Viana pone punto y final a sus fiestas de invierno

D.V.
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Los toros volvieron a ser multitudinarios y el acto principal de las fiestas

Baile tradicional

Los vecinos de Viana de Cega pusieron en el día de ayer el punto y final a sus fiestas de invierno con los actos en honor de San Blas, copatrón de la localidad pinarega.

El programa arrancó a las doce del mediodía con una misa en honor de este santo nacido en Sebaste, Armenia, al que tradicionalmente se le relaciona con la protección de las enfermedades de la garganta. La ceremonia estuvo presidida por el párroco de Santovenia, Isidro Alonso Moratinos, quien en su homilía, además de acercar a los presentes aspectos de la vida del patrón, tuvo un recuerdo para el párroco local, Sebastián Aldavero, ausente por motivos personales. Además de numerosos vecinos, muchos de ellos portando la medalla identificativa de su pertenencia a la Cofradía de San Blas y San Roque, la ceremonia contó con la presencia de las autoridades locales con su alcalde, Alberto Collantes Velasco, a la cabeza.

Finalizada la misa, y aunque inicialmente no estaba previsto debido a la situación sanitaria, la imagen del patrón sí que fue procesionada por las calles del municipio al ritmo de las dulzainas y redoblantes de los Dulzaineros de Viana de Cega. Hubo incluso quien se animó a bailar alguna que otra jota en su honor bajo un sol que brindaba una templada mañana. 

Tras la danza de la rueda alrededor de la imagen del santo en el frontispicio de la iglesia, ésta volvió al interior del templo saltándose, para prevenir contagios, el tradicional besamanos que año tras año se producía en el soportal del edificio. La siguiente parada fue en la Plaza Mayor donde los presentes disfrutaron del refresco ofrecido por el Ayuntamiento. A diferencia de años pretéritos, donde las viandas se colocaban en platos sobre las mesas dispuestas en el interior de la carpa, este año el consistorio ha diseminado las mesas dentro y fuera de este recinto y repartido el piscolabis en cajas unipersonales con un variadillo de productos de la tierra, algo muy aplaudido por los vecinos. En este sentido el alcalde destacaba cómo los actos han tenido "que adaptarse y en muchos casos reinventarse para disfrutar de unas fiestas lo más parecidas a las que los vecinos han disfrutado durante décadas, no perdiendo la esencia de convivencia que siempre caracterizó a estos días". Como epílogo de la jornada festiva por la noche se celebró un concierto de la coral Valparaiso en la iglesia parroquial. 

Aunque los actos del programa confeccionado desde la Concejalía de Cultura, Juventud y Festejos concluirán el próximo sábado, fecha en el que la Cofradía de Santa Águeda celebra esta festividad, el alcalde ha hecho un balance positivo de estas celebraciones. "Si alguien nos dijera hace un par de meses que nuestras fiestas de invierno se iban a desarrollar de esta manera quizás no nos lo hubiéramos creído. Afortunadamente y a pesar de los temores, los actos programados se han desarrollado sin la menor incidencia y tal como habíamos previsto". El regidor recuerda lo difícil que fue cerrar el programa puesto que "había mucho respeto al virus y algunas de las actividades que teníamos previstas incluir se nos fueron cayendo dados los incrementos en los contagios y en otros casos, en las actividades que dependían de terceros para su desarrollo, había disparidad de criterios en cómo organizarlas".