Las mafias manejan el mercado negro de citas para pedir asilo

M. Rodríguez
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En 2022 se duplicó el número de peticiones y en los dos primeros meses de este año se han registrado 313. Las ONGs alertan del problema que desborda a los servicios sociales locales

230323JT_0112.JPG - Foto: Jonathan Tajes

No es un fenómeno nuevo en España, pero sí en Valladolid. De hecho, todavía no hay ninguna denuncia formal, pero las ONGs y los Servicios Sociales de la capital advierten de un mercado negro de venta de citas para solicitar el asilo político en el país. Esto, por un lado, genera que las personas que no pagan entre 60 y 200 euros tienen muy difícil conseguir acceder al trámite necesario para entrar en el sistema de acogida.Pero, también, provoca un efecto llamada porque  atrae a Valladolid a otros solicitantes que 'compran' su turno para acceder a los recursos sociales. 

Las estadísticas del Ministerio del Interior muestran esta evolución al alza. Así, en 2019 se presentaron 645 solicitudes de asilo o protección internacional en Valladolid, mientras en 2020 fueron 619 y en 2011 bajaron a 421. Pero en 2022 la cifra se duplicó y alcanzó las 1.217, de las que 291 eran de personas procedentes de Colombia y 185 de venezolanos. Unas cifras que puede que se superen este año, ya que solo en los dos primeros meses se han registrado 313 peticiones, aunque en ese tiempo solo se han resuelto seis.

El trámite para solicitar asilo político exige una primera entrevista en Extranjería, que periódicamente saca un número muy limitado de citas, que se pueden pedir online gratis. Pero la realidad, tal como explican desde Cruz Roja y Accem, es que se ofertan servicios de 'gestorías' que utilizan bots automáticos que son capaces de pedir las citas en segundos y bloquean las citas para las personas que optan por no pagar a estas mafias.  «Es algo que conocemos y hemos valorado con nuestros servicios jurídicos denunciarlo y consideran que es complejo porque hay un limbo legal», apunta Natalia Martín, responsable del programa de acogida e integración de personas refugiadas y solicitantes de protección internacional.

Esta falta de denuncias obstaculiza que la Subdelegación del Gobierno y la Policía Nacional puedan investigar este problema. La subdelegada, Alicia Villar, reitera que no consta esta situación y no pueden trasladar ningún supuesto delito a la Fiscalía, como ya ha sucedido en Valencia. El asilo es el proceso de acogida establecido a estas personas por razones humanitarias, ya que se ven obligados a huir de sus países por estar perseguidos por su religión, orientación sexual, política, etnia, violencia de género y cualquier otra razón que haga peligrar su vida como para tener que huir. Pero para lograr ese estatus deben pasar una entrevista con un funcionario de extranjería y así poder acceder a una documentación provisional mientras se resuelve su caso. Esos documentos les facilitan poder acceder al mercado laboral, alquilar una vivienda y a los servicios sociales. Pero sin la cita y esa entrevista inicial no entran en el sistema se quedan indocumentados y en un limbo legal. «La gente busca la provincia donde puede conseguir más fácilmente las citas porque hay pocas y es muy difícil acceder a ellas. No podría hablar de efecto llamada, pero sí que ha habido un incremento de solicitantes en Valladolid», detalla Diego Cebas, coordinador de Accem en Valladolid.

Como alternativa, la subdelegada en Valladolid recuerda que pueden acudir en persona a las comisarías y que los agentes pueden ayudarles con los trámites, incluido el de la petición de cita. Aunque en la web del Ministerio del Interior no se ofrezca esta alternativa.

