CyL asume el mando de la revolución de las energías renovables

SPC
-

Junta y expertos coinciden en la posición estratégica que ocupa Castilla y León en la descarbonización de la economía gracias a sus pioneras redes de calor, su apuesta por la biomasa y las nuevas energías verdes

(I a d) Óscar Gálvez, Javier Díaz, Elías Hernández, Juan Carlos Suárez-Quiñones, Francisco Carro, Rafael Gajate, y Miguel Mayrata, en la jornada divulgativa de Promecal. - Foto: J. Tajes

Castilla y León ocupa una posición predominante en una de las carreras más importantes que se están desarrollando ahora mismo a nivel mundial. La descarbonización de la economía, la revolución de las energías renovables y el fin de la dependencia de los combustibles fósiles se ha consagrado como uno de los retos más acuciantes que viven las economías desarrolladas, conscientes del impacto de los combustibles tradicionales sobre el medio ambiente, de su carácter limitado y de las tensiones geopolíticas provocadas por sus principales productores. Y en este campo, Castilla y León tiene mucho que decir. «Tenemos un amplísimo territorio, tenemos agua, no dependemos de terceros para generar energía, en definitiva, hablamos de soberanía energética», reconoce el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que se congratula de que «pocos gobiernos autonómicos»  tienen «las ideas y las experiencias» que tiene el Ejecutivo regional en materia de renovables. 

«Empezamos hace 15 años con la biomasa cuando nadie hablaba de la biomasa. No se hablaba de renovables entonces y nosotros ya estábamos empezando», reconoce el responsable autonómico durante una jornada divulgativa del Grupo Promecal, acompañado por un plantel de expertos en la materia como Elías Hernández, director general de Enso; Javier Díaz, presidente de Avebiom; Francisco Carro, director general de Tresca; Miguel Mayrata, director de diversificación de negocio de Redexis; y Rafael Gajate, responsable de comunidades solares y autoconsumo colectivo de Iberdrola.

Un marco en el que el consejero del ramo recuerda que la apuesta de Castilla y León por las energías renovables se deja notar en también dentro de las ciudades gracias a las redes de calor instaladas. «Tenemos 165 megavatios de energía térmica en redes de calor instaladas actualmente», señala Suárez-Quiñones, que recuerda proyectos como los de la ciudad de Valladolid o León, o el proyecto de Ponferrada (León). El objetivo es claro para la Consejería: «Nuestro ejemplo es Copenhague». Una apuesta por descarbonizar el calor y el agua caliente de las ciudades que se va a redoblar con la instalación de otros 180 megavatios de instalaciones, con una inversión de 150 millones públicos y otros 150 privados.

La Administración autonómica, insiste, tiene claro el proceso a seguir para liderar a nivel nacional y europeo la descarbonización de la economía, asentar la soberanía energética regional y dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles. Plantas fotovoltaicas, biomasa, biometanol, o hidrógeno son el camino que Castilla y León está marcando para el resto del país. «Todo ello de la mano de la parte privada», reconoce Suárez-Quiñónes, que asumen que «si la industria no se descarboniza no va a ser competitiva y va a ser expulsada del mercado». Ahora ya no es una opción. O rebajas los costes energéticos o te quedas fuera».

Una realidad que ratifica Elias Hernández, director general de Enso, que señala como las renovables «no solo es un punto a favor para comercializar, sino que también es un mecanismo importante para ser competitivo». Declaración que acompaña del ejemplo de la planta vallisoletana de Acor, que se va a descarbonizar al 100 por 100 para multiplicar su competitividad. «No va a haber un solo sector renovable, va a haber muchos», añade este experto, que sostiene que, a nivel de economía circular, «Castilla y León tiene lo que no tiene nadie».

Aprovechar las opciones

 Miguel Mayrata, director de diversificación de negocio de Redexis, acompaña esta valoración y celebra que Jla unta deCastilla y León «es de las pocas, sino la única» que plantea la descarbonización «en su más amplio espectro». «Aquí se habla de todos los carriles necesarios para llevarlo a cabo», continúa el directivo, que también apunta al biogás como uno de los vectores sobre los que se puede apoyar la revolución energética autonómica. «Castilla y León tiene un sector ganadero importantísimo como mucho subproducto que se puede utilizar», explica, y se apunta a la teoría de que la Comunidad «tiene capacidad de generar su energía». «¿Para que comprarla fuera si puede generarla aquí con los ingentes recursos energéticos que hay?», se pregunta, al tiempo que menciona otros dos elementos como la biomasa o el hidrógeno.?

