La violencia machista se multiplica en los adolescentes

M.Rodríguez
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La Fiscalía de Menores aprecia un incremento de la violencia de género y las agresiones. También se denuncia el problema desde la Concejalía de Igualdad

Charla de una policia municipal sobre violencia de géneero y doméstica en el instituto Gregorio Fernández - Foto: Jonathan Tajes

Adolescencia, amor romántico, baja tolerancia a la frustración e incremento del consumo de pornografía, entre otros, forman un cóctel explosivo que está cambiando la forma de entender la violencia machista entre los menores. De hecho, el 20% niega que exista hoy en día y consideran que es «un invento ideológico»,  como reflejan los resultados del 'Barómetro Juventud y Género',  del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad.

Este estudio, recoge la percepción de adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años sobre la desigualdad entre hombres y mujeres. Y la regresión se refleja claramente: en 2017 el 72,4%  de las chicas consideraba que la violencia de género era un problema social muy grave, un porcentaje que sube al 74,2% en 2021. Por contra, cada vez son menos los chicos que están de acuerdo con esta afirmación. Si en 2017 lo creían el 54,2%, en el año 2021 apenas se supera el 50%. 

Una percepción que se traslada a la realidad y se refleja ya en las estadísticas de la Fiscalía de Menores de Valladolid. En 2021 se recogen nueve sentencias por casos de agresiones sexuales y tres casos de violencia de género. Unas cifras que «han subido mucho» este año, especialmente las agresiones sexuales, según confirma la fiscal delegada Maite Vicente Calvo. «Sí que se nota este incremento, pero es muy similar a la evolución de los casos en adultos», matiza. Una explicación para este incremento es que están aumentando las denuncias porque existe más concienciación. 

Unas denuncias que en la Fiscalía de Menores se investigan «con mucho celo» y que mayoritariamente terminan en acuerdo. «Hay muchos acuerdos porque hay soluciones alternativas. No suelen ser agresiones con violencia, como en los adultos. Y los asuntos que llegan a juicio son los que están muy claro», reitera. También notan el impacto del negacionismo de la violencia de género, sobre todo entre los padres. En este aspecto, se recalca que cuesta asumir el matiz del consentimiento. «Lo que se busca en los acuerdos y en las condenas es incidir en la reeducación de los menores, que sean conscientes de sus actos. Incluso cuando hay orden de internamiento, por casos muy graves, se incide en darles herramientas para que cuando salgan tengan instrumentos para afrontar los conflictos».

Y se apunta a la falta de capacidad para afrontar una negativa y la frustración como uno de los detonantes de  este incremento de la violencia, que también afecta al ámbito familiar. «La primera vía para frenarlo es la educativa. Hay que transmitir valores porque los adolescentes repiten patrones que ven. Es muy importante la implicación de los padres», reitera la fiscal.

Talleres municipales. Este incremento también se confirma desde la Concejalía de Educación, Juventud e Igualdad del Ayuntamiento de Valladolid. Su responsable, Mª Victoria Soto, explica que los colegios han incrementado un 10% las peticiones para impartir talleres de igualdad en los centros educativos. «Ellos son los primeros que lo detectan y por eso nos piden talleres. Pero también se ha incrementado un 15% las peticiones para impartir talleres de educación sexual en Secundaria, además de solicitar que se extiendan a más cursos», recalca. A estas demandas se suma la reclamación de que se extiendan a las familias y el profesorado. «Las familias se ven desbordadas y los educadores coartados. El Ayuntamiento está estudiando cómo abordar este problema y hace falta inversión para incrementar la formación», advierte.  La concejala mira a la Junta para trabajar conjuntamente e incluso pide al Gobierno regional que se incluya la igualdad en el currículum escolar.  Todo para frenar las creencias de uno de cada diez jóvenes de que «ser un hombre de verdad» implica que debe tener la última palabra en su relación o matrimonio (11,7%) y que está justificado el uso de la violencia si se necesita (12,7%), según el barómetro de la Fad.

Charlas de la Policía. Este incremento también se trata de minorar con las charlas informativas a los jóvenes de los agentes del Servicio de Atención a Víctimas de Violencia Doméstica de la Policía Municipal, que lleva 25 años en funcionamiento. Este grupo, compuesto por una docena de policías, que «informan» a los adolescentes de qué es la violencia de género y doméstica, aunque no entran en el terreno de las agresiones sexuales. «Es importante saber distinguirlas. Les indicamos que la de género es la del hombre sobre la mujer con la que tiene o ha tenido una relación sentimental. El resto se considera doméstica, siempre que exista convivencia», apunta Marta Calzada, una de las integrantes de la unidad.

Su experiencia con los jóvenes le permite detectar que se ha incrementado el control en las parejas. «Las chicas dicen en las charlas que sus parejas quieren saber dónde están y con quién o ver su móvil. Yles explicamos que ese comportamiento no es normal».  También tratan de dar herramientas para que puedan detectar estas situaciones anómalas en otros compañeros, y se les detalla quién puede denunciar y dónde. De hecho, en una de esas charlas un compañero les alertó de que una chica estaba sufriendo una situación de violencia y pudieron intervenir.

Calzada reconoce que las charlas solo son informativas porque los agentes no están formados para prevenir, pero esto es algo que quieren cambiar y han pedido realizar cursos para ello. La labor informativa es muy importante porque hay muchos bulos. «Intentamos clarificar todas sus dudas. Pero también les explicamos que si nos comentan una situación que es delito tenemos que intervenir porque somos policías y podemos denunciar de oficio al juez».