Argüello pide frenar políticas abortistas en los países pobres

D.V.
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El arzobispo de Valladolid apuesta por la "pequeña siembra" y ayudar a frenar la desigualdad con proyectos para favorecer una vida digna

Argüello pronunciará el Sermón de las Siete Palabras

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, hizo un llamamiento hoy a "unirse" a la campaña anual de Manos Unidas contra el hambre al considerar que "frenar" la desigualdad está en manos de todos y alertó de las políticas abortistas en los países pobres. No en vano, subrayó que mientras hay 200 millones más de hambrientos en el mundo en los últimos años se ha producido una "expansión" de las políticas anticonceptivas en favor del aborto, por lo que ante la "impotencia" de dar de comer a tantas personas se decide que haya menos comensales a la mesa. "Se viene a decir a estos países que padecen el hambre que no tengan tantos hijos por que no les podrán dar de comer", aseveró.

Con motivo de la presentación de la memoria anual de Manos Unidas, la nueva campaña y los proyectos que desarrolla la ONG, Argüello advirtió que la Agenda 2030 recoge entre sus primeros objetivos acabar con el hambre en el mundo en ese horizonte pese a que la realidad, tal y como reconoce la Organización de Naciones Unidas (ONU), es que ha aumentado el húmero de hambrientos, hasta los 825 millones. 

Un número que, según la FAO, habría que sumar los 2.310 millones que están en inseguridad alimentaria moderada o grave, al no poder comer una vez al día. "Ante esto, podemos decir apaga y vámonos o pensar en nuestra comprensión de la vida para que tenga sentido la pequeña siembra y así ayudar", precisó. En este sentido, recordó el lema de la campaña de Manos Unidas por que es posible frenar la desigualdad y está "en tus manos".

El arzobispo de Valladolid recordó, según recogió la Agencia Ical, que hay catástrofes naturales como el terremoto que ha asolado estos días a Turquía y Siria al igual que hay otras diferentes como la pandemia del COVID y algunas provocadas por la "libertad humana" como los conflictos bélicos. En este sentido, consideró que hay un objetivo "prioritario" de poner en la vida social y social para combatir la "radical" desigualdad que supone morir de hambre. "Hay que lanzar el grito de que es intolerable no hacer una apuesta por la vida y no favorecer la vida en todos los sitios", aseveró.

En el mismo sentido, el consilario de Manos Unidas en Valladolid, José María Gil, apostó por poner el foco en la persona y su dignidad y así evitar que haya un "doble mundo". En concretó, abogó por permitir la vida digna a través del trabajo decente y desarrollar todas sus capacidades ya que el dinero es solo una solución provisional para resolver una urgencia. Por eso, valoró la labor de la organización que lleva a cabo proyectos de desarrollo pero también realiza un trabajo de acompañamiento. De esta manera, explicó, se capacita a los habitantes de los países pobres para que puedan salir adelante. "Frente a la pobreza, no valen las palabras retóricas y los discursos bonitos sino ponerse manos a la obra", añadió.

Manos Unidas a nivel nacional llevó a cabo el año pasado 474 proyectos en 51 países, por un importe de 33,5 millones de euros. En la provincia de Valladolid, se recaudó 1,1 millones de euros en 2022, de los que el 93 por ciento procedió del sector privado mientras que el resto vino de aportaciones de la Diputación, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de la capital. 

Colecta especial el 12 de febrero

El presidente de la Comisión Gestora de Manos Unidas en Valladolid, José María Borge, manifestó que ese dinero sirvió para colaborar en once proyectos, por importe de 613.000 euros. De cara a la campaña de este año, serán otros tantos proyectos por valor de 524.000 euros. De ahí la importancia de la jornada nacional de Manos Unidas que tendrá lugar el domingo 12 de febrero, cuando las parroquias celebrarán el día con una colecta anual especial. 

La misionera de la Congregación Mercedarias de Bérriz María José López Calderón, con amplia experiencia en proyectos en países de Centroamérica, valoró el trabajo de Manos Unidas, que se involucra en cada proyecto que desarrolla en el terreno. "No buscamos imponer proyectos sino que queremos ayudar al desarrollo integral de las personas. Es fundamental caminar con ellos y acompañarlos en lo que necesitan", manifestó.

Tras trabajar varios años con comunidades rurales, reconoció que hay "mucha" pena y dolor pero también esperanza, solidaridad y ganas de superación. "No podemos hacer grandes cosas pero los pequeños compromisos dan resultados como lograr que unas niñas de un área indígena y campesina de Guatemala hayan conseguido acabar sus estudios universitarios, tras haber participado en un proyecto educativo de Manos Unidas", explicó.