Dice el doctor José María Eiros, director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, que en España hay que estar más preocupado por la gripe que por el coronavirus. Y su reflexión no tiene nada que ver con el truculento episodio del otro día en un pub de la calle Italia y la evacuación, protocolo de seguridad mediante, de una mujer de origen chino que presentaba síntomas compatibles con el coronavirus, pero también con un catarro común; aparte de una evidente melopea, como evidenció el paso de las horas en la UVIdel Hospital Río Hortega. Eiros lo decía porque la irrupción de ese coronavirus procedente de China estaba haciendo «olvidar» que lo que en realidad «mata a personas a diario en España» es la gripe, que «no es una enfermedad banal».

El director del Centro Nacional de la Gripe intervenía en una charla organizada por la Fundación de Ciencias de la Salud y lamentaba la excesiva atención al rebautizado Covid-19 olvidándose de la gripe: «Preguntamos por la vacuna del coronavirus y en la gripe, que sí la tenemos, no nos la ponemos», se lamentaba el doctor Eiros en unas declaraciones que recogía Europa Press, en las que recordaba que el porcentaje de vacunación contra la gripe entre los mayores de 65 años había caído del 65,7 al 54,2 por ciento durante la última década. Justo la población diana para los casos graves, esos que acaban en hospitalización y en el peor de los escenarios, cuando hay factores de riesgo, en muerte. En los últimos años los óbitos han ido creciendo, desde los dos fallecidos en 2008 y 2009 en Valladolid, por ejemplo, se fue pasando a los seis de 2014, los ocho de 2015 y los once del pico que el INE(Instituto Nacional de Estadística) achaca a la gripe –en todas sus variantes– en 2017.

LA MORTALIDAD

En lo que va de temporada, Valladolid contabiliza cuatro fallecimientos vinculados con el virus de la gripe (son datos solo del Hospital Clínico), todos de personas de más de 65 años con más factores de riesgo (diabetes o enfermedades cardiovasculares o pulmonares, o en el caso de niños que estén inmunodeprimidos). De esos cuatro fallecidos, dos no se habían vacunado, un patrón que se cumple también en el caso de los pacientes con gripe que terminan hospitalizados, tal como destaca la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco: «De las personas que acaban ingresadas por gripe, la mitad de ellas no están vacunadas y, de ellas, la mitad debería estarlo, porque pertenecen a un grupo de riesgo por edad, o por su patología».

Pacheco recuerda que «la gripe es una enfermedad de jóvenes, más que de personas mayores», aunque la mayoría de los fallecimientos se registre en esa franja de edad, por esos factores de riesgo asociados, motivo por el cual «se insiste todos los años en la importancia de la vacunación».

La estadística que ofrece cada semana la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León dice en su última entrega que esta gripe 2019/2020 acumula ya cerca de ochocientos casos, de los que solo el 3,9 por ciento se registró entre pacientes vacunados. Actualmente la tasa va descendiendo poco a poco y está ya en los 212,97 casos por 100.000 habitantes.

La directora general de Salud Pública recuerda que «en la vacuna (de esta campaña) se incluyen dos virus del tipo A, el H1N1 y el H3N2, y uno del B». «El virus mayoritario que circula este año es de tipo A (H1N1)», detalla Carmen Pacheco, aunque el comportamiento que está teniendo nada tiene que ver con aquel que causó la pandemia de 2009, cuando en la Comunidad hubo una tasa de incidencia pico que alcanzó los 579 casos por cada 100.000 habitantes, lejos de la tasa de 256 que se alcanzó a mediados de enero. Ahora mismo se está en un nivel de intensidad «bajo», tras un «moderado descenso» durante la última semana, la sexta analizada en el año.

Los especialistas dicen que cada vez es más común la circulación de varios tipos de virus gripal a la vez. En el caso de esta temporada en concreto, lo que se está viendo es que a medida que se va reduciendo la intensidad, va perdiendo peso esta gripe A (el H1N1 concentra dos de cada tres casos) y ganándolo el B, el que más afecta a los niños.

NIÑOS Y JÓVENES

El informe de la Red Centinela también destaca que el 76% de los contagios de la temporada se han producido entre niños y adolescentes; en concreto, van 262 niños de hasta cuatro años y 334 de entre cinco y catorce. «La incidencia es especialmente alta en la población infantil, entre los menores de cinco años», confirma Pacheco, que explica que «es normal porque estos niños pequeños han tenido menos oportunidades que las personas mayores de estar con la gripe, por lo tanto tienen menos defensas frente al virus».