Los sindicatos se oponen a la nueva 'policía de barrio'

A.G.M.
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SPPME, CSIF, CCOO y UGT rechazan la pérdida de un complemento de «unos 100 euros mensuales», mientras la Concejalía de Seguridad defiende que el único objetivo es adaptar un servicio «obsoleto» y que haya «policías durante más horas en las calles»

Un agente de la Policía Local.

El Ayuntamiento se ha topado con un problema inesperado entre los sindicatos con representación en la Policía Local. Los cuatro (CSIF, SPPME, CCOO y UGT) en bloque rechazan la reorganización del servicio de 'policía de barrio', que pretende actualizar una operativa que data de 1996 (cuando se creó esta unidad) para adaptarla a las nuevas necesidades de los cinco distritos, pero que está chocando frontalmente con la representación laboral.
El principal escollo se encuentra en lo económico, ya que cada uno de los agentes que conforman este servicio de 'policía de barrio' podría perder «una media de cien euros brutos mensuales». «Es el cálculo de los sindicatos», según especifica el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino, quien apunta que «la cantidad final es algo inferior» y que, en cualquier caso, asegura que se ajusta a los nuevos turnos que se pondrían en marcha en los primeros días de abril, una vez que se incorpore la última hornada de policías locales.

HASTA 95 AGENTES

La 'policía de barrio' cuenta actualmente con 50 agentes y el objetivo fijado por el Ayuntamiento es llegar a 95, con el mismo objetivo de «cercanía» que la impulsó hace 25 años, pero «adaptada a los nuevos horarios de los colegios y las tiendas», tal como argumenta Palomino. Así, el plan es pasar del turno partido actual (de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas, solo de lunes a viernes) a uno continuo, de modo que los policías estarán tres semanas de mañana (8.00-15.00 horas) y una de tarde (15.00-22.00) durante el curso, para modificarse ligeramente (7.30-15.00 y 14.30-22.00) en Navidad, Semana Santa y verano, 16 semanas en las que, además, asumirán también guardias durante los festivos y los fines de semana; turnos que llevan pluses, pero cuya compensación económica no llegaría a cubrir.
«Todo el mundo consideraba que el horario, que es del año 1996, estaba obsoleto y el objetivo era que hubiera policías durante más horas, por lo que se plantearon los nuevos turnos», recuerda el edil de Seguridad, quien asegura que «los sindicatos también lo veían así y estaban de acuerdo en los nuevos horarios, pero el problema surgió al desaparecer el complemento de la penalidad que supone trabajar en jornada partida».
Los 2.000 euros menos anuales que los policías de 'barrio' pierden por ese doble turno no se compensarían por completo con los pluses por trabajar en fines de semana y festivos, de tal modo que los sindicatos cifran en cien euros brutos la pérdida que tendrá al mes cada agente que esté en 'policía de barrio'. José Carlos Galindo, del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) defiende que «un cambio no puede empeorar las cosas, las condiciones de los compañeros» y cree que «no es lo mismo tener un turno todo el año que cambiar Navidad y Semana Santa y verano», por lo que desde esta organización se aboga por la necesidad de intentar mantener un complemento y que ningún policía gane menos dinero con el cambio de turnos.
El concejal Alberto Palomino afirma que la pérdida no llega a las cifras manejadas por los sindicatos y, en todo caso, mantiene que no deben pagar por conceptos que no existen: «No podemos inventarnos un complemento para que estos agentes sigan cobrando lo mismo que cuando estaban con jornada partida».

OPERATIVIDAD

Al problema de la pérdida económica se unen también las críticas de los sindicatos sobre las «carencias» que supondrá este nuevo turno para la «operatividad policial», al «agrupar muchos más agentes por las mañanas que por las tardes», según censura Galindo. Tesis a la que se suma Javi Naranjo, de CSIF, quien apunta también el «desequilibrio» de un modelo que concentra a muchos más agentes por las mañanas que por las tardes. «Nosotros sí apoyamos quitar la jornada partida pero sin la merma económica que supone para los compañeros. Hay que buscar otras opciones», apostillan desde CSIF.