Rippa Dorii, el nuevo proyecto de Ontañón en Rueda y Ribera

S.G.
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La nueva bodega de Ontañón Familia en las dos prestigiosas denominaciones se estrena con el Premio Envero al mejor vino de Alta Expresión a Salomón y la distinción de Decanter a su verdejo ecológico

Raquel y Rubén Ontañón, enla parcela de Fuentecén donde extraen las uvas con las que elaboran el tinto Salomón.

Rippa Dorii, la nueva bodega de Ontañón Familia en Rueda y Ribera del Duero, inicia su andadura con sendos reconocimientos que ponen de relieve la apuesta por los vinos de máxima calidad que hablen del territorio y de los paisajes de los que brotan. Así, la revista británica Decanter ha valorado al Rippa Dorii Organic 2021 (DO Rueda) con 90 puntos y lo ha seleccionado entre los trece mejores de esta variedad en España. Por su parte, el Rippa Dorii Geografías Salomón 2020 (DO Ribera del Duero) ha sido galardonado en los Premios Envero 2022 como el mejor vino de Alta Expresión de toda la denominación Ribera del Duero.

Raquel y Rubén Ontañón, miembros de la cuarta generación de la familia Ontañón, presentaron el nuevo proyecto puesto en marcha en Rueda y Ribera del Duero con el lanzamiento de sus vinos Rippa Dorii, blancos elaborados con verdejo en la localidad de Rueda y elegantes tintos con tempranillo en Fuentecén (Burgos). Los bodegueros explicaron la filosofía de esta nueva línea de vinos, que califican como culminación de un proceso iniciado en los años 90, ya que llevan 32 años como interproveedor de Mercadona, algo que seguirán haciendo.

"Rippa Dorii son dos bodegas y un río, y reinterpreta el Duero como eje fundacional y simbólico que, a lo largo de milenios, ha configurado el paisaje, las gentes y los vinos de Castilla. Mucho más que un curso de agua, el Duero define una narrativa natural a lo largo de la cual la historia y los relatos de quienes viven en sus orillas han construido sus identidades y mitologías. El río sirve de registro de un patrimonio agrícola y vitivinícola, que se remonta a la Edad Media, considerado uno de los más fascinantes del mundo, siempre en evolución en la riqueza de su diversidad y en la pasión de quienes lo llevan a través de las generaciones", explican los responsables.

El proyecto se inspira, y toma su nombre, en el poema de José García Nieto 'A orillas del Duero' (es decir, Rippa Dorii), que forma parte del libro "Geografía es Amor", publicado en 1955 y que fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía, en el que el autor dedica a su hijo un registro poético de sus paisajes españoles más evocadores. "El poema de García Nieto expresa el papel ancestral del Duero como símbolo de un territorio definido por el trabajo y los sueños de sus agricultores. Castilla es una tierra de vinos modelados por el hombre, la tierra y el cielo, con las aguas del Duero como fuente de vida e identidad. A la vez fuerza geológica que define los terruños y presencia casi espiritual, el río es el núcleo del alma de Castilla, esencial para los vinos que da a luz", indican como origen de la marca que unirá los vinos de Rueda y Ribera.

La culminación de un proceso

Rippa Dorii supone la culminación natural de un proceso que inició Ontañón Familia en los años noventa del siglo pasado, cuando Gabriel Pérez depositó por primera vez su mirada en la calidad de los viñedos y vinos de la Ribera del Duero y dio sus primeros pasos como viticultor y bodeguero en la zona de Sotillo de la Ribera (Burgos). Las virtudes del tempranillo burgalés le fascinaron; el color, la profundidad, la elegancia y el aroma de los vinos castellanos le impulsaron a recorrer zonas y viñedos para establecer las bases de su bodega. Su filosofía es muy clara: buscar viñedos, recuperar, plantar y crear su propio microcosmos en el campo para otorgar a sus vinos la personalidad con la que desde el primer momento dotó a los vinos de su bodega riojana sita en Quel.

