron allí porque, al no ser comunitarios, podrían tener problemas para salir del país. Entonces no se sabía la implicación de Bielorrusia y además se hablaba de una guerra de 4-5 días. Alguno de forma prudente se fue a su casa. Otros se quedaron en Varsovia. Ese fin de semana ya empezamos a recibir mensajes de embajadas para abandonar el país de manera inmediata. Nos reunimos con el club y, aunque quería que nos quedáramos un poco más, entendemos que hacerlo es un riesgo. Además de las llamas de familia, consulado... Hicimos Brest-Varsovia en coche y luego vía Amsterdam a Madrid.

¿Qué le cuentan desde el club? 

De momento, han puesto un entrenador interino, que ha dirigido ya el último partido. Estamos en contacto, mandándoles información, vídeos... La Liga se sigue jugando allí, aunque la Seha (patrocinada por Gazprom) se ha suspendido hasta nueva orden. Está todo en el aire.

¿Del club, hay alguien en el frente?

Teníamos un chico que este año estaba en el servicio militar, que son 18 meses y obligatorio. En enero empezó a faltar a los entrenamientos, cada vez más. Nos dijeron que estaban incrementando los ejercicios, enseñándoles a disparar. Creo que ha vuelto a la disciplina del grupo, sin tener que incorporarse.

Y desde Valladolid, ¿ahora qué percibe?

Esto es una barbarie. No hay ni buenos ni malos, es una guerra. Pero tengo claro que la población bielorrusa no es partícipe de esto, nadie apoya esto. Bielorrusos y ucranianos son hermanos, tienen mismas costumbres, idioma, parentesco... Es algo ilógico que Bielorrusia esté dando soporte a esto e imagino que muchos no saben ni dónde van.

¿Volverá?

Lo que quiero es que acabe esto y deje de morir gente inocente. Están destruyendo un país. Si la situación es óptima y la embajada lo permite, volveré sí. Tenía dos años de contrato. A ver qué pasa con el año que viene con la EHF.

¿Hay algún jugador de fuera de Bielorrusia que siga allí?

Sí.  Hay tres, un serbio, un esloveno y un checo. Las situaciones personales de cada uno son entendibles.

La experiencia allí estaba siendo complicada, pero positiva.

Estábamos en el primer año, sacando dos victorias al segundo clasificado en Liga. Y en Liga de Campeones quedaban dos jornadas, era muy difícil meternos en la segunda  fase pero habíamos hecho una reentrada buena en la competición tras las navidades. Era un primer año complicado después de que ellos firmasen el mejor año de su historia. Ha habido muchas interferencias, de covid, lesiones... es un sitio ya complicado porque hay mucha presión. Pero lo importante es que esto acabe y los que se han quedado allí son para mí unos héroes.