«Si algo realza la fortaleza de un Gobierno es el proyecto de presupuestos», sentenció Mañueco al presentar, sonriente junto a su socio Igea, unas cuentas autonómicas para 2022 que 53 días más tarde tiraría a la basura para convocar elecciones. Tampoco en 2019, ni en 2020, había sido capaz el hoy socio de Vox de aprobar unos presupuestos para Castilla y León. 
Si a alguna administración debe volverse la vista para poder encontrar esa 'fortaleza' de la que habla Mañueco, es al Ayuntamiento de Valladolid. Su gobierno de coalición lleva ocho años elaborando presupuestos en tiempo y forma. En 2021, las cuentas municipales incluso fueron aprobadas con el mayor respaldo de la historia: el 63% de la corporación y cuatro formaciones políticas diferentes.  
Los presupuestos municipales para el año que viene superan en un 41% a los primeros que confeccionaron PSOE y Valladolid Toma la Palabra en 2016. Nunca antes fueron tan altos ni tan inversores como los preparados para 2023. Ocho años en los que todos los servicios públicos municipales se han reforzado. El presupuesto para servicios sociales se ha duplicado y el patrimonio municipal se ha triplicado. Sin subir impuestos, mientras el IPC ha aumentado un 19% en la ciudad. 
Seis ejercicios liquidados, cinco de ellos con superávit y uno (2020) con déficit, debido al tremendo esfuerzo que el Ayuntamiento no dudó en realizar durante la pandemia para ayudar a 6.000 autónomos y pequeñas y medianas empresas de la ciudad, aparte de los beneficios fiscales para más de 52.000 contribuyentes. 
A pesar de ese esfuerzo imprevisto, el endeudamiento municipal sólo ha aumentado un 3% en estos ocho años, con un nivel del 54% que está muy lejos del record del 98% que alcanzó en 2010 con el gobierno del PP. La deuda municipal es hoy de 532 euros por persona, diez veces menos que la deuda autonómica, que asciende a 5.538 euros para cada habitante de Valladolid.
La fortaleza no está sólo en el presupuesto, sino sobre todo en el proyecto. Está en la seriedad y en el compromiso de la plantilla municipal, en AquaVall, en Auvasa y en Nevasa. Está en el Teatro Lope de Vega, en las Catalinas y en la ciudad deportiva del Real Valladolid. Está en la integración ferroviaria y en las implantaciones industriales. La fortaleza de un presupuesto dura un año, la fortaleza de un proyecto marca una época.