Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


La paella de los doce euros

16/07/2022

El otro día me comí una paella veraniega de esas de tórrido domingo de ola de calor. De esas de chiringuito de piscina castellana, en plato y con cubiertos de plástico, sin más alarde que las risas de los amigos con los que compartes mesa (que no mantel, porque era un chiringuito muy sencillito). Con su trocito de pan, sus cervezas y su todo, por supuesto.
Un plato de paella que, eso sí, salió a doce euros (dos mil pesetas, si se me permite este apunte para los mayores de 40).
Doce euros, como lo leen. Por la paellita, una botella de agua o una cañita de cerveza, el pan y un trozo de sandía o piña. Con vistas al césped de la piscina o a los vestuarios y ni rastro de esa brisa marina por la que pagas suplemento cuando te arrean un buen palo en un chiringuito de playa.
Una paella de doce euros que el verano pasado costaba siete: un 71% más. Al fin y al cabo, ¿no es lo que nos han subido a todos el sueldo en el último año (querido lector, aprecie usted la ironía)? Si cuando vemos la gasolina por debajo de dos euros nos parece que está barata, por qué nos vamos a quejar ahora porque un platito de paella nos salga a doce euros...
Será cosa de estos locos nuevos tiempos. Desde hace unos meses, han subido todos los precios y ya nada parece barato. La leche y el pan subieron con la excusa de la huelga de transporte y luego con la del precio de los combustibles, pero es que ya no hay límites y vemos barbaridades en cada visita al súper, donde hasta comprar una sandía parece una práctica de lujo.
La que se nos viene encima en este verano inflacionista es fina y dicen que el invierno va a ser peor con la calefacción. Porque si un chiringuito de piscina no tiene reparos en arrearte doce euros por un plato de paella, hay que prepararse para todo en vacaciones. Nadie parece ponerle límites al descontrol y la guerra de Ucrania aparece como la excusa ideal para seguir con esta locura de precios para la que, dicen, no se puede hacer nada.
Ni subir los sueldos, porque eso sería malo porque la gente seguiría consumiendo a esos precios y no se frenaría la inflación. Eso es lo que nos explican los expertos, que esto solo se va a poder frenar cuando la gente empiece con los problemas económicos y tenga que recortar, y consuma menos, y gaste menos... Y no pague doce euros por una paella, supongo.