Y en Rueda sucedió el mismo fenómeno. "La fascinación por la verdejo más pura, por la verdejo más auténtica, le llevó a recorrer los cuatro puntos cardinales de la denominación para encontrar las viñas y las zonas que le sugerían los vinos que estaba dispuesto a elaborar en su bodega de Rueda, en el corazón mismo de una denominación que le enamoró por la calidad de sus vinos blancos tan especiales y únicos. Gabriel persigue en Rueda regresar a los orígenes más épicos de los vinos blancos de Castilla, la casta verdejo en su versión más genuina y desnuda", cuentan con pasión sus hijos Raquel y Rubén, que junto a sus hermanos Leticia y María, llevan las riendas de la bodega.

Si algo determina la esencia más profunda de Ontañón Familia es su vocación hacia el viñedo. Todo comenzó con apenas quince hectáreas en Quel y tras más de cuatro décadas, su búsqueda se ha ido completando viña a viña explorando territorios y enclaves únicos porque están convencidos de que los vinos excepcionales nacen de los mejores viñedos, de parajes en los que rendir culto a la naturaleza. "La clave está en la viña y este es uno de los grandes valores de Ontañón Familia", su colección de viñedos propios en casi mil hectáreas en terruños privilegiados de Rioja, Rueda y Ribera del Duero que han ido adquiriendo, recuperando y plantando durante más de cuatro décadas.

El alma blanca de Rueda

Los vinos blancos tienen su expresión más viva en Rueda y en su verdejo. Rippa Dorii explora sus múltiples facetas, expresadas en los diferentes perfiles aromáticos y de texturas definidos por cada microterroir y cada suelo, desde las terrazas más ricas en arcilla aluvial hasta los afloramientos calcáreos más magros. Aquí destacan viñedos por toda Rueda, como Torreduero, Los Curas o Foncastín. "La fruta se lleva a la bodega después de la vendimia nocturna para que la frescura se conserve de forma natural, y se deja fermentar de forma espontánea: la propia levadura autóctona actúa como genuina expresión del terruño. La clarificación se realiza por gravedad como parte de un enfoque de vinificación suave centrado en la preservación de todo el espectro de aromas y texturas que el verdejo es capaz de ofrecer con un intenso trabajo con sus propias lías más finas", según narran el proceso de la viña a la bodega. El resultado son dos vinos -verdejo y verdejo ecológico- que equilibran la accesibilidad con la densidad, la amplitud y la longitud.

Alma tinta de Ribera del Duero

En Fuentecén, Rippa Dorii elabora sus vinos tintos, elegantes expresiones del tempranillo plantado a gran altura, con una concentración de fruta equilibrada por taninos frescos y una acidez vibrante. El clima continental extremo, con inviernos implacables y veranos abrasadores, juega un papel clave en la complejidad aromática de la fruta, especialmente en las preciadas viñas viejas en vaso de las parcelas Salomón, San Torcaz, El Roble y La Peña. "El enfoque de la vinificación se centra en la elegancia, el detalle y el matiz, y busca una expresión pura de los diferentes terruños y paisajes olvidados" y así llegan a dos vinos -el roble y el crianza- con interpretaciones complementarias de la esencia de la Ribera del Duero a través de un cuidadoso uso de diferentes tipos de roble y regímenes de crianza. 

Geografías, la máxima expresión

Evocando el libro de García Nieto, los vinos más icónicos de Rippa Dorii se etiquetan como la colección Geografías; vinos de un solo viñedo que miran y admiran las parcelas más singulares del proyecto y su carácter distintivo en cada añada. "A través de una mirada sutil, paciente y cuidadosa de cada terruño, estos vinos trazan la esencia de un lugar en el tiempo", definen Raquel y Rubén Ontañón. Hasta ahora, la colección incluye un blanco y un tinto: Los Curas (DO Rueda) y Salomón (DO Ribera del Duero). La clave para entender estos vinos está en la etimología de la propia palabra geografía: la descripción ('graphia') de la tierra ('Geo').  "Este es el objetivo último del proyecto Riipa Dorii: observar, describir y enamorarse de paisajes únicos y olvidados. Y luego compartirlos con el mundo en momentos de sencilla y perfecta satisfacción", concluyen.