El tercer turno de Montaje podría suponer mil contrataciones

Óscar Fraile
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Renault traslada a los sindicatos que prevé iniciar la actividad nocturna después de verano por la buena marcha del Captur y por la remisión de la crisis de los semiconductores

Un trabajador de la cadena de montaje de Renault. - Foto: Ical

Renault confirma las buenas perspectivas que tiene para el segundo semestre del año. Si hace unos días la empresa ya anticipó que probablemente no sea necesario prorrogar el ERTE en vigor, cuyo periodo de aplicación finaliza el 30 de junio, este jueves trasladó a los sindicatos que prevé recuperar el turno de noche en las factorías de Carrocería y Montaje. La previsión de que la crisis de los semiconductores comience a remitir, unida a la buena marcha comercial del Captur harán posible que vuelva un turno que la empresa suspendió en agosto del año pasado.

Además, la multinacional tiene los mismos planes para la factoría de Palencia, donde prevé implantar el segundo turno tras las vacaciones, coincidiendo con el inicio de la fabricación del Renault Austral.

Aunque la empresa no precisó la cifra de las contrataciones que esto supondrá en Valladolid, fuentes sindicales aseguran que «la creación de un turno implica entre 800 y mil». Se trata de una previsión, porque los planes de Renault todavía están por cumplirse. De hecho, desde CCOO reconocieron en un comunicado que dependen de «muchos factores». Por ejemplo, la evolución de la crisis de los semiconductores, que, si bien se prevé que remita en el segundo semestre, la inestabilidad internacional descarta cualquier certeza a medio plazo. En el mismo comunicado, CCOO apela a la prudencia, pero valora la intención de Renault de ampliar la carga de trabajo para poder centrarse «en el lanzamiento de nuevos proyectos que den estabilidad».

En la misma línea se expresó UGT. El sindicato destacó que este anuncio, de hacerse realidad, permitirá el regreso a Palencia de 400 trabajadores que ahora están en Valladolid con movilidad forzosa. Además, la formación destaca el impacto positivo que esto tendrá en la industria auxiliar. «Esperamos que por fin terminen estos dos años en los que hemos sufrido una gran falta de trabajo por la pandemia, crisis de semiconductores, etcétera», asevera en un comunicado. 

Una 'deuda' de 30 días. Los trabajadores de Renault se han acostumbrado al intermitente ritmo de producción que ha impuesto en los últimos meses la crisis de los semiconductores. La falta de suministro de esta pieza ha hecho que la empresa se vea obligada a parar sus fábricas en algunos casos hasta semanas enteras. Y a recurrir a las herramientas de flexibilidad que contempla el convenio para capear el temporal. Unos mecanismos que no han evitado que la compañía aplique en España un ERTE cuyo periodo de aplicación comenzó el 1 de agosto del año pasado y finalizará el próximo 30 de junio, después de que se prorrogara el pasado 1 de diciembre.

La empresa recurrió a esta medida tras agotar el saldo negativo de la bolsa de horas de sus trabajadores, una herramienta que permite a la multinacional adaptar la producción a los vaivenes del mercado. Así, cuando no se puede producir, los empleados se quedan en casa; y cuando la carga de trabajo aumenta, Renault puede hacer que trabajen el sábado.

El convenio colectivo recoge que esta bolsa tiene un límite negativo de 25 días, aunque recientemente se ha ampliado a 40 para que la empresa tenga más flexibilidad en el segundo semestre y se reduzcan así las posibilidades de que pida otro ERTE.

No obstante, el grueso de la plantilla se sitúa en la actualidad con un saldo negativo de 30 días, lo que equivale a seis semanas de actividad de lunes a viernes o a 7,5 meses consecutivos trabajando el sábado.

Si las perspectivas de Renault se cumplen, a buen seguro que en el segundo semestre los trabajadores tengan que empezar a saldar una 'deuda' que no ha dejado de engordar en los últimos meses.