Editorial

Prevención y responsabilidad deben imperar hasta el fin de la pandemia

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El fin de la pandemia por el coronavirus no se visualiza en el horizonte y, mientras todo el mundo se agarra a la esperanza de la llegada de las tan ansiadas vacunas contra la covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos devuelve a la cruda realidad para indicar que en la presente semana se alcanzará la cifra de 20 millones de casos registrados y 750.000 muertes en todo el mundo. Son unos números que deben invitar a una reflexión por parte de los gobiernos de los distintos países y también de la población, ya que las dos partes son de gran importancia en esta ecuación, como incide Tedros Adhanom, director general de la OMS, al insistir en que medidas fuertes y precisas, como la obligatoriedad de la mascarilla o los confinamientos selectivos, son clave para prevenir cualquier resurgimiento del virus y permitir que las sociedades se reabran de forma segura y que, incluso en países donde la transmisión es intensa, puede ser controlada aplicando una respuesta de todo el gobierno y toda la sociedad.

Por lo que respecta a España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidió ayer la reunión del comité de seguimiento del coronavirus y aseguró que nuestro país está siendo muy activo en el rastreo y la detección del virus, escudándose en el alto nivel de asintomáticos detectados, alrededor del 60%, o que se estén realizando un promedio de más de 47.300 PCR diarias. Según fuentes de Moncloa, queda patente que, en la actualidad, se están adoptando las medidas adecuadas para el control de la pandemia en coordinación con las comunidades autónomas, con el objetivo de anticiparse al otoño y al invierno, combatiendo al virus en verano y reduciendo la transmisión al mínimo posible antes de la vuelta al trabajo y el inicio del curso escolar.

El paso del tiempo y el fin del verano determinarán si estos pasos y estas positivas previsiones sanitarias del Gobierno central se cumplen, porque los meses de pandemia lo que han dejado muy claro es que el conocimiento total sobre el coronavirus todavía está muy lejano, como demuestra ahora un estudio de casos de Wuhan que apunta a que la covid-19 podría tener un período de incubación más largo.

Por tanto, en estos momentos es preciso incidir en que la prevención y responsabilidad por parte de las autoridades gubernamentales y de la ciudadanía son fundamentales en la lucha contra el coronavirus, ya que de lo contrario otro aumento notable de la incidencia de la covid-19 puede tener unos efectos nefastos, no sólo en el apartado sanitario, sino también en el económico, ya bastante debilitado. Y esa responsabilidad, igualmente, conlleva ser riguroso y no tener contemplaciones con todos los incumplidores de las normas.