El 'Café Fado La Portuguesa', más conocido como La Portuguesa, cierra este jueves por jubilación. Hortensia Eulalia dos Santos, más conocida como Romy Santy, baja la persiana de uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad, situado en la calle Estación. Y lo hace con palabras de agradecimiento: "Muchas gracias a todos, de corazón".

La Portuguesa, referencia en los bacalaos, el pulpo o los mejillones, abrió el 25 de abril de 2012 y desde entonces ha ido creciendo e invitando a 'pasear' por el país vecino a través de su gastronomía, sus vinos y sus fados. "Siento irme, pero la situación me ha superado. El cansancio físico y moral, y mis 66 años, que llevo trabajando desde los 11, ha hecho que se me acaben las pilas", señala Romy, que se quedará a vivir en Valladolid y que recuerda que en estos años han vivido hasta tres familias del negocio. "Para mí ha sido un éxito personal poder luchar y estar a la altura que termino. Estoy muy agradecida a muchas personas en estos dos últimos años, que han ayudado con la pandemia de covid", añade.

Así que el jueves, 30 de junio, con todo ya lleno, abrirá por última vez La Portuguesa. El local quedará montado y de momento no se sabe si alguien cogerá las riendas o cambiará de rumbo.

"En 10 años he aprendido que no se puede ayudar a quien no quiere; que no se puede creer a quien no se deja; y no se pueda dar a quien no lo agradece", resume sobre sus años al frente del  'Café Fado La Portuguesa'.