Colapso. Donde más han notado este incremento de solicitantes de asilo y refugiados es en el Ayuntamiento de Valladolid, que a fecha 22 de enero, atendía a 168 personas con esta condición. Por un lado, ha cedido seis pisos municipales a las organizaciones que los atienden (Cruz Roja, Accem y Procomar), lo que permite que estas entidades dispongan de 30 plazas de acogida. Estas se unen a las 94 de las que ya disponían en 14 pisos gestionados y suman un total de 124. «En la actualidad se está trabajando con 121 personas en fase de acogida, que disponen de una plaza en una de estas viviendas, de ellos 28 en viviendas municipales, y 47 en la fase de inserción social, que están alojadas en viviendas alquiladas por ellas mismas», apunta la concejala de Servicios Sociales, Rafi Romero. 

Pero hay más solicitantes de asilo en espera de formalizar su situación. En la estadística de servicios sociales municipales aparecen 290 que se han beneficiado de la prestación de alojamiento alternativo. «Tenemos un gran problema de plazas para atender la gran demanda que hay. No hay suficientes viviendas, las pensiones van desapareciendo y los hoteles no son espacios de emergencia para las familias solicitantes de protección internacional», lamenta Romero. La edil apunta que el año pasado se invirtieron unos 120.000 euros en pensiones para refugiados y personas sin hogar. «Ya no tenemos más capacidad. Hemos cedido tres pisos más a Cruz Roja, pero hay un problema muy serio de vivienda para estas personas». Por eso, a expensas del  centro de Atención Humanitaria para refugiados, que se construirá junto al Hospital Río Hortega, el Ayuntamiento incluirá un espacio para la atención de estas familias en el nuevo albergue municipal.

Además, explica que el mercado de citas está atrayendo a más personas a Valladolid y comparte la preocupación de las ONGs.  A esto se une que solo un porcentaje muy bajo de estas personas consigue el estatus de refugiado, pero los servicios municipales deben seguir atendiendo al resto que se queda sin protección. «En estos momentos la atención de urgencia se centra en ellos. Hemos pasado de que desde Madrid nos enviaban a las personas a que ahora entran al sistema por aquí», denuncia. 

LOS DATOS

Ciudad de acogida. Valladolid se ha convertido en una ciudad de acogida para muchas personas que tienen que huir de sus países. Y aunque en la mente de todos estén los refugiados ucranianos que llegaron huyendo de la guerra, los países de procedencia de las personas en fase de acogida son mayoritariamente Venezuela, Colombia, Marruecos, Afganistán e Irán. Del total de personas que se encuentran en esta fase, 33 son menores, que pertenecen a alguna de las 26 familias que se atienden. El tamaño medio de estas unidades familiares es de 2 a 7 miembros. En la siguiente fase, en la de integración hay 47 personas, de las que 16 son menores. En total son 13 familias procedentes de Irán , Sierra Leona, Ucrania, Chile, Siria y Sudán.

Solicitudes presentadas en enero y febrero. Según los datos del Ministerio del Interior, en los dos primeros meses del año se han presentado 313 solicitudes de asilo internacional en Valladolid, lo que demuestra la tendencia ascendente respecto al año anterior, donde se computaron 1.217. Una cifra que ya doblaba la del año anterior.

200 plazas en el centro de refugiados. El Centro de Atención Humanitaria para acoger inmigrantes que solicitan asilo o protección internacional estará listo a finales de 2024. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones levantará en la calle Dulzaina una edificación de cuatro plantas y capacidad para 200 personas. 

6 pisos cedidos. El Ayuntamiento ha cedido seis pisos municipales a las organizaciones que atienden a los refugiados y solicitantes de protección internacional, lo que permite que estas entidades (Cruz Roja, Accem y Procomar) dispongan de 30 plazas de acogida. Estas se unen a las 94 de las que ya disponían en 14 pisos gestionados por las ONGs y que suman un total de 124. «En la actualidad se está trabajando con 121 personas en fase de acogida, que disponen de una plaza en una de estas viviendas, de ellos 28 en viviendas municipales, y con 47 en la fase de inserción social, que están alojadas en viviendas alquiladas por ellas mismas». Además, el Ayuntamiento apunta que el año pasado se invirtieron unos 120.000 euros en pensiones para acoger a refugiados y persona sin hogar.