El centro de I+D diseñará los futuros buses y furgonetas

M.Rodríguez / O. Fraile
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La compañía ya ha comprobado que algunos potenciales proveedores locales cumplen con los requisitos en materia de medio ambiente que la compañía exigirá a sus auxiliares

151221JT_0009.JPG - Foto: Jonathan Tajes

La apuesta de Switch Mobility por Valladolid va más allá de la instalación de un centro de producción, puesto que contempla otro dedicado a la investigación y desarrollo e innovación (I+D+i) en el que proyectará la nueva generación de autobuses y vehículos comerciales ligeros que, previsiblemente, se fabricarán en Valladolid a partir de 2024. Hasta esa fecha, la planta de la provincia tendrá la misma producción que la compañía tiene en Leeds, con la salvedad de que el diseño de los autobuses variará para poner el volante a la izquierda, ya que los vehículos que salen de la planta británica están destinados al mercado de la Commonwealth, donde los coches lo tienen situado a la derecha.

En la primera fase se producirá la línea de autobuses G4 (doce metros), para pasar posteriormente a la G5, y finalmente, llegar a la producción de vehículos comerciales ligeros. Cuando llegue a ese punto, la capacidad de producción podría llegar a 50.000 unidades anuales.

La elección de Valladolid por parte de Switch Mobility como centro de operaciones no es una casualidad. La multinacional ha tenido en cuenta el bagaje que tiene esta provincia en particular, y esta comunidad autónoma en general, en la fabricación de vehículos, con todo lo que eso conlleva en materia de industria auxiliar, redes de logística y know how, es decir, el conocimiento adquirido durante décadas de entrega a este sector. Además, la compañía ha tenido en cuenta la formación de la población más joven. No en vano, la Universidad de Valladolid ofrece un nutrido programa de grados y másteres en la materia, algo que se suman a los grados medios y superiores de Formación Profesional en ramas como mecánica, electrónica y electricidad, algo muy importante si se tiene en cuenta la cualificación que exigirá Switch para cubrir algunos de sus puestos de trabajo. Un buen ejemplo de esta oferta es el máster en Ingeniería de Automoción de la UVa, que se creó a raíz «de los constantes cambios en el sector de la automoción que vienen ocurriendo durante los últimos años».

Por otro lado, los proveedores constituyen una parte fundamental. La multinacional también será muy exigente con ellos porque su filosofía solo contempla trabajar con aquellos que tengan una política medioambiental acorde con la suya. Es decir, con una huella de carbono cero, si bien en la primera fase será flexible y aceptarán empresas con una huella de carbono neutra. La diferencia entre ambas es que, en el primer caso, no hay emisiones en el proceso de fabricación; en el segundo, es que la empresa se compromete a absorber la misma cantidad de CO2 que la emitida.

empresas locales. De hecho, Switch ya ha mantenido reuniones con empresas locales para comprobar qué política medioambiental aplican y, en el caso de que no satisfaga sus expectativas, qué compromiso tienen para asumir una hoja de ruta que las permita mejorar hasta el nivel que exige la multinacional. Las que no estén dispuestas a hacer este esfuerzo estarán descartadas como proveedoras. No obstante, el propio CEO de la compañía, Andy Palmer, confirmó a este periódico que ya han comprobado que hay auxiliares en la provincia de Valladolid que cumplen con estos requisitos, aunque el contacto con ellas se encuentra en una fase inicial. Al conseguir que sus proveedores tengan procesos de fabricación con huella cero, Switch podrá presumir de tener una huella de carbono neta cero, es decir, que afecta a toda la cadena de suministro. Hay que tener en cuenta que la elección de proveedores locales también tiene mucho