Santo es un thriller de acción e intriga con mucho de drama psicológico y reflexivo, y también con algunas pinceladas de terror. O como lo define la actriz Greta Fernández es «un auténtico rompecabezas» del guionista Carlos López que se acaba de estrenar en Netflix.

«Es una serie complicada, pero por eso es interesante. Ahora estamos acostumbrados a que se nos explique todo casi desde el principio y con esta serie no, aquí tienes que echarle paciencia porque pasan muchas cosas, tiene muchas piezas y al final capítulo a capítulo todo va a ir resolviéndose, es como un rompecabezas un poco», detalla la actriz, una de las protagonistas de la serie, en una entrevista.

La ficción cuenta la historia de Santo, el narcotraficante más buscado del mundo cuyo rostro nunca ha sido revelado, y al que dos policías opuestos entre sí, el español Millán (Raúl Arévalo) y el brasileño Ernesto Cardona (Bruno Gagliasso), intentan dar caza desde Madrid y Salvador de Bahía.

Raúl Arévalo yGreta Fernández forman parte del dispositivo preparado para detener al fugitivo.El único nexo real y tangible con el delincuente es su amante, Bárbara (Victoria Guerra), una misteriosa mujer portuguesa que en los últimos años se ha sumergido en el mundo de espiritualidad y violencia de su pareja.

A pesar de que el protagonista sea un narcotraficante, la producción va «mucho más» allá, «no es la simple serie de narcos que estamos acostumbrados a ver», aseguran los actores.

«Es distinta a todo lo que solemos ver, incluso es distinta también a las series policiales. Nuestro protagonista no es la droga, ni el villano, ni los policías; nuestro protagonista es el suspense», aclara Gagliasso.

Mientras que Guerra destaca que la serie tiene personajes «muy fuertes, no existe un héroe». «La trama gira más bien en torno a las personas en sí, no solo trata sobre el tráfico. Todos los personajes tienen un lado oscuro, son reales», agrega.

La religión es uno de los puntos fuertes, concretamente el candomblé (una de las religiones afrobrasileñas más conocidas) es la que se muestra. Santo ha contado con un asesor religioso especializado en rodajes que ha aconsejado al equipo también en el proceso previo de escritura y en la postproducción. Además, el actor brasileño pertenece a esta religión, lo que daba más credibilidad a la historia.

«No quería hacer una interpretación errónea, para mí y para millones de personas es una cosa que hay que tratar con respeto (…). Al final creo que la serie hace un reflejo muy bueno, y que la gente se va a sentir identificado y va a aprender», declara. En este sentido, afirma que la preparación de su personaje fue «difícil y tensa» ya que su personaje estaba en «movimiento todo el rato».

Santo, cuyo rodaje se llevó a cabo entre Madrid y Salvador de Bahía, es una producción cien por cien española que corre a cargo de Netflix y Nostromo Pictures, pero tanto el director Vicente Amorim como gran parte del elenco es brasileño. Asimismo, los protagonistas reconocen que la mezcla de estar rodada entre España y Brasil le da «riqueza visual a las imágenes», lo que hace que los capítulos «queden bien».