El artista autodidacta leonés afincado en Valladolid Manuel Sierra ha inaugurado en el bar restaurante de Valladolid Puerto Chico una exposición pintada en panderetas bajo el título 'No es un villancico'.

La muestra, que se clausurará el próximo 17 de diciembre, recoge paisajes, algún interior y un par de retratos de un campesino y una campesina castellanos, en cuyas composiciones tampoco faltan el vuelo de los habituales pájaros de este artista, las imprecisas nubes y algunos objetos utilizados en las tareas ordinarias de la cocina. Las obras están realizadas sobre quince panderetas primitivas de madera curvada, claveteada y con chapas metálicas para producir el sonido, construidas con piel de cabrito.

'No es un villancico' propone también al espectador un guiño con el universo del reciclaje, una de las preocupaciones constantes del artista de Babia, a la vez que incide en asuntos de capital importancia para su manera de entender el mundo, por lo que reivindica "la toma de las ciudades y los espacios públicos e, incluso, la conquista de los escenarios bélicos por parte de los animales y la vegetación como una manera de redimirnos a todos".