Valladolid se fija el reto de rehabilitar 4.350 casas al año

M.Rodríguez
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En los últimos tres años se han renovado unas 1.500 viviendas, pero se espera un incremento importante gracias a la llegada de los fondos Next Generation y al impulso de los compromisos de descarbonización

Valladolid se fija el reto de rehabilitar 4.350 casas al año - Foto: Jonathan Tajes

El parque de viviendas de Valladolid es el más viejo de la región. El envejecimiento residencial es evidente, a pesar del boom inmobiliario de los últimos años, porque el 65% de las viviendas se construyeron antes de 1980, según certifica un estudio del Instituto de Urbanística (IUU) de la Universidad de Valladolid (UVa). Esto apunta a que la regeneración urbana, y la energética en concreto, se convertirá en uno de los motores de la economía en los próximos años. 

Esta es una de las grandes apuestas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, donde se plantea que el 39% de los 140.000 millones de fondos europeos que recibirá España hasta 2026, se destinen a la transición ecológica. Estos fondos se estructuran en torno a la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente, con el fin de incrementar el ahorro de energía y el bienestar de las personas. El objetivo global es reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%. 

En este escenario, Valladolid ya tiene una parte del trabajo hecho, gracias a las acciones previstas en la conocida como Agenda Urbana 2030 y a que es la primera ciudad en España que dispone del cuadro de indicadores de impacto completo con datos de los últimos tres años como ciudad piloto en el programa europeo Build Upon2, centrado en la rehabilitación energética de edificios. Un estudio que muestra que la tasa de rehabilitación en este periodo es del 2,15%, lo que ha propiciado un ahorro acumulado de casi 5.000 toneladas de CO2 y ha generado una reducción de 14,5 millones de Kw/h. En esta línea, el Ayuntamiento quiere cumplir el compromiso de descarbonización del 100% y también el de cero emisiones de CO2 de la edificación en 2050 y para eso se ha de conseguir que se rehabiliten 4.350 viviendas al año.

El primer informe de indicadores para el impulso y control de la rehabilitación energética en los edificios lo ha realizado el Ayuntamiento en colaboración con el Instituto de la Construcción de Castilla y León. Y su director técnico, Felipe Romero, defiende que es «un proceso imparable». Y por eso estas referencias son importantes para saber el impacto que está teniendo. Los datos desglosados muestran que la tasa de rehabilitación es más alta en el sector terciario (1,76%) que en el residencial (0,72%), y que está «muy por debajo de los objetivos del país: 3%». Aunque se aprecia tendencia al alza de la tasa, con un repunte en 2020.

Descarbonización.

El notable grado de envejecimiento del parque de viviendas implica un consumo energético mucho más elevado que las construcciones más recientes, sometidas a normativas más estrictas en la reducción de la demanda energética, la eficiencia de las instalaciones, el uso de energías renovables, etc.. De hecho, el informe municipal muestra que la tasa de reducción de emisiones de CO2 es baja (0,27% en el sector terciario y 0,64% en el residencial). «Con estos datos llegaríamos a 2030 con una reducción de emisiones muy por debajo de los objetivos europeos», se advierte. Por eso los expertos recalcan que la rehabilitación energética del parque edificado, especialmente del residencial, constituye uno de los principales campos de actuación de cara a contribuir a la transición energética en las ciudades.

Lo que se demuestra también con estos resultados es que la rehabilitación energética está siendo muy efectiva para la reducción del consumo de energía final. El objetivo europeo para 2030 es rebajar un 14% el consumo de energía de los edificios. Y también se aprecia un alza «espectacular» el año pasado en el consumo de energía renovable en la capital con respecto al total de energía en cada sector. En este caso, es un muy buen ejemplo el resultado cosechado en la rehabilitación del polígono de viviendas del poblado de Fasa, en la carretera de Madrid. Esta intervención, finalizada en 2020, ha permitido que los propietarios de las 400 viviendas se beneficien de ahorros de «un 64 por ciento en la factura energética» gracias al aislamiento térmico en las fachadas. Además se les ha dotado de cubiertas, instalado paneles solares para producir energía eléctrica y reducir consumo, además de contar con una caldera de biomasa y renovar la red de distribución de calefacción y agua caliente sanitaria.

Desde las administraciones se está tratando de dar todo tipo de facilidades a los vecinos para incentivar estos usos. El Ayuntamiento, por ejemplo, quiere facilitar la optimización de las cubiertas de sus edificios con instalaciones fotovoltaicas para que se pueda ahorrar en la factura energética y al mismo tiempo contribuir a la lucha contra el cambio climático. Para ello ha puesto a disposición de todos los vecinos la herramienta 'Mapa de potencial fotovoltaico', en la que podrán ver cuál es la producción energética que pueden obtener con la instalación de placas solares en sus cubiertas.

La colocación de placas solares sobre las viviendas supone un gran ahorro energético y económico a medio plazo. «La mayoría de las cubiertas de los edificios presentan condiciones óptimas para transformar de forma respetuosa con el medio ambiente la energía del sol en energía eléctrica. Este tipo de instalaciones se amortizan alrededor de los 10 años, con niveles de rentabilidad superiores al 6% », recalca la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez. Pero también se aplicará en los edificios municipales, ya que se instalará este tipo de autoconsumo en promociones de viviendas de la sociedad municipal VIVA, y en edificios administrativos municipales, cuya generación fotovoltaica dará servicio de autoconsumo colectivo a diversos suministros municipales ubicados en las cercanías conforme a la legislación vigente.

Impacto económico.

Se calcula que solo los programas de rehabilitación supongan un crecimiento de 17,1 puestos de trabajo por cada millón. Según estos cálculos para un total de 37,5 millones de euros invertidos en los últimos tres años en la capital se han generado 212 empleos directos, pero serían 642 sumando los indirectos. Aunque desde Aveco, la patronal del sector, apuntan que la falta de mano de obra crónica que están sufriendo en los últimos años, en todos los puestos, puede complicar la ejecución y el aprovechamiento de estos plazos por las dificultades para cumplir los plazos que se fijan desde la Unión Europea.

Un beneficio económico indiscutible, según los API (Agentes de la propiedad inmobiliaria) de Valladolid es que una vez rehabilitada energéticamente una propiedad se incrementa su valor un 10% aproximadamente. Según el estudio 'Efecto de la rehabilitación en el valor del inmueble', en Valladolid se incrementará un 37% el valor de un inmueble rehabilitado (se pasa de 1.070 e/m2 a 1.470 e/m2). Además, el valor del retorno económico de la rehabilitación energética más común (aislamientos del edificio) a lo largo del tiempo: se considera que se alcanza la recuperación de la inversión entre los 10 y los 20 años. Teniendo en cuenta las subvenciones, que pueden llegar a cubrir hasta un 80 % del valor de la actuación, el balance positivo desde el punto de vista económico se establece mucho antes.