Precisamente dentro de la biomasa, Javier Díaz, presidente de Avebiom, sostiene que lo que se ha hecho en Castilla y León «es un ejemplo a seguir y varias comunidades lo están imitando». «La entrada del 'District Heating' ha sido un salto para España», y cifró en el 15% el número de calefacciones que actualmente ya funcionan como biomasa. «Tenemos cinco millones de hectáreas forestales, y un fondo de armario muy importante», añade para destacar el potencial autonómico en esta materia, al tiempo que destaca como sirve para «dar otra utilidad a nuestros montes». 

Remeros y corriente

Francisco Carro, director general de Tresca, también se apunta a la idea de que la  Junta de Castilla y León «está asumiendo una posición de liderazgo» en la descarbonización. «Hacen falta remeros y corriente, y tenemos las dos cosas, remeros en el sector público, y la corriente del privado», que, tal y como desvela, «está viviendo un momento dulce». Además, apuntala la idea de que el hidrógeno verde «es el combustible del futuro». «Es magnífico porque es el primer combustible gaseoso que podemos producir nosotros con nuestros recursos, además, al quemarlo, el subproducto es agua. Es perfecto», resume Carro, que asegura que la Comunidad cuenta con los recursos primarios y el apoyo público y privado necesario para que, «al igual que en otras épocas de la historia nos ha tocado estar en segunda o tercera fila, ahora quizás nos toca estar en primera».

Por último, Rafael Gajate, responsable de comunidades solares y autoconsumo colectivo de Iberdrola, valora que el autoconsumo es una opción «viable y rentable» para los hogares al tratarse de una tecnología «muy madura y con costes bajos». «Iberdrola lleva muchos años apostando por autoconsumo», prosigue Gajate, que avanza que la energética ahora «va un paso más allá» para apostar por las comunidades energéticas. «Vamos a darle peso al autoconsumo colectivo», concluye.

Biomasa y despoblación

La apuesta de la Junta de Castilla y León por las energías renovables también tiene su impacto en la lucha contra la despoblación en la Comunidad. Así lo ratifica el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio durante su participación en una jornada divulgativa del Grupo Promecal, donde ratifica que «el compromiso de la Junta con biomasa es un compromiso con el medio rural». En este punto detalla que, a diferencia de otras renovables como las plantas solares o la eólica, la biomasa se traduce en empleos en zonas rurales que sirven para asentar población. «Cada 10.000 toneladas de biomasa son 12 empleos, y la no emisión de 8.000 toneladas de CO2», explica Suárez-Quiñones, que pone en ejemplo de la planta de Forestalia en Cubillos del Sil (León), que genera 360 empleos. «Es autentico empleo local y fundamental para el medio rural».

En esta línea, el responsable autonómico insiste en que «la iniciativa y la voluntad de la Junta esta clara», y agradece el trabajo realizado de la mano de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBiom), cuyo presidente, Javier Díaz, estaba presente en la mesa, por impulsar este sector y sus aplicaciones en la Comunidad. «Producimos un 196% de la energía que consumimos. Esta bien crear la energía verde, pero hay que aprovecharla y consumirla, no solo llevarla a Madrid o otros sitios», explica Suárez-Quiñones, que insiste en que las redes de calor por biomasa de Valladolid y León van a ser únicas en España. Además, también destaca la aportación de este sector a la limpieza de bosques «lo que repercute en una mejor lucha contra los incendios». «Un hogar con biomasa puede alcanzar un ahorro en la factura del 30-50%, en una industria alcanza el 45%. Son cifras espectaculares».

