Una situación límite. Muchas casas rurales viven momentos «complicados» y prevén cierren puntuales para «no seguir perdiendo dinero». Los costes del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la electricidad, la leña y, sobre todo, el combustible están haciendo que mantener abiertos los negocios sea «inviable» y algunas casas rurales no tengan más remedio que cerrar sus puertas.
El presidente de Turismo Rural, Luis Chico, indicó que la falta de ayudas, de clientes y el «impresionante incremento» de los costes ha hecho que algunos propietarios de las casas se plantean cierres puntuales. «Yo voy a cerrar mi casa en Benafarces durante el mes de enero. Hasta navidades tenemos algunas reservas, pero después nada y es mucho mejor cerrar para no continuar con pérdidas todos los meses».
Chico alertó que en algunos casos, los propietarios de las casas rurales están cerrando sus puertas de forma definitiva por la nula rentabilidad de sus negocios. Es el caso de la casa La Almuerza, en Torrescárcela. Su propietaria es Pilar Guerra y lleva en el negocio 22 años. «Es una casa de piedra y de madera y para calentarla hay que invertir mucho tiempo y dinero. Ahora mismo, con la cantidad de clientes que tenemo?s no nos merece la pena continuar abiertos. Nos planteamos cerrar de forma definitiva a partir del mes de diciembre», comenta.
Luis Chico indica que algunos de los propietarios están buscando «otro tipo de trabajos» fuera del sector debido a que la rentabilidad de las casas ha descendido hasta ser «casi nula».
Ana Isabel Santos es la propietaria de la casa Don Diego, en Casasola de Arión. «Llené el depósito de combustible durante los meses de verano pensando en lo que podía venir y ahora me voy a dedicar a vivir de las rentas. Me plantearé cerrar cuando llegue el momento de tener que echar de nuevo gasóleo para llenar el depósito». Santos aseguró que sus costes se han disparado durante el último año y prevé que continúen subiendo con la llegada del invierno. «Incluso nos han subido los impuestos y una casa rural que solo se ocupa algunos fines de semana hay que mantenerla durante todo el año y al final no sale rentable. Ahora, me mantendré así al menos hasta que finalice el año, luego ya veremos. Tal vez, tenga que cerrar».
Aumento de costes. El aumento de los costes se puede observar claramente en los precios que han alcanzando el gasóleo de calefacción o la leña para las chimeneas y estufas. Mientras que en el caso del combustible, los usuarios pagaban unos 70 céntimos el litro hace un año, ahora se vende a 1,30 euros, mientras que la leña de encima ha pasado de 7 a 13 céntimos por kilogramo.
Ana Llorente, de la casa rural El Bellosillo, en Villafuerte, indica que cerrará a tramos semanales, ya que no puede mantener la situación actual de su casa. «Voy a cerrar durante intervalos de tiempo. Por ejemplo, de lunes a jueves cerrado y solo abrir los fines de semana o por periodos de quince días porque no podemos continuar así. Estamos perdiendo dinero».