Numerosos feligreses, cumpliendo las medidas de seguridad marcadas para evitar contagios del coronavirus, se rindieron hoy ante la Virgen del Carmen, que surcó las aguas del Pisuerga un año más desde el embarcadero del puente del Poniente, en una celebración que honró a las víctimas del COVID-19. Organizada por la Asociación Amigos del Pisuerga, que han debido sortear diferentes complicaciones por la situación sanitaria para poder celebrar la procesión fluvial, contó con una misa previa, a las 11 horas, en Las Moreras, oficiada por el excronista de la ciudad Teófanes Egido.

La procesión tiene lugar anualmente, en el domingo más cercano al 16 de julio (Día de la Virgen del Carmen). La barca que traslada la talla, y que lleva su propio nombre, navega aguas abajo, en un viaje de ida y vuelta, hasta el barrio de Arturo Eyries, donde es honrada por numerosos vallisoletanos que se asoman a los puentes y en algunos puntos de la orilla del río. Este año, en el barrio junto al pabellón Pisuerga se rezó una oración por los fallecidos por el COVID-19, junto a la habitual ofrenda floral ante la Cruz del Río de Olmos, informa Ical.