Reencuentro siete años después

Óscar Maya (EFE)
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Unai Simón se prepara para dar un pase. - Foto: Jean Catuffe (Europa Press)

Achraf Hakimi nació en Getafe hace 24 años. Allí se crió y en 2005 comenzó su andadura futbolística en el modesto Club Deportivo Colonia Ofigevi, en el que solo duró un año, antes de que el Real Madrid le echara el ojo. De padres marroquíes, se decantó por el país africano y no por España por «un tema de corazón».

Eligió representar a su nación, pero, en 2015, una temporada antes de debutar con la absoluta del país que ahora defiende, participó en unos entrenamientos con  el equipo sub'19 de la Roja en los que, curiosamente, coincidió con Unai Simón, el portero al que tendrá enfrente el próximo martes y que será el último escollo para liderar a Marruecos de cara a conseguir su mejor clasificación en un Mundial.

Y es que el conjunto de Walid Regragui ya ha igualado su mejor marca, que databa de cuando llegó a los octavos de final de México'86, cuando se convirtió en el primer cuadro de su conferencia en alcanzar dicha instancia en una edición del campeonato. Cayeron 0-1 frente a Alemania Federal, en un resultado que no podrán vengar después de que los germanos no lograsen pasar la fase de grupos en Qatar 2022.

Sí lo han hecho los 'leones del Atlas', con un Achraf que se ha colado en la mayoría de los mejores onces de la primera fase de competición. Y eso que juega lesionado.

El lateral derecho del Paris Saint-Germain sufre una rotura muscular en la parte posterior del muslo desde el estreno contra Canadá, pero, tras comprobar que podía jugar a pesar de esto, decidió no parar por lo importante que está siendo esta Copa del Mundo para él. Ya más asentado que en Rusia'18, cuando, en fase de grupos, también se enfrentó a España.

Achraf se siente un líder dentro del grupo, que es la gran fortaleza de la selección que dirige desde finales de agosto Walid Regragui, figura clave para entender la unión que se ha generado con los futbolistas tras la convulsa salida de Vahid Halilhodzic. Volvieron Ziyech y Mazraoui y la gestión de Walid hizo el resto. Sin él, no se explica el éxito de los 'Leones del Atlas'.