La perrera provincial posibilita la adopción de mil animales

R.G.R
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La perrera provincial perteneciente a la Diputación posibilita que más de mil perros hayan encontrado una nueva familia en los últimos cinco años después de estar abandonados en los pueblos. La estancia media es de unos tres meses

Limpieza de las instalaciones donde se encuentran los perros. - Foto: J. Tajes

La Diputación lleva más de 40 años gestionando el abandono de los perros en los pueblos de la provincia. Aquellos animales que son encontrados por los vecinos y que, después de un proceso de esterilización y desparasitación, vuelven a encontrar el calor de una familia. Durante los últimos cinco años han sido 1.167 los canes adoptados por un nuevo dueño de los 1.114 que se han recogido en las calles y otros 274 que se han entregado por sus propietarios y que han llegado a las instalaciones que se encuentran en Simancas , en la carretera de Geria. 

La llegada de los canes a estas dependencias puede llevarse a cabo de diferentes formas. Cabe la posibilidad de que los animales lleguen a través de un aviso de un ayuntamiento o un particular residente en un pueblo de que un perro se encuentra abandonado. También es posible que sea la propia Guardia Civil la que se encargue de proporcionar el aviso. 

José Manuel Sastre es el propietario de las instalaciones y el encargado de recoger los perros. En un primer momento, los animales pertenecen atendidos en sus chelines durante un periodo legal de 20 días en modo de espera por si acaso apareciese el propietario. «Puede que algún dueño de algún perro que aparece en un pueblo llegue a reclamarlo. Una vez que pasan estos 20 días, una ficha de cada uno de los canes aparece en la página web y se ponen en adopción», comenta Francisco López, el responsable de este servicio en la Diputación. Durante el último lustro, han sido 173 los perros que han sido devueltos de nuevo al propietario.

Limpieza de las instalaciones donde se encuentran los perros. Limpieza de las instalaciones donde se encuentran los perros. - Foto: J. TajesTodos los días en horario de mañana y de tarde, incluidos los fines de semana, las instalaciones permanecen abiertas para que todas las personas que lo deseen puedan conocer a los diferentes perros que se encuentran en cada momento en la perrera provincial. Los animales pasan primero por un proceso de esterilización y desparasitización y se les realiza una analítica completa en una clínica veterinaria de Laguna de Duero. 

La estancia media de los perros es de unos tres meses, aunque en algún caso se puede prolongar este espacio a más de un año. «Lo que nos interesa es que los perros estén en las dependencias el menor tiempo posible, tanto a nivel económico como por el bienestar del propio perro». Las instalaciones pueden llegar a albergar hasta 150 canes, aunque en la ocasión que ha registrado mayor grado de ocupación fue con 87 animales. 

Se da la circunstancia de que la pandemia ha afectado en gran medida a la llegada de perros a las instalaciones de Simancas. A los pocos meses de la aparición de los primeros casos, el número de animales comenzó a descender por dos razones. La prohibición de que los ciudadanos pudieran salir a la calle imposibilitaba recibir nuevos avisos de perros abandonados y, por otro, aumentó el número de adopciones. Ahora mismo, la cifra de perros en custodia ha aumentado de nuevo. 

Los animales tienen un espacio acogedor, limpio y espacioso y están acompañados, a unos pocos metros, por otros animales cuyos dueños deciden dejarlos en estas dependencias por unos días. Algunos permanecen solos en sus 'dormitorios' y otros comparten espacio con otros canes. Disponen de su propio espacio de juegos y en el caso de necesitar cualquier cuidado veterinario son traslados a una clínica. Los nuevos propietarios que realizan la adopción son perfectamente conocedores de que se llevan un animales en condiciones sanitarias «inmejorables». La mayor parte de las adopciones, en torno a un 80 por ciento, se realizan por habitantes de Castilla y León, aunque también llegan adoptantes de Madrid y otras partes del país. Incluso, en algunas ocasiones son familias que viven en países extranjeros como Alemania. «La página web de la perrera contiene toda la información actualizada y los ven desde ahí». Así, a través perreraprovincial.diputaciondevalladolid.es se pueden ver todos los animales. 

En el caso de aquellos animales que no son adoptados por una familia a pesar del paso del tiempo se les termina sacrificando. Algunos canes han llegado a estar incluso cuatro años en las dependencias. «Son todos perros potencialmente peligrosos», explica José Manuel Sastre. En la medida de las posibilidades, no se llega a este punto y solo 56 animales han sido sacrificados en los últimos cinco años. Aquellas personas que lo deseen y que residan en los municipios de la provincia también pueden llevar su mascota a la perrera provincial, donde se les recogerá a cambio de 50 euros. «Yo cobraría mucho más», recalca Sastre, quien pretende dejar bien claro que un animal «tiene sus sentimientos» y que no se debe desprenderse de él tan solo por el hecho de que «ya no lo queremos».