Emigrar o morir profesionalmente. Esta dicotomía ha perseguido durante muchos años a los vallisoletanos que terminaban sus estudios. El sacrificio de irse a otra ciudad, generalmente Madrid, se ha asumido como algo normal en determinadas profesiones, dado que las empresas locales no podían competir con las de la capital en salario ni posibilidades de desarrollo profesional. Eso ha provocado, por ejemplo, que entre 2009 y 2018 se fueran a trabajar a la capital casi 70.000 personas. Toda una sangría.
Pero lo cierto es que el balance global de la movilidad laboral interprovincial ha cambiado en los dos últimos años. Si entre 2011 y 2019 el saldo fue negativo para la provincia todos los años, en 2020 volvió a cifras positivas, al llegar 25.657 personas, 1.419 más de las que se fueron. Una situación que se repitió el año pasado, con un saldo de +640 al venir 30.483 e irse 29.843, según los datos recogidos en los informes Contratación y movilidad geográfica de los trabajadores de España que todos los años publica el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
El año 2016 fue el que marcó el punto de inflexión, justo un ejercicio después de que Valladolid registrase las peores cifras en este sentido, con un saldo negativo de casi 7.100 trabajadores. Los años posteriores se fue reduciendo a -5.202, -3.997, -1.502 y -433 antes de entrar en cifras positivas.
Evolución de la movilidad laboral interprovincial de Valladolid desde el año 2007 a 2021.De este modo, la provincia se mantuvo en 2021 en el grupo de 18 «receptoras», aunque ocupe el último lugar. Y no es la única de Castilla y León, porque ahí también figura Palencia, con un saldo positivo de 3.094 trabajadores, una cifra en la que influye de forma decisiva la cantidad de trabajadores de Renault que se desplazan desde Valladolid a Villamuriel de Cerrato.
Hay varias razones que explican este cambio de tendencia. El delegado provincia de CCOO, Raúl García Agudo, apunta al efecto tractor que tiene Valladolid en el empleo público dentro de la Comunidad, al tener buena parte de los centros de trabajo de la Administración. El propio Ministerio de Seguridad Social reconoció a principio de este año que más del 50 por ciento del empleo creado en la pandemia había sido público. En lo que se refiere a Valladolid, en enero de 2020 había 35.166 personas trabajando para la Administración y a principio de este año ya eran casi mil más, según los datos del Boletín del personal al servicio de las Administraciones Públicas que edita el Ministerio de Hacienda. García opina que hay otros motivos, como la consolidación del tren de alta velocidad y la implantación del teletrabajo. Además, vaticina que este cambio de tendencia se consolidará a medio plazo debido a proyectos como los de Switch e Inobat, si finalmente se concreta.
Nuevos proyectos
Precisamente la llegada de nuevos proyectos empresariales también ha contribuido a este cambio de tendencia. Al menos eso es lo que opina el secretario provincial de UGT, Luis Rivera. «Tenemos los ejemplos de Santander Consumer y los 500 empleos de I+D+i de Renault», señala. Pero, según él, uno de los aspectos más fundamentales es la solidez en Valladolid del Diálogo Social, «algo que no tienen en otras provincias» y que «en Castilla y León está roto». Rivera recuerda que estos acuerdos entre patronal, sindicatos y Administración se han cerrado en el Ayuntamiento, la Diputación y algunos pueblos, como Medina y Laguna.
Por otro lado, los datos del SEPE también revelan que son los más jóvenes los que más se deciden a venir a Valladolid. De hecho, los menores de 30 años presentan un saldo positivo de 1.277 trabajadores, frente al saldo de -58 de los que tienen entre 30 y 45 y de -579 en los mayores de esa edad. Una situación muy similar al informe de 2020, si bien en esa ocasión el saldo de los de entre 30 y 45 también fue positivo.
Otro dato que revela el informe del SEPE es que la industria es el sector con mejor saldo (+2.097), por delante de la construcción (+403), la agricultura (-380) y servicios (-691). En lo que se refiere a niveles educativos, Valladolid presenta saldos positivos en trabajadores que tienen la ESO o ciclos formativos y negativo con los que tienen estudios superiores.
Donde no se observan cambios es en el destino de los que se van. Uno de cada cuatro lo hace a Madrid. Concretamente, el año pasado eligieron ese destino 7.462 de los 29.843 que hicieron las maletas. Los cuatro siguientes destinos son Segovia, Palencia, Burgos y Zamora, aunque a mucha distancia de las cifras de Madrid. En lo que se refiere a los que vienen de otras provincias, Palencia está la primera de la lista, también por el intercambio de trabajadores de las factorías de Renault, seguida de Madrid, Zamora, Segovia y Ávila.
La presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, destaca las «importantes» empresas que están «apostando» por una ciudad que es la cuarta con mejor calidad de vida de España, según la OCU. «En Valladolid tenemos algo que lleva muchos años conseguir: muy buena formación, una gran calidad de vida y una situación estratégica», señala. Según ella, estas son algunas de las razones de este cambio de tendencia, «que con toda seguridad se consolidará cuando se aborden importantes proyectos que están en marcha, especialmente el parque logístico». El decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, opina que «en los últimos tiempos se está produciendo un cambio de mentalidad» que se traduce en que «la gente quiere volver a sus raíces». Pero para eso primero tiene que haber puestos de trabajo. Y De Margarida cree que la llegada de los fondos Next Generation, ligados a la recuperación de la pandemia, está favoreciendo un cambio estructural en las empresas que fomenta este movimiento laboral. «Muchos puestos de las empresas se tienen que transformar y esto genera oportunidades». Entre los perfiles más demandados, según él, están los técnicos de calidad, «especialistas en el sector de la construcción», personal sanitario y profesionales ligados a procesos de digitalización en las empresas.