Valladolid está inmersa en la consecución del objetivo de conseguir un considerable aumento en el número de turistas internacionales que llegan en Semana Santa. Una meta difícil con la situación económica actual y los últimos coletazos de la pandemia. 

Valladolid alcanzó su récord de visitantes procedentes de otros países en la Semana Santa de 2017, cuando llegaron 10.580 turistas foráneas, una cifra que no se ha vuelto a alcanzar, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Sí es cierto que durante la última década se ha ido registrando un continuo crecimiento en la llegada de visitantes de otros países. En 2013 fueron 4.908 los extranjeros que llegaron en el mes de abril y desde entonces este número no había parado de crecer hasta alcanzar el récord en 2017. Desde entonces, se han registrado fluctuaciones hasta que el año pasado se llegó a los 8.692.

Desafortunadamente, los datos no son esperanzadores para esta Semana Santa que está a punto de comenzar. La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo, afirmó que la previsión de visitantes extranjeros que llegarán este año será de unos 9.000. La edil reconoce la dificultad existente en la recuperación del turista internacional después del parón en los viajes ocasionado por la pandemia. «No creo que lleguemos a las cifras anteriores al virus», comentó Redondo. 

En el caso de confirmarse la llegada de estos 9.000 visitantes foráneos, esta cantidad representaría la tercera mejor cifra de la última década, solo por detrás de los años 2019 (10.035) y 2017 (10.580). Así, los hoteles están notando esta caída en el número de visitantes foráneos y los cambios a la hora de afrontar un viaje en los turistas nacionales, con reservas de última hora.

Así, en la actualidad el grado de ocupación ronda el 70 por ciento, lo que supone una rebaja de diez puntos en comparación con un año normal. Redondo manifestó su confianza en que este porcentaje repunte durante los próximos días por las reservas «de última hora», aunque descartó la posibilidad de que se cuelgue el cartel de completo. 

La edil de Cultura destacó que las campañas promocionales que se han llevado a cabo en Roma, Portugal y Polonia terminarán «dando sus frutos» en los próximos años. Puso especial énfasis en el caso del país vecino, ya que los viajes para llegar hasta Valladolid se pueden acometer de una forma más económica. 

El gasto que realizarán los turistas que lleguen hasta Valladolid esta semana es una de las principales preocupaciones de las administraciones, ya que la inflación puede ocasionar una merma importante. Así, el vicepresidente de la Diputación de Valladolid, Víctor Alonso Monge, indicó que aquellos turistas que lleguen hasta la provincia vinculan en muchos casos su presencia en la procesiones con visitas a bodegas de las diferentes denominaciones de origen de la provincia. «En especial con nuestra Milla de Oro del vino. Estamos viendo que se refuerzan las peticiones en este sentido por parte de turistas de carácter internacional. Pasa en muchas ocasiones». 

Alonso Monge indicó que la provincia tiene dos semanas santas de interés turístico internacional, en Medina del Campo y Medina de Rioseco, y las promociones que realizan los propios municipios están generando una mayor presencia de turistas internaciones. Además, Monge insistió en el elevado gasto que realiza este tipo de turista, ya que permanece más de una jornada en la provincia. «El tren del vino sirve para que turistas internacionales puedan venir a Valladolid durante la Semana Santa». 

casi todo turismo nacional. El presidente de la Asociación de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de Valladolid, Francisco Posada, mostró su preocupación por el bajo grado de ocupación en los hoteles, que no supera el 70 por ciento cuando tan solo faltan unos días para el arranque de la Semana Santa. «Estamos diez puntos por debajo del año pasado». Destacó que el 95 por ciento de las personas que llegarán a hoteles en la semana de pasión no es extranjero. «Este tipo de turistas está llegando a cuentagotas, llegan procedentes de todo el territorio nacional, de Cataluña, Valencia…». 

Algo similar pasa en los alojamientos de turismo rural. «El turista extranjero no llega al medio rural. Se queda en la ciudad y no viene a los pueblos», apuntó el presidente de Valladolid Rural, Luis Chico. «Estamos en un 90 por ciento para el jueves y el viernes y en un 80 por ciento para el sábado. No estamos mal», matizó. «Las campañas promocionales que se llevan a cabo en el extranjero se hacen pensando en las ciudades y no nos damos cuenta que el 95 por ciento de los alojamientos rurales están en municipios de menos de 500 habitantes». 

Chico también se mostró preocupado por la retención del gasto que pueden tener los turistas que lleguen durante estos días a la provincia debido a la subida de tipos de interés y la inflación. «No nos ha quedado más remedio que subir los precios para cubrir los costes, pero no más del cinco o diez por ciento. No podemos repercutir el aumento de los costes solo en el cliente», concluyó Chico.  

«No habrá mesas para comer jueves, viernes y sábado. Está todo lleno»

Los restaurantes de la capital y la provincia parecen estar viviendo un momento dulce debido a la gran cantidad de comensales a los que atienden los fines de semana. No es extraño encontrarse ante la imposibilidad de reservar una mesa en un restaurante los fines de semana.

Una tendencia que, por supuesto, se extenderá durante los días de Semana Santa. El presidente de la Asociación de Hostelería de Valladolid, Jaime Fernández, destacó que el grado de ocupación de los restaurantes entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección es ya del 95 por ciento. «No habrá mesa para comer el jueves, viernes, sábado y domingo. Va a resultar casi imposible teniendo en cuenta que ya estamos al 95 por ciento». 

Fernández insistió en la importancia que tendrá la climatología para que los vallisoletanos y los turistas se echen a la calle y copen las barras de bares y restaurantes. 

Llama la atención el hecho de que mientras la ocupación hotelera no es la esperada, los restaurantes colgarán el cartel de completo. Eso indica que muchas de las reservas de los establecimientos hosteleros se realizan por personas de Valladolid o por turistas que no pernoctan. «El jueves y viernes santos son muchas las personas que llegan desde la provincia para pasar el día y luego se vuelven a marchar después de las procesiones», comentó el presidente.