La Junta de Castilla y León cumplirá en su "integridad" la nueva ley del aborto que prepara el Gobierno cuando se apruebe, si bien su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, criticó que se utilice cuestiones éticas y morales, como la interrupción del embarazo, de "cortina de humo" para ocultar los problemas "reales" de la sociedad y la "incapacidad" del Ejecutivo central para ofrecer soluciones.
En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, Fernández Carriedo aseguró que la Junta no conoce el contenido "preciso" de la norma, cuyo anteproyecto analizó este martes el Consejo de Ministros, pero recalcó que el Gobierno de la Comunidad considera que hubiera sido positivo esperar a que el Tribunal Constitucional emitiera su sentencia sobre el recurso presentado contra la norma de 2010, con el fin de que el nuevo texto cuente con todas las "garantías constitucionales".
Igualmente, el portavoz aseguró desde un punto de vista personal, y como miembro de la Junta, que no se debería excluir a los padres de las menores de 16 años de la decisión de abortar, porque en su opinión sería "bueno" que tuvieran la "oportunidad" de acompañarlas en unos momentos "tan delicados".