Argüello: de Tierra de Campos a pastor de la Diócesis

M.B
-

Al obispo auxiliar le llegó la vocación tarde, pero conoce la Iglesia de Valladolid como la palma de su mano. «Es cercano y campechano», aseguran los que más conocen al nuevo arzobispo de Valladolid

Luis Argüello. - Foto: Rubn Cacho ICAL

Natural de la misma localidad, la palentina Meneses de Campos, de la que el expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo y el exdirigente del Partido Popular Pablo Casado descienden por parte de abuelos paternos, Luis Argüello presume de ser de la Vieja Castilla, de Tierra de Campos, con familia en otras localidades, como la vallisoletana Morales, y origen en Valdenebro de los Valles, de donde era su abuelo Pedro (médico de profesión y que fue el que se asentó en Meneses). A pesar de tener una vocación tardía (o eso dicen los expertos porque él fue muy católico desde pequeño), ya que fue ordenado presbítero en 1986, a los 33 años, el nuevo arzobispo de Valladolid conoce su Iglesia como la palma de su mano. Se ha pateado toda la provincia, cada parroquia y ha estado allí donde le han necesitado (ordenaciones, eucaristías, movimiento catecumenales...). Esta última Semana Santa (es una persona muy comprometida con la misma) acudió a todas las procesiones y luego hizo un informe con los pros y contras sobre estas y sobre las cofradías.

Aseguran los que más le conocen que es «cercano y campechano», añadiendo sus familiares «muy trabajador y muy bueno, como todos los Argüellos». En la Iglesia se recuerda que, por primera vez en muchos años, un vicario o obispo auxiliar se queda en la misma Diócesis. ¿Por cuántos años? Dependerá, primero, de su salud; y segundo, de si no es requerido para otras instancias.

Es Luis Javier Argüello García, nacido el 16 de mayo de 1953 en Meneses del Campo (Palencia), licenciado en Derecho y Magisterio, y profesor en la Universidad de Valladolid antes de recibir la llamada de Dios. 

Argüello, segundo por la derecha, cuando fue ordenado diácono. Argüello, segundo por la derecha, cuando fue ordenado diácono. A los 11 años llegó a Valladolid, al internado del Colegio de Nuestra Señora de Lourdes, donde estuvo desde 1964 hasta 1971. Ahí ya empezó a destacar por su capacidad intelectual, recuerdan desde los Antiguos Alumnos del centro escolar, recibiendo el premio extraordinario en Bachillerato. «La experiencia de pasar por el colegio fue señal de fe», llegó a decir Argüello.

«Sus profesores lo retrataban por su aplicación y comportamiento ejemplar, por sus calificaciones, por su condición de congregante del Niño Jesús, cruzado eucarístico y congregante de María Inmaculada y San Juan Bautista de la Salle», escribió Javier Burrieza de él en la revista 'Unión'.

Estudió Derecho antes de ir alSeminario y tuvo cierta cercanía en aquellos años de joven con el Partido Comunista.

«A mí me ha marcado muchísimo mi madre, no sería creyente sin mi madre. Mi madre, mi pueblo, el colegio, la Universidad... fui al Seminario y José Delicado quiso que ya no saliese», asegura sobre su madre Juanita (su padre, Luis, vive entre Meneses y Valladolid a sus 101 años). 

El 27 de septiembre de 1986 fue ordenado presbístero tras cursar Teología y Filosofía en el centro de los Padres Agustinos en Valladolid. En la Catedral y de manos del entonces arzobispo, José Delicado Baeza, coincidió con la ordenación de Jesús García Gallo (hoy delegado de Patrimonio), Juan Carlos Fraile (hoy en Medina de Rioseco) y Jose María Ortega Carazo (en Medina del Campo). Los dos primeros fueron los elegidos por el propio Argüello para acompañarle el día que recibió la consagración episcopal como obispo auxiliar en 2016.

?Antes de ello, fue, desde su ordenación, formador del Seminario Diocesano de Valladolid (de 1986 a 1997), llegando a ser su rector de 1997 a 2011. Fue vicario episcopal de la ciudad y miembro del Consejo episcopal durante tres etapas (1986-1997, 2003-2009 y 2010-2011), delegado de Pastoral Vocacional (entre 1997 y 2012), moderador de la capellanía del Monasterio de la Concepción del Carmen (1997-2011) y miembro electo de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral (de 2003 a 2008).

Y hasta ese nombramiento episcopal, también vicario general y moderador de la Curia (2011-2016); miembro del Colegio de consultores (2000-2016); miembro de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral (2010-2016); miembro del Consejo de Asuntos Económicos y del Consejo Episcopal (2011-2016); miembro de la Comisión Permanente del Consejo Pastoral (2013-2016); y miembro de la Comisión para el Diaconado Permanente (2014-2016).

En noviembre de 2018, fue nombrado secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cargo que, en principio, dejará el próximo noviembre.

«Es una persona con gran conocimiento de la Diócesis, por todo lo que ha pasado. Siempre ha estado en una proyección diocesana y eso hace que el conocimiento real de la diócesis lo tenga. No es uno nuevo. Esa fase de ganarse a la gente ya lo tiene hecha», aporta García Gallo, añadiendo que es «una persona entregada, que cree que en lo que hace, que pone pasión».

«Me ayudó muchísimo. Me facilitó mi integración en Valladolid», añade Fraile, completando su análisis con «vi que era importante lo que podía aportar al conjunto».

Apoyo, moral y económico; cercanía con los pobres (hasta acogerlos en su casa); respeto; autenticidad; formación; y siempre un paso por delante son algunas de las aportaciones que hacen sus allegados.

Luis Argüello ha lidiado, como portavoz de la Iglesia en España, con muchos frentes, y siempre ha dado la cara. Por poner un ejemplo: aseguró hace unos años, sobre la entrevista del papa Francisco en la que dijo que los muertos son para ser enterrados, no para ser escondidos, en referencia a las víctimas de la guerra civil y el Franquismo que aún siguen desaparecidas en España, que él también tenía un tío desaparecido y le gustaría saber dónde está. Como el Papa no rehuye las nuevas tecnologías y es activo en las redes sociales, con más de 7.600 seguidores en Twitter.

Ahora afronta el reto de ser el pastor de la Iglesia de Valladolid en sustitución de Ricardo Blázquez. De Tierra de Campos a arzobispo.