Condenado a 11 años por abusar de la hija de su pareja

D.V.
-

La Audiencia considera probada la autoría por parte del encausado de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, en la modalidad de introducción de miembros corporales por vía vaginal, con la agravante de situación de convivencia

Audiencia Provincial de Valladolid. - Foto: Europa Press

La Audiencia de Valladolid ha impuesto una pena de once años de prisión a D.D.J, el hombre acusado de abusar sexualmente entre los meses de diciembre de 2019 y febrero de 2020 de una niña de 8 años, hija de su entonces pareja, en una casa móvil o 'movil home' en el Camping de Cubillas de Santa Marta.

En su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press en fuentes jurídicas, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial considera probada la autoría por parte del encausado de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, en la modalidad de introducción de miembros corporales por vía vaginal, con la agravante de situación de convivencia y parentesco.

Por ello, además de los once años de privación de libertad, frente a los 16 que había pedido el fiscal y los 15,5 de la acusación particular y la absolución de la defensa, el tribunal ha resuelto prohibirle aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y a comunicar con ella por cualquier medio durante 20 años, al tiempo que le impone inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por espacio de seis años y también para el ejercicio de cualquier profesión, retribuido o no, relacionado con menores durante dos décadas.

La sentencia, que, sin embargo, le absuelve del delito de lesiones agravado, impone también libertad vigilada durante siete años una vez cumpla la pena y, en concepto de responsabilidad civil, el pago de una indemnización de 16.750 euros en favor de la niña por daños morales.

Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada, el acusado se declaró inocente de todos los cargos y achacó la denuncia de la menor a su negativa a trasladarse con él y su madre biológica a Vitoria, donde ambos buscaban trabajo.

Aunque no declaró la niña, el tribunal pudo escuchar el testimonio de la víctima como prueba preconstituida; es decir, en forma de grabación tomada a la menor en su día en la que ella relató y confirmó los abusos a los que había sido sometida por la pareja de su progenitora.

La madre de la pequeña, que se encontraba separada y tenía la custodia compartida, había iniciado una nueva relación con el ahora condenado, con quien vivía en una casa móvil o 'movil home' en el camping de Cubillas de Santa Marta, donde la pequeña sufrió los abusos en varias ocasiones al introducirle D.D.J. sus dedos en la vagina.

Los hechos fueron conocidos por el padre de la pequeña y la que hoy es su nueva esposa a través del diario de la niña.

Durante el juicio, la madre biológica denunció que decidió poner fin a su relación con el acusado a raíz de presentar denuncia contra él en diciembre de 2022 tras conocer que había tenido un comportamiento idéntico con la hija de ambos, de 4 años.