Convencido de que la próxima edición de Pingüinos va a ser un rotundo éxito en participación, explica que no buscan romper récords año tras año, sino que aquellos aficionados a las dos ruedas que lleguen a Valladolid se marchen con buen sabor de boca. Pide mayor implicación a la Junta de Castilla y León y sigue insistiendo en que el objetivo de prolongar la concentración durante dos fines de semana, lo que podría duplicar la cifra de asistentes.

¿Cómo se presenta la edición de Pingüinos de este año?

Con muchas ganas de normalidad. En 2022 se hizo con mascarilla y batimos el récord, no quiero imaginar lo que puede suceder este año con las ganas que tienen los aficionados. Tiene toda la pinta de ser apoteósico, siempre y cuando nos respete la climatología. El récord o no depende de la lluvia. Si hace frío, pero en seco, seguro que estaremos otras vez en cifras espectaculares. No sabemos nada por el momento, dependiendo dónde mires ves una cosa u otra. Esperemos que acompañe la temperatura. 

¿Está todo listo?

Estamos en ello sí. Está todo previsto. Lo que tiene que estar preparado ya está y lo que no se irá haciendo en los próximos días. Está cumpliéndose la planificación perfectamente. Por temas de seguridad y por optimizar tiempos, una vez que pase el día 2 empezaremos a tope. Comenzamos a llevar las cosas más pequeñas a partir del día 8. Todo está cerrado y con alarmas, pero hacemos un complemento especial de seguridad. 

¿Cómo están funcionando las inscripciones de diferentes modalidades y precios?

Van a muy buen ritmo. Este año lo que estamos haciendo es separar mucho las necesidades de cada uno de los asistentes, con comida o sin ella, que no tengan nada, y ahora sacaremos por internet una más para los visitantes. Queremos saber qué supone toda esa gente, cuál es el impacto que tienen. Vamos a hacer una inscripción de asistencia únicamente, con su diploma y de esa manera sabremos qué peso tienen. 

¿La clasificación de las inscripciones está funcionando bien?

Sí. Antes era café para todos. Ahora mismo el que no quiere hacer la comida porque tiene su grupo o cualquier aspecto está economizando. A nosotros nos da mucha libertad en cuanto a previsión. Es algo muy complicado. Dar de comer a mil personas ya es muy complicado, pero si hablamos de ocho mil o nueve mil es muy difícil. 

¿Estas inscripciones a la carta han venido para quedarse?

Sí, pero también para evolucionar mucho más. 

¿En qué sentido?

Vamos a intentarnos adaptar mucho más a las exigencias que pida la gente. No queremos imponer nuestro criterio, sino lo que quiere el aficionado. Si el aficionado no quiere comidas, pues intentaremos que haya más puestos de comida, más alternativas, donde no le cueste nada en el bolsillo y externacionalizar el servicio.                                                                                                                                                                                                                                       

¿Con diferentes casetas y establecimientos?

Lo mismo que estamos ahora. Hacer dos zonas, una con puestos de comida y otra de 'food trucks' con diversas marcas. Lo estamos estudiando. Sería ya para la edición de 2024. 

¿Cuál serán las novedades de este año? 

Cuando me preguntan por la novedades, yo siempre digo que no debemos cambiar nada cuando funciona. Pero como novedad apostaría por la consolidación del jueves. Es un acierto total visitar el Museo de la Moto de Esguevillas. El año pasado parecía que el jueves era viernes. Y luego, dentro del espectáculo musical como novedad no será un concierto, sino un musical donde la gente se lo va a pasar en grande.

¿El objetivo es superar esos 38.000 inscritos dándoles la mejor calidad posible?

No tenemos ningún objetivo. Como socios nos gustaría tener una concentración de mil personas. Nos lo estaríamos pasando en grande. Disfrutando e integrados. Pero se ha fusionado con Valladolid. La gente viene. Y los 38.000 parece una cifra que representa el aprobado de la edición anterior. Pero lo importante no es el número. Siempre nos quedará el condicionante del tiempo, que puede bajar los inscritos en un 20 por ciento. La calidad es lo que más nos importa. Si tenemos que tomar una media para reducir el número de inscritos, lo vamos a hacer. La gente que llegue tiene que venir a divertirse. 

¿Están conformes desde el club con la situación de la ubicación en el pinar o se necesitan inversiones? 

En las instalaciones se hizo una fuerte inversión ya el año pasado porque con la pandemia se rompieron las terrazas ecológicas. Vándalos que no tienen nada que ver con las motos. Destrozaron los servicios. El Ayuntamiento blindó el edificio principal y los servicios. Alarma y demás. Ahora, no se puede meter dinero todos los años en el mismo sitio. Tienen que seguir dándole utilidad. Las ayudas no pueden ser para un evento concreto. Los dos edificios que quedan necesitan una inversión importante. Necesitamos muchos más servicios para los participantes.  Y luego hace falta espacio también para el resto de dependencias. Montamos ahora unas 40 casetas. 

Entonces, ¿no está acabado?

Los edificios que restan, si se dotan, se pueden usar también en otros eventos, como conciertos y demás. Será el siguiente mandato.   

