El Fundación Aliados pudo despedir el año 2022 con un triunfo, aunque realizó un mal partido y tuvo que forzar la prórroga, gracias a un triple de Romo, para poder lograrlo, ante un rival que ni siquiera utilizó a su único recambio en el banquillo, pero que supo aprovechar la floja defensa local para tomar las riendas en el marcador durante la mayor parte del encuentro.

Los vallisoletanos salieron demasiado descentrados a la pista del Lalo García -quizá afectó no jugar en su pabellón habitual- y su defensa comenzó a hacer aguas por todas partes, a lo que se añadía el desacierto de cara al aro, mientras que los artilleros del cuadro visitante, Leep pero, sobre todo, un destacado Jhon Hernández, iban aumentando la renta, para llegar al descanso con un 23-30.

En la reanudación, la entrada de Soria y, fundamentalmente, de Maxi Ruggeri, quien aportó su buen hacer en la dirección, dieron más impulso al conjunto morado, en el que tuvo mayor protagonismo Clarence McCarthy-Grogan, al que se va notando su adaptación al esquema del Fundación Aliados. Y Romo siguió demostrando su calidad en los tiros, forzando la prórroga con un triple sobre la bocina, para empatar a 57.

En ese tiempo añadido, los vallisoletanos gestionaron mejor sus ataques, aunque siguieron adoleciendo de intensidad defensiva y, a pesar de que Sandoval tuvo en su mano la posibilidad de dar la victoria a Mideba Extremadura, el lanzamiento no entró en la canasta, por lo que el triunfo se quedó en Valladolid antes de las vacaciones navideñas, en las que los de José Antonio de Castro podrán recargar pilas antes de afrontar un duro retorno, con un calendario muy comprimido, y con la Copa del Rey y la competición europea como nuevos objetivos.