La vivienda ya es el principal problema de los ucranianos

R.G.R
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El Ayuntamiento lanzará en 2023 una campaña de concienciación para fomentar que los propietarios cedan sus casa en alquiler para este colectivo. «Muchos se han ido o han encontrado trabajos precarios»

Reparto de alimentos en un centro social para refugiados ucranianos en Valladolid. - Foto: J. Tajes

Ya han transcurrido más de 330 días desde que el 14 de febrero Putin ordenará la invasión de Ucrania. Desde ese mismo momento y hasta la actualidad, refugiados procedentes de este país no han parado de llegar a España en busca de una vida mejor. Durante los meses de marzo y abril, fueron muchas las personas que se subieron a una ola de solidaridad que ofreció a los ucranianos llegados a Valladolid todo lo necesario. 

Tanto las administraciones como vallisoletanos a nivel particular pusieron a disposición de los refugiados vivienda, manutención y escolarización para sus hijos. Sin embargo, cuando han pasado ya más de nueve meses desde aquellos momentos, en la actualidad no existe el mismo grado de implicación. Es más, en muchos casos  los refugiados no tienen más remedio que acudir a sus propios compatriotas a su llegada a España ante la falta de apoyo. «Hace un par de semanas, ha llegado a Valladolid una chica que se ha tenido que meter en un piso compartido de otro ucraniano porque sino se quedaba en la calle», reconoce la propietaria del bar Book, la ucraniana Anna Boryachenko. Esta joven ha trabajado durante todo este periodo en dotar a los recién llegados de todo lo necesario. «Al principio, había mucha solidaridad, pero cuando eso lo tienes que mantener en el tiempo es más complicado», relata. 

De esta forma, la vivienda se ha convertido en el principal problema que tienen los refugiados ucranianos a su llegada a Valladolid. 

Tanto es así que desde el propio Ayuntamiento han detectado este gran inconveniente y van a lanzar una campaña de concienciación a primeros de 2023 para intentar incrementar el número de casas destinadas a este fin. La concejal de Servicios Sociales, Rafi Romero, indicó que cada vez hay menos viviendas disponibles. «Es el principal problema que tienen ahora y vamos a trabajar para solventarlo». Romero indicó que después de varios meses de llegadas continuadas hay diversas situaciones entre este colectivo de personas. «Hay muchos que se han ido a otras ciudades, algunos que están en el paro y otros con trabajo. Algunos viven solos y otros han conseguido traer a sus familias».  

Natalia Martín es la responsable del programa de Refugiados de Cruz Roja en Valladolid y afirma que la mayoría de los ucranianos llegados como consecuencia de la guerra se encuentran en «dispositivos de acogida temporal» que va decidiendo el Gobierno a medida que van quedando plazas libres. «Puede tratarse de centros o de pisos alquilados por este motivo». 

Explica que el idioma es el problema inicial, aunque algunas empresas sí han demandado a algunas de estas personas con conocimientos de inglés y ucraniano. En cuestiones laborales, en las primeras semanas se intenta que tengan un trabajo sin necesidad de comunicarse. «Algunas veces se consigue empleos de limpieza o en algún establecimiento hostelero en la cocina». 

Martín aclara que después de un momento en el que la sociedad vallisoletana «se volcó» con este colectivo, ahora esa ola se ha mitigado. «No es como al principio». 

En cuanto a los menores, la responsable de la organización no gubernamental indicó que algunos colegios han contratado a personas de origen ucraniano que hablan castellano para que el proceso de escolarización se lleve a cabo con la mayor naturalidad. «No está habiendo ningún problema en los colegios y los menores van con naturalidad».