¿Por dónde irán encaminados los Pingüinos de Oro este año? 

Será Izan Guevara, campeón del mundo de Moto 3, que estará aquí firmando autógrafos. Todos los Pingüinos de Oro que damos al final son campeones del mundo de Moto GP (bromea). También será el canal de televisión Dazn por acercarnos el deporte de la moto. Y también habrá una mención especial para Mapfre por una campaña de seguridad que realizará para la seguridad del acompañante de moto. 

¿Qué le pedirían a los hoteles y bares de la ciudad en cuanto al tema de subida de precios?

En bares no hay problema. No se modifican los precios. En cuanto a los hoteles, dos versiones. Una, que está caro porque hay mucha demanda y eso es un éxito para la concentración. Y otra que se triplican los precios y eso implica la masificación de este fin de semana, pero no de cara al futuro. Si le gusta el precio vendrá más veces. El problema es que son cadenas de hoteles y lo que quieren es aprovechar el fin de semana. Si es el propietario, estamos viendo que la tendencia es diferente a si es una cadena. Cada uno tiene que hacer su lectura. 

¿Es suficiente la implicación de los sectores que se ven beneficiados por la concentración?

No vemos una implicación  directa de los sectores. Los comerciantes de Avadeco atienden bien a sus clientes y le llevan los paquetes a casa. Suficiente. La hostelería colabora con Alimentos de Valladolid en el aperitivo de la Acera de Recoletos. Y luego las administraciones cada una en su medida. El Ayuntamiento, sin duda alguna. Y luego la Diputación. Otros, de los que deberían estar, no están. 

¿La Junta de Castilla y León?

Nos van a ayudar en una cantidad económica muy pequeña. Y lo único que le pedimos es que corran con el soporte de publicidad que les pedidos. En esta edición, les hemos dado como cuatro veces lo que nos dan y, a cambio, nos quieren cobrar el paso por un camino en el que está restringido el paso a vehículos de apoyo. Estamos apelando y nos sabemos cómo quedará. Nos piden 3.000 euros por pasar por un camino el fin de semana. Involucrada, lo que se dice involucrada, no se la ve. 

¿Habrá ruta gastronómica en la ciudad?

No creo que haga falta ni anunciarla. Está implicada toda la hostelería. A la gente de la moto les encanta todo esto. Van por todos los barrios para degustar las tapas, que las tenemos de todos los niveles. 

¿Se plantean salir más a la provincia? 

Lo ideal es que estuviéramos cada día en un lugar diferente. Pero no es tan fácil porque tienes que consolidar lo que tienes. No descartamos nada. Antes era casi de sábado y domingo y ahora de jueves a domingo. Poco a poco. 

¿Lo ideal sería hacer la concentración durante dos fines de semana?

Eso sería lo ideal. Conseguiríamos que las instalaciones tuvieran una capacidad para albergar el doble de personas. Y también vendría bien para que cada uno se dosificara en su trabajo. Sería lo ideal. Ese es el libro blanco, y hay que hacerlo poco a poco. Lo importante es consolidar la jornada del jueves, es un día más de concentración. Y luego, una vez que el jueves esté consolidado, iremos a por el miércoles. 

¡Hay muchos aficionados que llegan el miércoles por la tarde?

Sí. Nos están pidiendo que se abran las instalaciones, que están cerradas. Nos están pidiendo autorización, incluso si traen leña particular ellos mismos. Nos piden dormir ya e instalarse. La gente se ve con ganas. Tenemos un inscrito que viene ya desde el Canal de Panamá. 

¿Se han planteado también hacer algún tipo de cambios con el objetivo de que la concentración no sea siempre lo mismo?

Nadie nos ha dicho nada. Es más, cada cosa que hacemos nosotros como novedad, luego la vemos que la cogen otras concentraciones. Siguen lo que has iniciado tú. Servimos de referente para otras concentraciones. Nos gusta, porque no significa que nos copien, sino que lo estás haciendo bien. Siempre estamos innovando. Lo que hacemos antes es consolidar y somos muy críticos. Hay cosas que no podemos hacer, pero seguimos intentando innovar paso a paso. 

¿Cuál es la situación económica del club? ¿Están bien las cuentas y cuadran los balances?

Las cuentas de Turismoto están ajustadas. A todos los socios les pedimos trabajo. No vale con pagar una cuota, hay que trabajar. Somos muy conservadores en los gastos e intentamos que no nos cueste nada. Los proveedores están encantados de trabajar con nosotros porque somos muy cumplidores. 

¿Vendrá la ministra de Turismo a la concentración?

Sí, está previsto. 

En 2023 hay elecciones. ¿Teme que los políticos intenten aprovecharse de Pingüinos estando demasiado presentes en la concentración?

El año pasado ya ocurrió. Fuimos un escaparate de políticos no habituales. Nosotros recibimos a todo el mundo. Hemos vivido durante 40 años con diferentes partidos políticos y con todos ellos nos llevamos bien. Las ideas políticas pueden ayudar a tomar decisiones, pero no para imponer.