La mala suerte parece perseguir a la Esgueva Bike Race, la prueba cicloturista del valle Esgueva, que este fin de semana tenía prevista su IV edición en Fombellida. A última hora del viernes la prueba quedó suspendida por la Agencia de Protección Civil de la Junta de Castilla y León debido a las altas temperaturas previstas para estos días y al alto riesgo de incendios existente en la región.
Esta prueba tuvo su primera edición en 2017, cuando una lluvia invernal que no cesó en 2 días impidió el marcaje de los caminos y la propia salida. Después un fuerte viento arruinó la paella final que prometía fiesta. En 2018 una tormenta en la tarde del domingo convirtió en intransitables algunos tramos del recorrido y complicó mucho las tareas de la organización. En 2019, la modalidad Non Stop quedó suspendida cuando a causa de una terrible tormenta la mayoría de los corredores decidieron no terminar el recorrido, además de provocar graves daños materiales a la organización.
En 2020 y 2021 no se pudo celebrar por la pandemia y en 2022, cuando parece que por fín todo vuelve a la normalidad y sin tormentas a la vista, el exceso de temperaturas y el riesgo de incendios hacen que la Junta de Castilla y León cancele esta prueba a tan solo 24 horas del comienzo de su modalidad Non Stop.
"Se trata de una prueba que quiere dar a conocer el valle Esgueva para la práctica del MTB. Su paso por 10 pueblos de nuestro valle con muchos cruces hace que tengamos que destinar muchos recursos a temas de tráfico. Además se trata de un recorrido largo de 134 que se marca en su totalidad, es una prueba con 3 modalidades, una de ellas de 24 horas que requiere una logística compleja. Por suerte hemos tenido el apoyo de todo el valle del Esgueva y no han faltado patrocinadores y voluntarios, pero estas cosas suponen mucho trabajo y la climatología siempre nos ha complicado aún más. Somos un club pequeño que sacamos esto sin ánimo de lucro y con mucho esfuerzo. La edición de 2022 se ha cancelado en el último momento a pesar de que la previsión de altas temperaturas y el riesgo de incendio se conocía desde hacía días. Nos negamos a aplazar la prueba sin una garantía de que no volverá a ocurrir lo mismo, porque si fuera así provocaría más gastos no recuperables y agravaría más aún la ya delicada situación en la que nos encontramos. Desde el momento de la cancelación de la prueba hemos avisado por correo electrónico, redes sociales y por teléfono a los más de 200 corredores que estaban inscritos ya que algunos venían desde provincias como Almería, Murcia, Zaragoza o Valencia. Estamos tratando de que nuestros proveedores no tengan pérdidas y tratando de devolver a los participantes el mayor porcentaje posible de las cuotas de inscripción. Nuestra paciencia tiene un límite y no vemos probables futuras ediciones de esta prueba", asegura Paloma Merino, organizadora de esta prueba.