Valladolid lidera el aumento de precio de vivienda protegida

Óscar Fraile
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El coste de estos inmuebles se ha incrementado un 6,8 por ciento en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2020, pese a que la subida nacional es del 0,6 por ciento y que la vivienda libre baja

Viviendas en Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

A principios del año 2015, después de muchos ejercicios de ajuste del precio de la vivienda tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, comprar una vivienda libre en Valladolid no era mucho más caro que una protegida. Por entonces el precio cuadrado de la primera se pagaba a 1.122 euros, por los 1.088 de la protegida. Desde entonces el coste de la vivienda libre ha experimentado una pequeña subida para situarse en 1.219 euros en el primer trimestre de este año, mientras que la protegida se ha mantenido más o menos estable. Excepto en el último año, puesto que Valladolid es la provincia de España donde más se ha incrementado en precio de la vivienda protegida. Concretamente, un 6,8 por ciento entre el primer trimestre del año pasado y el de 2021, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El precio se sitúa actualmente en 1.080 euros.

Una subida que llama la atención si se tiene en cuenta que el encarecimiento medio en España en este periodo es de solo el 0,6 por ciento y que la vivienda libre se ha abaratado en la provincia un 2,3 por ciento en ese año.

El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valladolid (Aspriva), Gonzalo Jolín, asegura que este incremento puede deberse a la venta en este periodo de un grupo de viviendas que tiene el tramo de precio más alto entre los posibles dentro de una vivienda de protección oficial, dado que las estadísticas del Ministerio solo tienen en cuenta el precio de las operaciones cerradas.

Por eso la evolución es tan dispar por provincias. Por ejemplo, la subida de Valladolid contrasta con las bajadas del 3,5 y el 3,7 en Salamanca y Palencia, respectivamente.

Hay varios factores que determinan el precio de este tipo de inmuebles. El primero, el tipo de viviendas de que se trate. Pueden ser de promoción privada o pública y, dentro de estas, hay varias categorías, como las viviendas de protección pública general, las jóvenes (para menores de 35 años), las de precio limitado para las familias y las ubicadas en el medio rural. El precio máximo al que se pueden vender está vinculado a un módulo que determina la Administración local, y que se debe respetar aunque la promoción sea privada. Es decir, depende del tipo de vivienda, del nivel de protección y del precio del módulo del municipio en el que se construya.

Mercado «interesante». Jolín considera que el mercado de las viviendas protegidas actualmente es muy «interesante» para los potenciales compradores, porque el precio es ligeramente inferior al del mercado libre y la adquisición de estas viviendas está vinculada a otra serie de ayudas públicas, como subvenciones directas para el pago de la hipoteca y exenciones fiscales. Eso sí, solo pueden comprarlas las personas que cumplan una serie de requisitos en función del tipo de vivienda, que van desde la edad a los ingresos máximos. Además, el representante de Aspriva asegura que la calidad de estas viviendas es muy superior ahora a las que se construían hace años. «Hace dos décadas había una diferencia ostensible entre una libre y una protegida, pero ahora todas tienen que estar sujetas a los estándares que marca el Código Técnico de Edificación y se ha elevado bastante el suelo de la calidad, si antes estaba en diez sobre cien, ahora está en sesenta sobre cien», explica.

Bien es cierto que la adquisición de estas viviendas establece ciertas limitaciones para los inquilinos. Por ejemplo, tienen que utilizarlas como residencia habitual, no pueden ponerlas en el mercado de alquiler y, si quieren venderlas, deben hacerlo al precio que marca el módulo.

Viviendas en construcción. La capital cuenta con varias promociones en marcha de viviendas VPO. Una de las que está más avanzada en la que el Ayuntamiento ha promovido en el cruce del paseo del Obregón con la calle Eneldo. El edificio está casi terminado y consta de 25 viviendas que se destinarán a jóvenes de menos de 35 años en régimen de alquiler, siempre que estén inscrito en el registro de demandantes de viviendas de protección y tengan unos ingresos que no superen tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Las viviendas tendrán unos 60 metros útiles con un precio máximo de 5,50 euros por metro. También se inició hace seis meses las obras para construir 150 viviendas de protección pública en dos parcelas entre las calles Mieses, Trilla y Sementera, antiguos terrenos del Servicio Municipal de Limpieza.