Un tercio de las operaciones de compra-venta de viviendas en Valladolid son estrategias de inversión que acaban con ese inmueble, en la mayor parte de las ocasiones, en el mercado de alquiler. Esa es una de las conclusiones de un estudio presentado este jueves por la inmobiliaria Tecnocasa sobre el mercado de la vivienda en Valladolid. Concretamente, el 36 por ciento de las operaciones tienen este fin, casi cinco puntos más que en 2018, cuando se inició esta serie histórica.

Esta estrategia tiene que ver con que Valladolid es una de las ciudades donde mayor rentabilidad bruta se puede obtener en el alquiler, con un 7 por ciento anual. Esto hace que la inversión en esa vivienda se pueda recuperar a los 15 años (171 meses).

El informe apunta que el el precio medio de la vivienda ha subido en la provincia en el último año un 2,5 por ciento, hasta llegar a los 1.303 euros por metro cuadrado, aunque desde Tecnocasa apuntan que el mercado está entrando en una fase de madure, con estancamiento de ventas y con pocas posibilidades de que esta tendencia alcista se prolongue en los próximos años.

Tecnocasa también sostiene que el precio del alquiler ha subido un 5,6 por ciento en un año, más del doble que el de venta. Actualmente es 7,6 euros por metro cuadrado.

El responsable de la compañía en Castilla y León, Sergio Meroño, apunta que poco más de la mitad de las viviendas que se venden en la provincia tienen un valor entre 75.000 y 150.000 euros. La vivienda tipo que encuentra comprador tiene entre 60 y 80 metros (49,3 por ciento de los casos), sin ascensor (65,7 por ciento), con tres habitaciones (61,5 por ciento) y una antigüedad media de entre 40 y 60 años (64,7 por ciento).

El perfil del comprador es una persona que necesita financiación (61,8 por ciento), de entre 25 y 44 años (53,1 por ciento), española (90,8 por ciento), con contrato indefinido (77,6 por ciento) y estudios superiores (42,9 por ciento).

Por otro lado, Tecnocasa ha detectado que los propietarios que sacan sus viviendas al mercado lo hacen con una sobrevaloración del 20 por ciento respecto a las expectativas de los potenciales compradores. Un precio que se suele ajustar después de un proceso de negociación.