Editorial

El diálogo, clave para el PP ante un Vox que tiene la llave de la gobernabilidad

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El Partido Popular ha ganado las elecciones autonómicas en Castilla y León pero, más allá de un titular evidente, los comicios de ayer han dejado como principales consecuencias un ascenso espectacular de Vox, el auténtico vencedor, y la irrupción de la llamada 'España Vaciada' en el parlamento regional. Todo ello ofrece un escenario con una gobernabilidad más complicada, con unas Cortes más fragmentadas y con la incógnita fundamental de qué camino tomará la formación de Santiago Abascal: entrar en el Gobierno o pactar un acuerdo de legislatura en el que figuren las claves de su programa, pero sin asumir poder ejecutivo. La tarea fundamental ahora es, sin embargo, avanzar en el diálogo entre todos los partidos para evitar una potencial repetición electoral. No se entendería después del resultado que han dictado las urnas.

Castilla y León encaró estos comicios con la incógnita de no saber cómo iban a comportarse sus ciudadanos ante una cita exclusivamente autonómica y no municipal. Los datos de participación permiten afirmar que estos han respondido de manera loable, pese a los problemas intrínsecos de un adelanto electoral, en invierno además, lo que refuerza el peso de lo autonómico en un territorio huérfano de él. Lo que no ha podido sacudirse es la interpretación de sus resultados en clave nacional. La escalada de Vox puede determinar que esta sea la primera comunidad autónoma en la que entre en un Gobierno y traería consecuencias de cara a las elecciones municipales y generales del año que viene. No hay que olvidar que el partido de Abascal ha obtenido representación en ocho de las nueve provincias. Esta comunidad autónoma también ha acelerado la debacle de Ciudadanos, que ha pasado a alejarse hacia la irrelevancia después de ser decisivo para determinar el anterior Gobierno.

 El talante con el que el vencedor de las elecciones, Alfonso Fernández Mañueco, ha asumido el resultado, apelando al diálogo con todas las formaciones, refleja tanto la necesidad de llegar a acuerdos como la realidad de un mapa político más abierto, en el que el tradicional bipartidismo que encarnan PP y PSOE pierde fuerza. Aunque el PP suma dos escaños más que en 2019, el PSOE se ha dejado siete en estos poco más de dos años. La irrupción de Soria Ya!, con tres procuradores, muestra un camino a seguir para el resto de las plataformas, a las que la premura de la convocatoria impidió organizar una candidatura coherente. El sentimiento de olvido, cuando no de agravio, en determinados territorios ha quedado más que patente y es una llamada de atención al conjunto de la nación que le conviene escuchar pronto, interpretar de la manera adecuada y dar respuesta.