Los indígenas buscan los restos de su primer líder y defensor

M.Rodríguez
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Los presidentes de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco y de Nayarit buscan apoyos para localizar la tumba del guerrillero indígena Francisco Tenamaxtli, que fue reo de Carlos I en Valladolid

160522JT_0249.JPG - Foto: Jonathan Tajes

El Colegio de San Gregorio se convirtió,  entre 1550 y 1551, en la sede de un debate, conocido como Controversia de Valladolid, donde se buscó ofrecer una base teológica y de derecho sobre el proceder con los indígenas durante la conquista de nuevos territorios. Una reunión a la que viajó Bartolomé de las Casas, tras dejar Chiapas, en México, donde era obispo, para combatir los abusos. Aunque no hubo una resolución final, sí se marcó el camino para futuras normas que la Corona dictó a lo largo del siglo XVI con el objetivo de frenar los abusos sobre los indígenas.

Unos derechos por los que también luchó Francisco Tenamaxtli, el primer guerrillero indígena que luchó por los derechos de los pueblos primitivos. De hecho, De las Casas se implicó en su defensa cuando fue detenido y trasladado en 1554 a la Corte de Valladolid para ser juzgado por el Consejo de Indias. Tenamaxtli murió en la capital en 1556 sin ser juzgado y sin cumplir su deseo de volver a su tierra.

«Inspiró la defensa de nuestros derechos, por eso queremos recuperar su memoria y reivindicar su legado», explica Alfonso Hernández, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco. Él,  junto a una delegación mexicana, ha viajado a España para «buscar alianzas» para intentar localizar la tumba del que consideran el «primer guerrillero» y poder repatriar sus restos. De momento, reconocen que se enfrentan a un volumen de documentación muy amplio, que deben estudiar expertos para recomponer el rompecabezas y evaluar si es posible su localización.

«Es un tema de justicia restaurativa. En su última carta, ya aquejado de una enfermedad mortal, pide justicia después de años retenido y expresa su deseo de regresar a su tierra», detalla Hernández. Además, recalcan que para ellos es muy importante honrar a sus ancestros, y en este caso poder dar sepultura a sus restos en su tierra.

Por ahora, esta delegación quiere iniciar el camino para «visibilizar» su figura, que consideran fundamental en la doctrina de los derechos humanos. Un reto en el que han pedido ayuda al Ayuntamiento y a la Universidad de Valladolid. «También es patrimonio de Valladolid y es importante recuperar su historia para significar la importancia de la ciudad», apuntan. «Ojalá que los vallisoletanos nos apoyen para completar el ciclo de la vida». En ese sentido, y también como una propuesta de hermanamiento, también han plantado un arce en la plaza de Poniente. Un monumento vivo que simboliza el encuentro de dos culturas frente a la idea del descubrimiento, que ellos rechazan.

Simpatías. Este vínculo que quieren crear se basa en un enfoque de  recuperación de la memoria más allá de la polémica que suele rodear a la revisión de la conquista. «No se trata de hacer reclamos. La perspectiva de los pueblos históricos es de paz y en esa línea luchó Tenamaxtli», reiteran.

De hecho, esos pueblos indígenas siguen en lucha por sus derechos, entre ellos el del territorio y para evitar su invisibilización. «Tenemaxtli representa una guía», reconoce Máximo Múñoz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Nayariz . En este sentido, reconoce que se ha avanzado mucho, pero advierte que aún «faltan mecanismos para hacer realidad» sus derechos. «Esta historia local es de carácter universal, representa los héroes desconocidos que luchan por la justicia», concluyen.

¿Quién fue Francisco Tenamaxtli?

Este guerrero indígena caxcán fue uno de los líderes de la épica Guerra del Mixtón (1541-1542), una de las grandes rebeliones indígenas de la Nueva España. En mayo de 1554 las autoridades novohispanas lo arrestaron y lo remitieron preso a la Corte de Valladolid, acompañado por un intérprete indio. Pese a las circunstancias de su envío, desde el primer momento gozó de las simpatías del Emperador Carlos V, quien le dispensó un trato cordial y generoso, acorde con su rango, aunque murió dos años después sin ser juzgado. Pero antes pudo dar a conocer  las vejaciones, escenas de muerte, persecuciones, todo género de crueldades y abusos.

La memoria indígena

Alfonso Hernández también aprovechó su estancia en la capital para  presentar su libro 'Tenamaxtli, la recuperación de una memoria indígena'. Una biografía en la que trata de poner de relieve la importancia que ha cobrado a ambos lados del Atlántico la historia de este guerrero indígena como precursor de la defensa de los derechos humanos.