Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


El verano es tiempo de cambios y oportunidades

01/08/2021

Este fin de semana se inicia el mes veraniego por excelencia y con ello se impulsará un turismo muy necesario para que la recuperación económica despegue durante el mes de agosto y coja una velocidad de crucero que pueda alcanzar su máxima velocidad en septiembre con la celebración de las fiestas patronales y la finalización de una inmensa mayoría de los ERTE. Todo ello debe conducir a un incremento de la actividad económica que reduzca drásticamente durante los próximos trimestres las cifras de trabajadores en paro, tras la subida producida entre abril y junio, y marque el camino para unas tasas de empleo y ocupación como mínimo por encima de las que había en los meses anteriores a la pandemia. La población activa ha caído en 7.500 personas y especialmente las mujeres (el paro les ha afectado el triple que a los hombres) continúan sufriendo el golpetazo laboral que provocó la aparición del coronavirus.
Agosto es un mes de vacaciones. Y aunque Valladolid no sea un destino de sol y playa, su atractivo en gastronomía y enoturismo, además del patrimonio histórico y cultural, la convierten en receptora de visitantes también durante el verano, mucho más en este año atípico en el que la convivencia con el coronavirus hace especialmente complicado los viajes al extranjero o acudir a lugares con gran afluencia de personas como puede ser los municipios de la costa. El amplio y variado programa de actividades musicales y culturales, no solo en la capital sino en los municipios del alfoz y casi de toda la provincia, animan también a acudir y reactivar un sector muy castigado en el último año y medio y que necesita un revulsivo para recuperar la energía y volver a una actividad más normalizada y sin temores de nuevas olas o rebrotes.
Evidentemente, las restricciones para aplacar la curva de esta quinta ola, que ya parece haber iniciado su desplome, se mantendrán durante una buena parte del mes, así que también condicionará un verano, en el que los pueblos de la denominada España vaciada tienen una oportunidad de reivindicarse ante la llegada de familias en busca de dar esquinazo a la covid-19 con mucho aire puro y pocas aglomeraciones. A pesar de la distancia, muchos seguiremos la evolución de la pandemia, ya que su marcha puede condicionar todo el programa festivo en el que viene trabajando el Ayuntamiento de Valladolid en los últimos meses y que, a pesar del buen ritmo de la vacunación, se mantiene en una inquietante incertidumbre cuando tan solo queda un mes para dar el pistoletazo de salida a las actividades festivas que permitan las normas sanitarias.
Los meses de verano, en especial agosto, son también un tiempo muy propicio y muy utilizado por las corporaciones municipales para la ejecución de obras de mantenimiento o reposición en muchas calles de la capital. Además de los tradicionales planes de renovación del pavimento u otras obras menores que suele ejecutar el Ayuntamiento con sus propios medios, en Valladolid se aprovecha para continuar con el plan de movilidad que cada vez aporta más espacio para peatones, bicicletas y otros vehículos no contaminantes y que, en cambio, no piensa mucho en soluciones alternativas para el resto de los turismos. Así que no acudan al centro de la ciudad con el coche, pues además de las restricciones habituales se encontrarán con calles cortadas por obras y aparcamientos ocupados por terrazas hosteleras. A cambio de ello, pasear por la almendra central será algo más tranquilo y el comercio, aunque protesta por los inconvenientes y las molestias de las obras, se verá beneficiado a medio y largo plazo.
En fin, querido lector, que yo también me tomo unas semanas de descanso y con la llegada de septiembre volveremos a encontrarnos para comentar todo lo que ocupa y preocupa a los vallisoletanos y a todos los foráneos que hemos hecho de esta ciudad la nuestra. Pasen buen verano y disfruten, siempre con precaución.