El Banco del Tiempo batió en enero su récord de intercambios

M.Rodríguez
-

El pasado mes los socios atendieron 171 peticiones de compañeros de la entidad. El segundo mes de su historia con más intercambios fue mayo de 2019, con 156

El Banco del Tiempo batió en enero su récord de intercambios

El tiempo es uno de nuestros bienes más preciados, pero es literalmente imposible otorgarle un valor real, universalmente aceptado por todos. No es lo mismo la valoración del que dedicamos al trabajo, que suele estar fijado en la nómina de cada trabajador o autónomo, que el del tiempo libre.

En Valladolid hace ya más de 14 años surgió una iniciativa para intentar capitalizar parte del tiempo libre, el que cada uno está dispuesto a dedicar a los demás. El Banco del Tiempo, que tiene un formato muy similar al de los más de 2.000 que existen en todo el país, ha conseguido que casi 700 vecinos conviertan cada hora de servicios que ofrezcan a otro socio en una moneda con la que luego pueden intercambiarse prestaciones con otras personas vinculadas al banco. «Aquí el tiempo es una moneda social», apunta Amaya Sánchez, coordinadora del Banco del Tiempo.

La filosofía de esta entidad, que se puede considerar una herramienta más de la conocida como economía social, se basa en el concepto del trueque. Dar algo a cambio de recibir ayuda es la base de los intercambios que se gestionan desde la sede de la organización, en el barrio de La Victoria. Este barrio fue el germen del proyecto, que llegó a tener otras dos sedes en la capital, aunque desde el Ayuntamiento se decidió finalmente unificarlas para tener más operatividad.

socios e intercambios. ¿Qué lleva a una persona a apuntarse al Banco del Tiempo? Su coordinadora explica que suele ser su predisposición «a ayudar». «En el fondo es un proyecto de buena vecindad y casi de voluntariado. Todo el mundo puede ayudar a alguien», detalla Sánchez. Eso sí, los servicios que se intercambian no son profesionales, una premisa básica que no tenga «configuración» profesional. Además, apunta la coordinadora, la mayoría de los socios «no quiere» ofrecer servicios relacionados con su profesión y prefieren decantarse por otras alternativas que les «son más gratificantes».

Así, si se repasa la lista de los intercambios más realizados el año pasado, pero también a lo largo de estos casi tres lustros, encabezan la lista las peticiones vinculadas a servicios de costura, informática y masajes. Les siguen muy de cerca los vinculados a los idiomas, las reparaciones de muebles o los acercamientos en coche. Las reparaciones en el hogar, los servicios de peluquería, las reparaciones eléctricas o las donaciones de material también son muy habituales.

Actualmente el Banco del Tiempo de Valladolid está depurando su censo de socios, que a final de año llegaba a los 686, pero que ahora mismo es de 679 tras la revisión de casi la mitad de la base de datos, aunque como apuntan desde la organización suelen ser de socios que se mudan a otras ciudades y allí se apuntan a otros bancos del tiempo. Aunque las perspectivas del nuevo año son «muy buenas» porque en enero se ha batido el récord de intercambios y se ha llegado a los 171. Hasta ahora el máximo histórico estaba en los 159 del año pasado. «Es de los bancos del tiempo que más intercambios realiza en España y eso que en Cataluña hay mucha más tradición y están más implantados», celebra la coordinadora. 

El socio que más horas acumula en el Banco del Tiempo tiene 96, que derivan de que ha ofrecido 113 servicios y solo ha gastado 17. «Es un manitas que hace reparaciones», apuntan. La segunda con más horas (87) es una socia que ofrece masajes. Por contra, hay una socia que debe 50 horas. «Este es un caso muy particular porque es una señora que demanda acompañamientos por su problemas de movilidad», matiza. Un caso que cada vez es más frecuente porque hay socios mayores o con problemas de movilidad, que piden esto.

 

Formatos. En el banco se puede optar por los intercambios individuales o los grupales. Los primeros se pueden realizar contactando con la coordinadora para buscar los perfiles de los socios que puedan atender la demanda, aunque otros prefieren publicar su petición en el chat del grupo y esperar la respuesta que más se adapte a su demanda. Así, semanalmente el Banco del Tiempo envía una relación de peticiones variopintas y casi ninguna queda por atender, incluso algunas tan sorprendentes como encontrar a algún voluntario para llevar unos muebles a Santander o la de una usuaria que pidió una doula y consiguió que le respondiera una matrona.

El banco también ofrece la posibilidad de actividades grupales, donde un socio comparte una propuesta en la que puede participar más de una persona. De hecho, a lo largo de estos años se han consolidados propuestas como los grupos de charlas en francés o inglés, el club de lectura y el del cine, entre otros. En estas actividades el socio que las propone decide si con lleva coste de horas, pero algunas de estas son ‘gratuitas’. En estos casos el Ayuntamiento pone a disposición de los grupos salas en los centros cívicos.

Tanto los intercambios individuales como grupales generan redes sociales o relaciones personales que hacen que también se registren muchos intercambios o actividades que no se comunican al banco. «Este proyecto es fundamental para crear redes sociales y es muy útil, sobre todo, para gente que está sola o acaba de llegar a la ciudad y no conoce a nadie», explica la coordinadora. Una dinámica que se favorece porque todos los meses hay reuniones de los socios. «Sirve para que se conozcan, pero también para que surjan intercambios o para activar a los usuarios».

También detalla que hay vecinos que no pueden acceder a este tipo de servicios y el banco les ofrece esa posibilidad y, además, sin coste económico. 

Proyectos. El Banco del tiempo de Valladolid está trabajando actualmente en un proyecto conjunto con otros bancos de la zona centro (Madrid, Salamanca y Ciudad Real) del país para poder realizar intercambios. «Es una opción que llevamos tiempo viendo y que abriría mucho las posibilidades de intercambio». 

En la actualidad, además de depurar la base de datos de socios, también se está trabajando en las políticas de protección de datos y en la mejora de la web y la posible creación de una aplicación para mejorar la comunicación con los socios.

Otro proyecto es la posibilidad de celebrar en Valladolid el Encuentro Estatal de Bancos del Tiempo en España.