El sector de la biomasa es uno de los principales ejes sobres los que se viene asentando la revolución verde en Castilla y León. Una pata sobra la que todavía queda mucho margen de mejora, tal y como reconoce el presidente de Avebiom, Javier Díaz, que sostiene que «somos la comunidad que más potencial de crecer tienen en biomasa». «Podemos crecer en el consumo de biomasa de forma muy importante», insiste, y destaca que el 'District Heating' o calefacción urbana, «no necesita una biomasa muy refinada, y admite muchos tipos de madera, y eso hay que aprovecharlo». Es por ello que Castilla y León tiene una «ventaja importante» gracias a la gran industria maderera y forestal que ya tiene. «Es una solución eficiente, competitiva, y que para Castilla y León es muy oportuna», prosigue Díaz, que reconoce que hay países sudamericanos que vienen a Castilla y León a ver nuestras instalaciones, «porque somos un ejemplo».

El director general de Enso Global Energy Solutions, Elías Hernández, no oculta que en lo que se refiere a la economía circular y todas sus aplicaciones «nadie tiene lo que Castilla y León tiene». Además, sostiene que la ventaja que tiene la Comunidad es que puede aprovecharse de todos los frentes de energías verdes que van a surgir, porque, añade, «no va a haber un solo sector de renovables, sino mucho». «Si a eso le añades el apoyo de la Junta de Castilla y León, se convierte en uno de los actores que puede jugar un papel determinante a nivel económico y laboral en esta Comunidad». Apunta igualmente que quieren convertir Garray (Soria), donde está ubicada su empresa, en un 'hub' de renovables, en la que convivan distintos tipos, ya que, según él, «el cambio hacia lo verde no solo es un punto a favor para comercializar, sino que también es un mecanismo importante para ser competitivo».

Marco regulatorio

Desde Tresca, su director general Francisco Carro reconoce que la revolución verde en España está a la espera de que el marco regulatorio sea el adecuado. «La tecnología esta preparada y madurada, hay cantidades ingentes de dinero preparadas para invertirse en el territorio, y solo falta la pata del marco regulatorio», resume Carro, que pone como ejemplo a Portugal. «Nosotros vemos el riesgo en España es en el tema regulatorio, porque para hacer una planta de hidrogeno tenemos entre 18 y 24 meses de tramitación». En cualquier caso reconoce que el sector está viviendo una «época de efervescencia», y apunta que «queda mucho partido en esta materia». «Vemos que la Junta de Castilla y León está asumiendo el liderazgo», prosigue antes de ensalzar la labor que la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León desempeña en la Comunidad:«No hay otro Somacyl en Europa»

Dentro de la revolución renovable que vive Castilla y León y toda Europa, el director de diversificación de negocio de Redexis, Miguel Mayrata, hace un llamamiento para destinar los recursos económicos a lo que es más eficiente». «¿Alguien se piensa que va a electrificar un barco, o un avión, o un camión de transporte de largo recorrido?», se pregunta este experto, que hace hincapié en la necesidad de no apostar todo a una «misma energía» cuando «hay muchas más viables y ecónomicas». «No hay motivos para electrificar todo», resume Mayrata, que lamenta como España tiene el tercer potencia europeo de generación de gas renovable, «pero estamos a la cola de plantas en funcionamiento que inyecten gas renovable en el sistema». «La Junta de Castilla y León es de las pocas, sino la única, que cuando plantea los temas de descarbonizacion los plantea en el más amplio espectro», concluye.

Por el lado de las empresas energéticas, Rafael Gajate, responsable de comunidades solares y autoconsumo colectivo de Iberdrola, destaca la apuesta de la compañía por el autoconsumo como una opción «viable y rentable». «Queremos que la energía fotovoltaica de una planta pueda ser aprovechada por más de un consumidor», resume Gajate, que destaca como el Gobierno ha habilitado que la distancia máxima a la que se pueda llevar energía para el autoconsumo compartido ha pasado de 500 metros a dos kilómetros. «Iberdrola lleva muchos años apostando por autoconsumo y ahora vamos un paso mas allá y apostamos por las comunidades energéticas». Un marco para el que los tejados como naves industriales, colegios u otras tipologías pueden instalar placas solares y generar energía, de la que luego se aprovechen otros vecinos que lo contraten con Iberdrola para «acercar el autoconsumo a los que no tienen esta oportunidad».