Cientos de personas han arropado este Jueves Santo en Valladolid, en una tarde muy primaveral, la nueva procesión de 'Humildad y Penitencia' de Valladolid, organizada por la Cofradía de la Orden Franciscana, y donde la sobriedad, el sentimiento y la fe han envuelto un recorrido que ha salido a las 19.00 horas desde el convento de Santa Isabel. Se trata de una de los cinco nuevos desfiles que surgieron en 2020 de la escición de la procesión de 'La Amargura de Cristo', y que han salido por primera vez a las calles de la ciudad después de que la pandemia provocada por el coronavirus obligara a suspender la Semana de Pasión de 2020 y 2021. 'La Santa Cruz Desnuda', de Francisco Fernández León (1993), 'Nuestra Señora de la Soledad' (anónimo del siglo XVII) y 'Cristo Yacente', de la escuela de Alonso Berruguete, del siglo XVI y uno de los más antiguos de Valladolid, han desfilado portados por los cofrades de la Orden Franciscana, que tiene sus orígenes el Siglo XIII, cuando se constituye en el convento que la Orden tenía en la Plaza Mayor de la ciudad. Tras realizar un acto de penitencia, el desfile ha discurrido por Santo Domingo de Guzmán, Jorge Guillén, plaza de Poniente, plaza de la Rinconada, Correos, Los Molinos y Jesús, donde ha tenido lugar el encuentro de la Soledad con el Nazareno, tras lo que el cortejo ha seguido hasta la Catedral, donde se ha realizado una estación de penitencia y una oración por los sacerdotes. Esta procesión ha regresado a su punto de partida por Cascajares, plaza de Fuente Dorado, Ferrari, plaza Mayor, pasión, Reina, Correos, plaza de Poniente, Jorge Guillén y Santo Domingo de Guzmán. La entrada de los pasos ha estado acompañada por el canto de las monjas clarisas y por la salve a cargo de la Banda de Dulzainas y Tambores de la Soledad.